Estamos llegando a la recta final en esta atípica campaña electoral; una campaña con un candidato corrido en distintas plazas, con una experiencia profunda en la gestión pública, con una identidad propia, auténtica, que sabe reconocer sus fallas y siempre se ha hecho responsable de las situaciones más difíciles dentro y fuera de nuestra nación, con un proyecto definido que es el socialista.
En la otra acera del camino tenemos a un candidato que no tiene mucho que mostrar con respecto a una gestión, identificado fuertemente como protagonista de golpes de estado y saboteo a la industria petrolera, impuesto como candidato presidencial de unas primarias no muy transparentes, con debilidades en la oratoria y con una agenda oculta disfrazada de mentiras para engañar a los ya engañados y confundidos que no son pocos.
Entiendo que la campaña ha agarrado un matiz de más confrontación; heridos, golpeados, incendios, explotaciones de refinerías, ataques al CNE, cuestionamiento al las instituciones del Estado todo enfilado a asegurar el voto de cientos de miles o no de gente atrapada por su debilidad ideológica, por un mal despertamiento político. Víctimas de todo un proceso psicológico y mediático de años fundamentado en el miedo, el terror y la angustia.
Salimos de un simulacro electoral con la finalidad de probar a la nación la estructura tecnológica y logística que cuenta el CNE pero que a la vez la oposición aprovechó y fatalmente demostró su verdadera intención de volver engañar al pueblo que los apoya para lo que el Pentágono tiene previsto como estrategia para hallar la forma de golpear el proceso revolucionario ante la temeridad de los representantes máximos para denunciar Fraude electoral el 07 de Octubre próximo.
Como bien el presidente lo ha venido señalando y denunciando en esta fase de la campaña electoral, desmontar toda la mentira que la oposición viene cabalgando mostrándole a su gente de un programa de gobierno contrario al pacto firmado el 23 de enero de este año donde los pre candidatos firmaron antes de las primarias de ejecutar ese plan de gobierno si alguno de ellos fuera elegido candidato para la presidencia si llegarán a ganar.
Lo más sorprendente es la madurez política que ha demostrado la mayoría del Pueblo al no caer en sus trampas aunque hay muchos, pero muchos incautos. Yo como un simple observador casual vi a dos personas; hombre y mujer, en la calle hablando sobre lo sucedido el domingo del día del simulacro; el señor le decía: "A mi celular llegó la información de que Capriles había ganado con un 54% de los votos" a lo que la señora más con dudas que con seguridad le pregunta: ¿Sería verdad?, yo tengo dudas, a lo que el señor le dijo: Bueno tú sabes como es la estrategia de que el Gobierno está montado en un fraude.
La señora después le dice: "De todos modos yo no fui a votar, lo dejaré para el 07 de Octubre, a lo que el señor le dijo lo mismo: Me quede pensando; estas personas aseguran más con dudas que con certeza de que Capriles ganó, pero es contradictorio ya que si ellos no fueron a votar así como miles tampoco lo hicieron, cómo es que ganó Capriles. Yo me aseguré en la información en el centro donde fui a votar que de 1600 votantes Chávez obtuvo 1455 y la oposición 104, ya con eso para mí era una señal de que sucedió en muchos centros lo mismo.
Sin duda alguna y gracias a David de Lima, esos adecos que cuando se sientes desplazados salen a denunciar lo que ya el Presidente lo viene haciendo de que el verdadero programa de Capriles es de la Ultraderecha nacional e internacional, esa locura político económico de aplicar un paquetazo neoliberal en el supuesto dado de que ganaran llevaría al país a una guerra civil porque un pueblo con conciencia que va a ser reprimido con violencia no se va a quedar con los brazos cruzados, menos un ejército crecido y bolivariano.
El camino de Capriles es la mentira y el engaño, un discurso que va dirigido a ese sector social que no logran ver más allá del hueco de la calle de enfrente, que ha sido víctima del odio, al punto de la disociación. Ese sector que aún confían que ante el terror del comunismo si Chávez gana hay que salir a defender el triunfo hipotético de Capriles, a volverlos a usar como carne de cañón.
Esta etapa de la campaña hay que definir bien el voto "Ideológico" no confiarse mucho y salir a votar, sobre todo no caer en las tentaciones de la violencia; sino que la clave es neutralizar con alegría y fiesta el triunfo para que se sientan apagados y ni salgan a la calle a decir nada que no sea la verdad.
Hay que hablar con amigos, familiares y conocidos con respeto y altura que el verdadero programa es el paquetazo que quieren imponer en el país, especialmente a la juventud nueva que no conoce de verdad lo que sucedió en el Caracazo, explicarles, darle argumentos solidos, serios y así ganaremos más gente al proceso. Yo lo hago a veces cuando alguien quiere debatir, no es fácil porque no es lo mismo hablar desde la razón a gente que solo se mueve con el alma, es decir a personas que no hacen el esfuerzo de investigar y comparar sino de vivir del chisme político, de los rumores y de las suposiciones.
Pero hay que hacer el esfuerzo. Hay que tener paciencia, explicar con humildad, sin prepotencia pero con certeza.
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