¿Por qué eres escuálido?

Un jovencito inocente, de unos 45 años, con varios hijos y varias esposas, engrosa su hoja de vida; tan joven él, tan inocente, tan echao pa´lante, que la familia tiene que sostener a los tantos hijos del chamito de mi cuento.

Se jacta de poseer título universitario, un tronco de letrado licenciado en …bueno, no se que cosa, pero es licenciado egresado de una de las univesidades, que de tanta luz que ha dado, se quedó en la oscuridad más profunda.

El muchacho de esta historia es un venezolano, de padres venezolanos, de “clase media”,pero de la baja; mirada “altiva” y burlón que es su especialidad. Como todo venezolano descendiente de venezolanos, su pedigrí es pluriétnico y pluricultural, le sobresale más la raza que odia: la negra. Pero es que de verdad odia a esos malditos negros, afrodescendientes o cualquier nombre que le pongan a la raza de color oscuro.

Se codea con lo más “in” del averno justiciero, se siente feliz. Llegó a la meta de sus aspiraciones: lo aceptaron para sus charlas burlonas, chismosas, tendenciosas y mal intencionadas. Como buen escuálido, no ve, no oye, no razona. Pero se jura para si mismo que sí, que sí está clarito del por qué firmó contra el maldito negro, por ser negro y por que la corrupción y la maldad están del lado chavista; que tiene pruebas, que nadie le podrá decir que no las tiene. El dice que las tiene, pero no las dice, por que está esperando que Allú, las muestre primero. …Como todo escuálido, es cobardón, se caga en sus pantalones por cualquier triquitraqui que le suene cerca; se soba las manotas cuando los que lo adoptaron (solamente para que haga de guasón), guarimbean, queman carros, árboles , cierran las calles, y con unas chinas especiales con metras grandototas de esas que llaman bolondronas, se la meten por el coco y les revientan la cabeza, o en cualquier parte del cuerpo a esos chavistas de mierda.

No tiene trabajo -dice-, por culpa de que se fue de bruces y firmó contra el negro. Él, tan trabajador, tan capacitado, tan clase media. ¡No jile! esa no se la perdona a los pata en el suelo. Por eso se montó en el autobús del retroceso y va pa’ lante con ratonski, así le quite la pensión a sus padres, barrio adentro que es donde se refugian ellos por sus males de la edad, el Simoncito para sus hijos, el mercal y demás beneficios que esta dictadura militarista le ha impuesto a su pueblo a rajatabla. ¡Que dictadura!. Añora la libertad que teníamos antes: muchos automercados, pero sólo para que el tuviera biyuyo; adquirir una casa en aquellos tiempos de libertad, era un sueño del nunca jamás, pero era chévere, estábamos en democracia; alquilabas y te sacaban a la media noche con todos tus peroles al medio de la calle, sin chistar y a plomo limpio si te sacudías un poco , con la orden de un juez de esos de los grandes bufetes llamadas tribus y chitón, la libertad hay que preservarla a costa de nuestros sacrificios.

Bueno, el muchachote y que está ladrando, pero está gooordo y no precisamente por culpa de aquellos espaguetis con mayonesa que se comía todos los días, cuando aquí había libertad, es por la seis comilonas diarias que se embucha, por que compra en mercal cuatro veces más barato que antes y esa oportunidad no la va a desperdiciar, él es golillón. Hay que meter la mano donde sea, fíjense al Caldera que no pierde ninguna manguangua y al Borges decir sin empacho, que hay que buscar los cobres como sea , donde sea y de quienes sean, su procedencia y manera de logarlo no importa nada. ¿Para que son los justicieros, si no para hacer su justicia, pues?

Anda a trabajar muchachito de clase media baja, o haces como Ali Baba Caldera y su combo, ese también firmó contra el negro, pero tiene los bolsillos llenos de cobres. No seas el pendejo de la patota, échale bolas, aprovecha, que ahorita todavía quedan unos diítas para coger aunque sea un huesito.

De tu complejo, líbrenos Dios

Mónica Hernández


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