A un poco más de 48 horas para la finalización de esta campaña electoral, y a un poco más de cinco (5) días de las Elecciones Presidenciales en Venezuela. Yo creo que en buena medida las cartas ya están echadas, sin embargo, algunos sectores totalmente desesperados y enloquecidos, tratarán de jugar algunas cartas a ver si le pueden dar una patada a la mesa y revertir una situación que, a todas luces luce ya totalmente irreversible.
Una de las cosas que he estado estudiando por estos últimos días es la literatura. Me encontré con un género literario que se denomina “Ucronía” y un concepto y elemento dentro de este género literario que se denomina “Punto Jonbar” que pasó de seguidas a describir.
La ucronía pudiéramos traducirla como una de las tantas formas de negar la realidad. Pero desde el punto de vista literario, se refiere a un acontecimiento o acontecimientos singulares y relevantes que determinan la historia futura. La misma es una rama de la ciencia ficción. La ucronía es una utopía aplicada a la historia,historia ésta reconstruida lógicamente de tal modo que el hecho que aconteció realmente hubiera podido ocurrir de una manera distinta o sencillamente no haber ocurrido. En cuanto al Punto Jonbar, se denomina así en honor a John Barr, personaje de un relato de Jack Williamson de los años 30 que crea un mundo si escoge un guijarro y otro diferente si escoge un imán y se convierte en un gran científico.
El punto Jonbar trata de hacernos ver que los sucesos hubieran podido tener un resultado diferente al que tuvo en nuestra línea temporal.
La finalidad de la utilización de la ucronía y del punto Jonbar es con la finalidad de especular sobre realidades alternativas ficticias en las cuales los hechos se han desarrollado de diferentes formas de como los conocemos. Esta línea histórica se desarrolla a través de un evento histórico extensamente conocido, significativo o relevante.
Esta campaña electoral que está finalizando, es un ejemplo de ello. Por ejemplo, en el reportaje que el domingo 23 de septiembre de 2012, el señor Leonardo Padrón publicó en el diario El Nazional, titulado “El Furor” en donde relata un día de la campaña de Capriles Radonski es uno de los más fieles ejemplos de ucronía y de punto Jonbar.
Antes de lo importante, lo urgente: a continuación, copio la frase más jala bola de todo el escrito. Hay muchas, pero esta desdeña todos los“ribetes” que adornan la pluma magistral del poeta; puro jalabolismo que deja frio, (o fría), a cualquier chupa medias promedio:
“El ritmo de campaña del candidato de la unidad opositora es abrumador. Su vitalidad ha sido decisiva para emprender una cruzada de ribetes sobrehumanos por el mapa profundo del país y procurar la victoria de este enjuto y corajudo David sobre ese desproporcionado Goliat llamado Chávez”.
El poeta arremete en su empeño de guindarse; no sólo con la suposición de la razón de la oración de su candidato favorito, sino también cuando pone en boca de una creyente que es testigo de nada más y nada menos, un milagro. Vacilen:
“El momento íntimo. Pérez Vivas le da indicaciones al chofer para volver al aeropuerto con la mayor rapidez. La agenda se ha retrasado y el Zulia espera. Pero Capriles pide desviarnos para visitar al Santo Cristo de La Grita. Le parece impensable estar tan cerca de él y no visitarlo. Ya en la iglesia se arma la logística para que su entrada no cause mayor perturbación. Hay una importante cantidad de fieles. Capriles camina emocionado hacia el Cristo. Una mujer, que reza de rodillas, lo ve de soslayo y se hace la señal de la cruz: “¡Esto es un milagro!”. Él va hacia el rincón más oculto. La imagen que veo me conmueve. Allí está, a los pies del Santo Cristo, con la cabeza gacha, tocándolo, en actitud de absoluto recogimiento, íngrimo. Sentí al país entero en ese rezo. Puede suponer uno –sin temor a equivocarse– que oraba por la suerte de un destino decisivo.”
El poeta se conmueve, la prosa conmueve. Los opositores leen y suspiran: debían estar allí. De vaina me hace olvidar el propósito de éstas líneas, lo verdaderamente importante;desenmascarar la crónica fabulada y fabulosa del, también famoso, cronista. Quitar la máscara victoriosa que tan maravillosamente le coloca al héroe. Lo humaniza, un poquito nada más, al contarnos que el tipo tiene supersticiones. Que no pasa debajo de una escalera aunque eso signifique retrasar el ritmo frenético de su, según, recorrido por doscientos cincuenta pueblos. Códigos dramáticos propios de la telenovela. Es decir, la ficción. Pero la realidad siempre la supera.
Volver a decirle jala bola al poeta es una tentación a la que sucumbo con hidalguía y sin bebidas energizantes. Nuestro héroe y candidato se toma la primera antes de las nueve de la mañana. Nuestro héroe se alimenta, es de verdad verdad, come pollo. El héroe se sabe amarrar los zapatos, ¡y con doble nudo! Sé bien el cuento, (o la novela) según el cual si me dedico a resaltar este asunto de los calcetines del héroe húmedos de la saliva del poeta, estoy ocultando lo inocultable: nuestro héroe es un fenómeno de masas. Sigan vacilando:
“Una estrella pop en La Fría. Apenas Capriles asoma el rostro en la escalerilla del avión una ráfaga de gritos ametralla el aire. El recibimiento es frenético. Hay un desespero por verlo, tocarlo, entrar en su campo visual. La multitud genera un apiñamiento peligroso. Siento que me aplastan por detrás, por los costados, mi cuerpo va de un lado a otro, pierdo el rumbo, me arrastra la corriente, mis lentes se salen del bolsillo, los atajo a última hora, arrecian los empujones, los gritos, el delirio. A Capriles lo manosean, lo estrujan, lo halan. Todos somos como bultos chocando contra las piedras de un río esquizoide. No creo poder llegar a la camioneta Van que nos sacará del lugar. Un mínimo descuido puede hacer que me quede allí, en mitad de todos y de nadie. Uno de los momentos más importantes es cuando Capriles termina su discurso e intenta volver a la Van en la que ya todos lo esperamos. Debe cruzar de nuevo el río crecido de sus seguidores. Lo arañan, lo aprietan, lo revuelcan. Logra entrar, pero aún no sabe si está completo. La gente golpea el vehículo como si fuera un tambor gigante. Quieren que se asome, que abra una ventana, que pruebe su existencia. Adentro lo espera un periodista del periódico francés Libération. Capriles se sienta en la última butaca y allí, entre frenazos, cornetazos y gritos, responde las preguntas del periodista. No hay tiempo para el descanso.”
Luego cuenta el poeta de otra entrevista en “fluido inglés”. Más tarde, la pone bombita, y bateo con el lugar común que me deja tanta habladera de paja. El poeta coloca la guinda en la torta, al contar minuciosamente su paseo, el turismo de aventura clásico de la clase media. ¡Se montaron en un camión! Si, compas, un camión de verdad. Como los cochinos. Arriesgando su vida con cables y zapatos. ¿No me creen? Lean:
“Ir en una caravana sobre un camión exige tener los sentidos en alerta máxima. A dos cuadras del inicio, se escuchó el primer grito: “¡ Rama !”. Nos acercábamos a la rama de un árbol justo a la altura de nuestra cabeza. Treinta personas al unísono nos agachamos para evitar el golpe. Otra vez arriba. Al instante, un nuevo grito: “¡ cable !”. Y otra vez agacharnos para evitar el latigazo de un cable de luz en nuestra frente. Estábamos en mitad de una extravagante sesión de aerobic. Los gritos de “¡cable!” y “¡rama!” se alternaban con variantes como “¡ zapato !”. Estaba allí, el emblemático zapato de la marginalidad que invariablemente termina enredado en un cable de luz, mientras ostenta su abandono.”
“La parroquia Venancio Pulgar es un lugar que hiere la vista de cualquier ser humano. Un paisaje que crispa. Un lunar vergonzoso en un estado lleno de oro negro. Calles de tierra, sin alcantarillas, casas precarias, llenas de perros famélicos y puertas desgonzadas, montañas de basura en lo que deberían ser jardines. La parroquia entera parece un escombro. Un lugar arrasado por alguna tormenta. Un olvido de Dios. La caravana surca 24 kilómetros de pobreza sobrecogedora y extrema. Algunos de sus habitantes no parecen personas, sino fantasmas, espectros de la miseria, siluetas turbias, manchados de grasa y resignación. Ese lugar es el peor de los saldos del estado paternalista que consolidó la cuarta República y que este proceso revolucionario llevó al paroxismo total. Lo único con olor a nuevo en esos monumentos de la miseria es el afiche del Presidente. El resto es ruina, carencia, pies desnudos, aguas negras y oscuridad.”
La pobreza vista desde el camión turístico. No son personas, son fantasmas, espectros. Están allá, a lo lejos. Pero el héroe está en campaña, buscando esos votos de esas siluetas turbias, que valen lo mismo que el voto del poeta. Afirma el afamado, que eso es territorio chavista, y especula acerca de la corredera del chavismo cuando se acerca su candidatazo. Allí, nadie quiere un pedacito de la estrella pop. Le pintan palomas, lo mandan a la mierda, y nuestro afamadísimo guionista se sorprende de la gestualidad sabrosa y sincera, de la manifestación genuina del desprecio por la hipocresía. Vayan a subestimar a otro lado:
“Cuentan que días atrás, conociendo ya la ruta de la caravana, el oficialismo vino a sembrar sus trincheras de guerra. Por eso, a cada tanto, nos conseguíamos con lo que llaman “los puntos rojos”, grupos con franelas rojas voceando un odio absurdo. Asombraba ver a muchachas de 14, 15 años señalando con grotesca afectación sus genitales, en un gesto de sórdido desafío que no calzaba con la edad de sus ojos. Eran herederas directas de la agresividad que Chávez ha destilado durante más de una década. Alguien nos comentaba: “¡Eso es nada! ¡Antes no podíamos entrar a esta parroquia! Nos tiraban huevos, piedras, botellas. Lo de hoy es inédito. Logramos penetrarlos. ¡La gente se cansó de esa estafa llamada socialismo!”.
La lectura es triste. Que unas muchachas, clarísimas en la vida, asuman la conciencia de clases y no les tiren bombas llenas de miao, sino que con perfecta afectación señalen sus genitales, es un escándalo, es un gesto obsceno, es algo que hiere la mirada dulce e inocente de los pasajeros de la caravana.
Poeta, usted describe muy bien. Perros famélicos. Los visualicé. Puertas desgonzadas. Tuve que buscar el significado del vocablo. Puertas choretas. También las visualicé. Que el candidato para el que escribes gane el 7 de Octubre, poeta, no lo vi. No lo veo. La realidad siempre supera a la ficción. No hay tanto furor.
También ese mismo domingo 23 de Septiembre, en la página 2 del Diario golpista el Universal,publicaron una entrevista del “Consultor Político” J.J. Rendón, que sin negar que maneja elementos de propaganda “negra” y de manejo de percepciones, tampoco es como se dice por ahí “una verga de triana”, sólo tiene en su haber el haber asesorado y llevado al triunfo a hombres como Alvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos en Colombia, y Enrique Peña Nieto en México, pero en el caso venezolano, se ha pelado de banda a banda, hasta ahora. Este señor, en dicho reportaje, palabras, palabras menos señaló que “Nunca antes tuvo la oposición mayores posibilidades de ganar”.
Entre otras de las frases célebres que este personaje espetó en dicha entrevista tenemos: “Capriles está dando una extraordinaria demostración de valor, ganas, esfuerzo y convicción”. Esta construyendo a través de ucronía una imagen del candidato de la ultraderecha fascista y retrógrada totalmente inexistente.
“Está demostrado que Chávez es un gran mentiroso o uno de los gobernantes más ineptos de la historia”. Desde mi punto de vista, J.J. Rendón está proyectando el fracaso de los gobiernos de la Cuarta República, incluso de la misma gestión de Capriles Radonski al frente de la Alcaldía de Baruta y de la Gobernación del Estado Miranda, y atribuírselo a Chávez, todo esto para justificar los planes desestabilizadores y de desconocimiento de los resultados electorales de este próximo domingo 7 de Octubre.
Me disculpan, una vez más lo extenso del escrito, pero considere importante nuevamente hacer esta advertencia, para desmontar estas Operaciones Psicológicas y contribuir humildemente desde las trincheras donde me toque, defender nuestro proceso revolucionario liderado por Hugo Chávez Frías.
¡A 5 días de la Victoria Perfecta!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
El autor es: Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC)
j_martorano@hotmail.com