Cito a Santa Teresa de Jesús: “…Señor, pensad que no nos entendemos nosotros mismos y que no sabemos lo que queremos, que nos alejamos infinitamente de lo que deseamos.”
Quisiéramos que, a pesar de vuestra bajeza, sintierais lástima de vosotros mismos, de ese corazón devorado por el odio y por la avaricia; quisiéramos que interesara a vuestros corazones. A lo largo de vuestras amargas vidas, tristes pasiones le ocultaron la cercana luz, de la cual, a veces, algún rayo le tocó el intento de quemarlo; sus pasiones… Pero primero tened piedad de los pequeños burgueses que le acecharon y a quienes él mismo atormentó. ¡Cuántos de entre de nosotros rechazan así al pecador y le apartan de una verdad que, a través de ellos, no iluminada!
No, no era solo el dinero lo que estos avaros acariciaban, no era solamente la venganza de lo que estos energúmenos estaban hambrientos. Conoceréis el objeto verdadero de su ambición si poseéis la fuerza y el valor de soportar a estos criminales hasta la última confesión que interrumpe la muerte… Y en efecto no era el simple dinero o la venganza lo que les había llevado a su avaricia y al endurecimiento de sus corazones. “Sí crece algo en los hombres en razón directa a su satisfacción es la Ambición de Poder para sojuzgar y explotar al pueblo. Y el dinero es Poder Puro. El Dinero es Estado. El Dinero es el Centro de la Gravitación Universal”. Ellos también tienen sus secretas razones, sus justificaciones. También existen entre los seres, aparentemente más inhumanidad que les han rodeado, otros culpables.
En ese ambiente, sórdido e hipócrita, de la burguesía amarilla venezolana, aparecen todas las mentiras, las pequeñas y grandes angustias humanas, el desengaño y mezquindades que tejen, en gran medida, la Venezuela de nuestras existencias. Pero si algo queda claro es que casi siempre la burguesía nos engaña y que el Gobierno no les toma la delantera y siempre aparece detrás de la ambulancia. Nadie es del todo inocente ni tampoco absolutamente culpable y juzgar las conductas por algunos hechos aparentes y superficiales es la mejor manera de ser injustos y además, de estar equivocados. Cada ser humano es un mundo y conocerlo es un trabajo tan lento como difícil.
Tuvieron la pillería –a medias inconsciente, según vemos– de tratar de convertir su derrota en una victoria moral. Han afectado desinterés y desprendimiento... Por otro parte, ¿qué hubieran podido hacer? No, esto no podemos engañarnos y creemos que cuentan buen juicio juzgaremos que no tenemos por qué sentir gratitud ni piedad. Pero existe también otro punto en que esta crisis actual, puede, por otra parte, presentarse algunas ocasiones un momento u otro. Lo que aparece claramente entre sus ideas es el desorden mental más caracterizado: manía persecutoria, delirio religioso. Tal vez me pregunte si realmente había en sus casos la huella de un verdadero cristianismo. No, unos sujetos tan enterados en estas cuestiones bien lo saben.
—La finalidad del socialismo es el derrocamiento de la burguesía, la instauración del régimen popular, la abolición de la vieja sociedad burguesa, basada en los antagonismos de clase, y la creación de una sociedad nueva, sin clases ni propiedad privada. Los socialistas en estos movimientos ponemos en primer término la cuestión de la propiedad, cualquiera que sea la forma más o menos desarrollada que revista como la cuestión fundamental del movimiento.
¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los cuatro antiterroristas cubanos héroes de la Humanidad!