Cascos blindados, mascaras antigás, chalecos antibalas, rodilleras y coderas son algunas de las indumentarias que suele utilizar la prensa venezolana en los disturbios e intentos desestabilizadores que promociona la oposición venezolana.

Agencias internacionales al servicio de laboratorios de guerra psicológica contra Venezuela, hacen de la imagen gráfica, un negocio a conveniencia de quien la necesite y mejor pague. Entre ellos entran  clientes fijos, privados y del sector público. Diarios de circulación nacional e internacional que pagan por el servicio de quien es parte de esta red bélica de 4ta generación en puntos de ataque mediáticos que tiene como objetivo; exterminar la Revolución Bolivariana y el socialismo del siglo XXI.

Nuestros medios han venido tomando experiencia en estos 15 años de batallas y victorias. Fogueándose en un campo minado de infiltrados, que usan nuestras consignas y vivencias para asegurar su salario. Nosotros nos hemos conformado con el accionar pacifista infundado por el comandante Chávez y hemos permitido que muchos opositores estén dentro de nuestros espacios, no solo ocupando el puesto que seguro le hace falta a un camarada, sino permitiendo que fuera de nuestras instituciones, hablen mal de compañeros, compañeras, y de la gestión que los mantiene y les da de comer.

A estos verdaderos infiltrados, se les denomina Vividores. pues si, esos que se sientan y comparten a través de charlas, mensajes y chat; todo lo que se hace dentro de nuestras instituciones con los medios privados, pero que al regresar a nuestras instituciones, son los mismos hipócritas mantenidos por nosotros los chavistas. Esos que dicen que tienen derecho al trabajo y no acuden a nuestras concentraciones porque no hay compromiso, esos que a través de sus cuentas personales en las redes sociales despotrican del Estado y la Revolución, pero que son incapaces, por ética y moral de trabajar con la empresa privada.

Los que te dicen “Yo era chavista, pero no madurista” Esos son los peores,  son los que desde adentro hacen un trabajo de inteligencia para transmitir todo lo que hacemos en nuestras instituciones, o díganme ustedes ¿ como es que la oposición se entera de los pasos que damos?

Estos infiltrados en nuestros medios de comunicación, suelen ser los primeros acomodados ante los ojos del jefe, son los que calladitos creen, que los chavistas somos pendejos y que no sabemos de donde vienen y cual es su comportamiento. Lo que me sorprende es que después de 15 años, nuestra revolución siga permitiendo que los verdaderos infiltrados sigan dentro de nuestras instituciones  haciendo mofa de como actuamos los revolucionarios, para defender el legado del Comandante Supremo y Eterno Hugo Chávez.

Nuestros comunicadores se diferencian por su capacidad de análisis y critica ante los hechos noticiosos que se suscitan en el país, a diferencia de los medios privados, tenemos una sensibilidad y humildad que nos acerca más al pueblo. Nuestros comunicadores no se dejan llevar por el estrellato que acostumbran a seguir en las pantallas de tv. Nuestros comunicadores vienen del pueblo y por ello son mal vistos por una pequeña parte de la sociedad que se opone a la revolución y que aún siguen creyendo, que ser comunicador, es ser parte de la farándula nacional, donde se habla bien de unos y mal de otros para hacer dinero a través del chisme.

¿Pero cuantos comunicadores existen con las características de un opositor dentro de nuestros medios?

Es una pregunta que sin llegar a 60 segundos, se llenaría con decenas de nombres como respuestas, pero en todas las áreas ocurre lo mismo; Y allí nuestra responsabilidad o mejor dicho, corresponsabilidad ante lo que sigue sucediendo.

Las comunicadoras y comunicadores bolivarianos debemos tener más presencia ante las coyunturas que intentan amenazar la revolución, debemos tener claro el panorama al que nos estamos enfrentando, no es solo la guarimba de los vecinos o conocidos escuálidos, no solo es la quema de las instituciones públicas, no solo es la violación al derecho educativo de asistir a escuelas y universidades. No, va más allá de todo esto.

Es defender desde adentro nuestros espacios, reconociendo que la oposición venezolana e internacional, se alimenta de lo que hacemos para idear los planes que intentan debilitarnos, buscan conocernos muy bien para saber como atacarnos. Los comunicadores Bolivarianos debemos actuar Uníos, con criterio y en acompañamiento a las políticas emanadas por el compañero Nicolás Maduro, quien fue la única persona en quien nuestro comandante supremo confió para conducir las riendas del socialismo  que se empieza a construir en Venezuela.

De 19 batallas electorales hemos perdido solamente una. la hemos aceptado como demócratas y pacíficos que somos, pero esto no gusta a quien tiene como costumbre perder y creer que la derrota es sinónimo de victoria. La Revolución Bolivariana esta siendo atacada desde diferentes medios de comunicación, la internet es la fuente “fidedigna” para los que desde afuera emiten opiniones sobre el orden interno que solo compete a los venezolanos.

Las bombas y balas no tienen color o partido político, no diferencia entre estudiantes y trabajadores, la violencia no beneficia sino a quien tiene algún interés claro sobre un hecho; y para nadie es secreto que la oposición venezolana ambiciona el Poder nacional para entregarse nuevamente a los gringos y convertirnos en una colonia como Puerto Rico. Venezuela es libre y desde hace 15 años hemos recuperado la voz para gritarle al mundo que una patria grande si es posible.

El enemigo esta en todos lados y es más peligroso ese que se viste de amigo, ese que no tiene moral intenta oler a nosotros pero el azufre se identifica en la distancia.

¡Más patria que muerte y Hasta la victoria siempre!