La presentación de la Memoria y Cuenta ante el país y la Asamblea Nacional, la realiza el presidente Maduro en un contexto de crisis económica y política, muy bien aprovechado por la oposición.
Imposible desconocer la campaña de deslegitimación emprendida por ciertos medios, analistas y políticos de esa tolda. Cruzada que pretende avivar en la ciudadanía un clima tenso, de hastío, desconfianza e incredulidad que dialoga y se retroalimenta con la crisis de abastecimiento y el viacrucis que suponen las colas.
La oposición afila las uñas, sube el tono y se plantea una estrategia de relanzamiento. Generar iniciativas para enfrentar la crisis económica; pasar a ser una dirección política y no meramente electoral; alcanzar la “unidad perfecta” y lograr consensos para las parlamentarias; buscar acuerdos para la movilización y definir una agenda de protesta; acercamiento entre todos los actores que promueven un cambio de gobierno. “Activismo… basado en el chavismo descontento”, denunciar la perdida de legitimidad del PSUV, del respaldo de sus seguidores y el desencanto de la militancia con su dirigencia. Fortalecer la presión ciudadana para que el presidente deje el poder y asegurar "gobernabilidad en la transición"
Una suerte de campaña de intriga precede la comparecencia del Primer Mandatario ante la Asamblea, no tanto por haber sido pospuesta en dos ocasiones, como por los anuncios que supuestamente se harían. Gran expectativa por los enigmas a ser develados: los acuerdos logrados en la gira presidencial por 7 países, las medidas para enfrentar la crisis económica y aquellas que permitirían el tránsito hacia el prometido “socialismo productivo”. Enigmáticas promesas no cumplidas en su totalidad, por lo que un conocido analista concluye que “las medidas más importantes son las no anunciadas".
Partidos y voceros de la oposición se pronuncian sobre la Memoria y Cuenta presentada por el Jefe de Estado. Discurso “vacío y hueco". Ayer vimos un velorio de un sistema de gobierno fracasado… que no sabe qué hacer para superar la crisis económica y Maduro encomienda a Dios el destino de la economía venezolana. “Este Gobierno lleva a Venezuela a la deriva” y el propio gobierno está a la deriva y esto refuerza la necesidad de que logremos este año un cambio de sistema”.
