En artículo de Laureano Márquez publicado el 25 de enero de los corrientes, quien se ufana de humorista y politólogo, utiliza la palabra Dios y en su nombre trata de sumarse a la campaña contra el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
Una de las cosas que más llama la atención es su desconocimiento de las gestiones anteriores al Presidente Chávez, que endeudaron a Venezuela y la sometieron a la masiva pobreza del 80% de sus habitantes.
Lo que indica su corta visión política al escribir tal morisqueta, es nombrar a unos economistas que no han pegado una hasta ahora y además casados con proyectos neoliberales superados en este proceso que comenzó con la derrota electoral del candidato de la derecha Salas Romer en 1998 y la consulta popular para activar la Constituyente que permitió la aprobación de la Constitución de República Bolivariana de Venezuela.
Dios escribe por medio de Laureano, el Papa quedó de segundo. Ahora debe halarle las orejas a este hijo de las manipulaciones mediáticas, que acaricia la idea de ser ministro en un gobierno imaginario de Machado, López, Capriles o Ledezma, quienes liderizan un golpe de Estado contra Venezuela, aupado por Barack Obama. Tamaña idea es una prueba de su mal humor, tanto que parece que la historia comenzó para él, con el Presidente Nicolás Maduro.
A lo mejor Dios por omnisciente y por estar viendo en todas partes al mismo tiempo, ni se percató de esta carta que le inventaron, muy raquítica por cierto, asombra su carga flemática y amarga.
Venezuela por sus características naturales, geográficas y económicas estuvo siendo explotada y saqueada por grandes potencias, que ahora los que las defienden, andan con imágenes de vírgenes, vestidos de blanco y hablan de paz para limpiar la sangre de las víctimas de las trancas, incendios, guarimbas. Todo eso montado a nombre de la libertad. ¿Qué pensará diosito de esto? ¡Caramba¡ él mandó un ser llamado Jesús que nació en zona árabe y hablaba de igualdad, amor y paz, pero la gente que Laureano Márquez defiende hace lo contrario. ¿Blasfemia? ¿Iniquidad?
Seguro que cuando Venezuela se recupere de este trance duro, diosito escribirá otra vez por medio de Laureano y dirá que se equivocó, que ahora pide perdón en vez de perdonar. También cuando salgan las verdades de los que tienen la guerra económica planifican golpes de Estado, crean angustia y caos, entonces no se le ocurrirá a diosito, aconsejar que unos zamuros de la política neoliberal, sean consultados para terminar la guerra que ellos mismos apoyan y enaltecen.
Dios está en todas partes Laureano Márquez, pero castiga aquí en la tierra. No en otra parte. Premia en la tierra, que es el paraíso manoseado y dañado por los grandes dueños del capital. ¿Qué te dirá Dios, Laureano Márquez? ¿Te preocupa que los que no tenían acceso a los bienes ahora pueden tenerlos? ¿Echas la culpa a los chavistas? Eso no importa, pero te digo: el poder político no se alcanza así de fácil. Continúa con tus malos chistes, pero con Dios no se juega y con este pueblo que echó a andar tampoco. La historia indica que el pasado determina el presente para construir el futuro. Se viven momentos álgidos producto de un país rentista donde nunca los gobiernos del pasado sembraron el petróleo, por ello hoy es necesario superar ese mal y acelerar el proceso productivo, la manufactura y la industrialización.