El grave problema de los opositores, tanto de base como de cúpula, es que viven de lo que les dice los medios privados. La mediática privada conspira desde siempre contra el gobierno revolucionario, su estrategia es mantener engañados a sus consumidores, de tapar los grandes logros del gobierno como de culparlo de todos los problemas, cuando ha sido el Estado quien ha metido la mano dura contra los corruptos disfrazados de chavistas porque la oposición en vez de hacer un trabajo político serio de contraloría, denuncias concretas y fehacientes no lo hace.
Van 17 años generalizando todo, metiendo a corruptos y buenos en un mismo saco. Diciéndole al Pueblo que el Estado es ineficiente, negando todo, pero nada dicen de la corruptela en sus gobernaciones y alcaldías, callan de la ineficiencia en sus parcelas de poder, protegen y piden liberación de sus comprobados conspiscuos delincuentes.
Se hacen la vista gorda de la conspiradera sólo con la excusa de tumbar a Maduro cuando lo que tienen es un provechozo canal de fluido de dólares que el gobierno norteaméricano inyecta para desestabilizar gobiernos progresistas.
Nunca opinan en una supuesta crisis de divisas quién les provee y apoya financieramente los increíbles y lujosos gastos al exterior para denigrar del país.
Con mentiras y engaños se montaron en una campaña de desprestigio contra el Estado tocante a la crisis económica haciéndose pasar por víctimas cuando son victimarios logrando mayoría en la Asamblea Nacional.
Ahora que tienen el poder legislativo están comportándose como siempre lo han hecho....conspirar no solo contra el Estado sino contra el mismo Pueblo aprobando leyes anticonstitucionales, y ahora con el pataleo de ahogado, querer sacar a Maduro cuando éste ha dado la cara ante una situación tan delicada como es la emergencia económica, mientras ellos con sus promesas solucionarias no hacen nada sino querer ejecutar el mismo guión que los hunde políticamente como es ¡Maduro vete ya!.
Una oposición de cámaras y micrófonos que termina en puro pantallerismo subestimando la inteligencia del pueblo que cada mes que transcurre se van dando cuenta que un posible gobierno de derecha neoliberal sería más catastrófico que el de Macri en Argentina.
Cuando se les convoca a marchar contra Maduro quedan desnudos ante la opinión pública de que su fuerza es más mediática que real, que tienen un pocote de gente disociada y autómata que solo salen a votar contra un régimen que da soluciones de vivienda, educación, seguridad social, alimenticia, cultural, etc, mientras ellos no pueden presentar soluciones concretas a tantos problemas y los termina de hundir al apoyar a los agresores internacionales contra la nación.
Una oposición mediática porque si los medios privados llegarán en un mes no seguir ese jueguito de maquillarlos como los salvadores de la película, desaparecerían.
Mientras Nicolás Maduro ha asumido culpas y responsabilidades, trabajando día y noche, asumiendo salidas a corto, mediano y largo plazo, ésta oposición se lavan las manos, no ofrecen disculpas al país de tanto daño que han hecho con sus golpes de Estado, conspiraciones y guarimbas sin dejar de lado su compromiso de la guerra económica con Dolar Today, la baja de los precios del petróleo, el bachaqueo y saboteo económico.
Una oposición de cámaras y micrófonos, sin discursos alentadores, soluciones inmediatas, sin proyecto de país sino el siempre guión de que salir de Maduro viviremos en el Paraíso terrenal.
Una oposición mediática y de morbosa política que distrae, manipula, engorila que inyecta un pesimismo fatalista de que todo está acabado pero no pueden presentar logros concretos, de sana gobernalidad en las regiones que dominan, gerencian y administran.
Una oposición mediatica embrutecida, chismosa, superficial, antipatria y alocada. No se dan cuenta que estar en la Asamblea es el cuchillo para sus gargantas y su última oportunidad porque sé que su gente de base se están dando cuenta que no tienen nada en el bojote que no sea gritar y no hacer algo que chavistas y opositores reconozcan como loable.
¡Así son y así serán!