Realmente no sé cuántos salieron a dar vueltas por Chacao el pasado 1 de Septiembre, pero lo que sí sé es que lo que iba ser la salida ese día de Maduro, segun todos los pronosticos de la oposición y afines se convirtió en un inesperado auto referéndum revocatorio para la MUD porque desde ese día no ha logrado levantarse.
Recordemos que esa gentusa muy peligrosa estaban por repetir los escenarios de los aciagos días del 11 de septiembre del 2002 instalando francotiradores en el centro de la Capital donde acertaron tiros en la cabeza y nuca contra militantes de ambas concentraciones y así acelerar un golpe de Estado.
En esta oportunidad el gobierno ya picado de culebra al ver tantos bejucos actuó a tiempo y neutralizó a un pelotón de paramilitares a 500 metros de Miraflores y unos cuantos militantes y simpatizantes de la oposición con armamentos y evidencias que los comprometió con la justicia venezolana.
La MUD guardó silencio, más no sus seguidores, quienes ansiosos de sangre vieron sus sueños frustrados al ver caer la noche y Maduro siguió gobernando hasta hoy.
Todo tipo de improperios se dejó leer por las redes sociales contra los líderes de la MUD porque les mintieron y retrocedieron, cosa cierta aunque éstos disociados no caian en cuenta que el plan oculto se los había desmontado los cuerpos de inteligencia y segiridad del Estado.
Ahora que por fin la ley llega, aunque tarde, se suspende el Referéndum Revocatorio en su segunda fase en 5 Estados del país, por denuncias de fraude, lo cual pone en pico de zamuro esta solicitud de Referédum que ha sido gancho de estos meses por parte de la Derecha para de alguna manera capitalizar la molestia del pueblo ante la escacez de alimentos y la alta inflasión como estrategia política de la oligarquía para dar al traste con la Revolución.
Eso de Referéndum tampoco les ha salido bien porque si los demás estados del país se va anulando la recolección de firmas del 1% por fraude, y se detienen a voceros de la MUD implicados, estamos ante el peor momento histórico de la oposición.
Solo falta que vuelva los alimentos al Pueblo, que baje la inflación y el barril de petróleo recupere los precios para recibir unas alentadoras navidades.