Se solicita oposición de buena presencia y con vehículo propio

El gobierno no la ha tenido fácil en el proceso electoral. Cargando a cuestas una contundente derrota electoral el 6 de diciembre de 2015; La ausencia del gran liderazgo de Hugo Chávez; la caída de los precios del crudo - en medio de una, casi, nula política económica preventiva para enfrentar la época de "las vacas flacas"- la disminución en un tercio de los ingresos fiscales; Las estrategias para minimizar el impacto de una Asamblea Nacional adversa y de una oposición que pedía la cabeza del presidente Maduro; la cada vez mas calamitosa crisis económica y social con impactos devastadores en el salario real de los venezolanos, aunado al acrecentamiento de la inseguridad ciudadana. Por otro lado el reto gubernamental de enfrentar compromisos hasta 2027 que alcanzan unos US$92.750 millones para pago de intereses y capital por la emisión entre 1999 y 2011 de bonos de la República y bonos de la petrolera estatal PDVSA. Como si fuera poco las revueltas de los sectores radicales de la oposición entre abril y julio de este año, con un saldo de más de 120 muertos, dejando un sabor amargo en la sociedad venezolana; igualmente la deserción de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, de las filas oficialistas coloca en mayor tensión al gobierno del presidente Maduro.

La oposición se embarcó al poner rumbo a una nave de mucho calaje para sus capacidades, carecía de músculo y fuerza suficiente para atracar en puerto seguro, no era poca cosa su aspiración. Con la toma del control legislativo venia con todo ímpetu sacar a Maduro, ya no eran necesarias elecciones de gobernadores o de alcaldes, las únicas elecciones aptas para los triunfadores eran: Reforma, Plebiscito, Enmienda o Referendo. Intentaron poner este ultimo mecanismo en práctica sin éxito, de manera que comenzó el 2017 sin Maduro fuera y sin gobernadores electos.

El gobierno traslada todo el escenario del conflicto a la AN, la rodea y la inmoviliza al revocarle desde el TSJ cualquier acto bajo el pretexto de encontrarse en desacato. Dijo Maquiavelo: "...haga, pues, el Príncipe lo necesario para vencer y mantener el estado, y los medios que utilice siempre serán considerados honrados y serán alabados por todos..".

No queda duda en que la estrategia opositora no era la indicada; ¿Evaluaban cada paso? es de dudar; ya que no variaban la línea a excepción de embarcarse en aguas mucho mas encabritadas, "Convocamos a todo el pueblo venezolano a movilizarse (...) Hoy fuimos millones y mañana tenemos que salir más", declaró el 20 abril de 2017 el gobernador mirandino Capriles Radonski, un sector de la oposición había decidido tomar la calle exacerbándose la violencia, contabilizándose día tras día muertos, heridos, cuantiosos daños materiales públicos y privados, al 7 de julio se cumplían 100 días de horror, anunciando la Fiscalía General de la República el trágico balance de 90 muertos y cerca de 1.500 heridos.

En gran parte los resultados electorales del pasado 15 O están comprometidos con la estrategia insurreccional, la guarimba y los trancazos, la gente no supo digerir entre una "...ruta electoral cancelada", como dijera Capriles - "Fuera Maduro!!!" - todo un tinglado de violencia por cuatro meses donde solo cabía la vía insurreccional para sacar al presidente, para ulteriormente anunciar cambios en la ruta, cambios en el bullpen, otros y no los designados van al cajón de bateo; la Resistencia sale de escena, ahora le toca a la MUD-electoral, desde las gradas la gente no entiende nada, un juego demasiado raro. Todo es confusión, sobre todo porque no existió una respuesta convincente por parte de la dirección opositora. El oficialismo los llevó a su terreno a un campo conocido y dominado por las instituciones del gobierno. De todos modos ¿Que importaba eso? Donde fuera y como fuera la elección la victoria opositora estaba asegurada, la gente mayoritariamente descontenta castigará una vez más los errores y omisiones del gobierno - sobre todo - en materia económica y social, el país está cada vez peor, de manera que el gobierno se encuentra acorralado.

En la oposición la embriaguez de los resultados del 06 de diciembre de 2017 y la agudización del dramático cuadro económico, social y político del país, la colocaban en un espejismo de victoria absoluta, de un triunfalismo sin parangón.

Por otro lado, pocas demostraciones de una unidad, cohesión, transparencia y sobre todo, de dirección monolítica y de un solo discurso, daban al traste día tras día. Por otro lado se juega al ventajismo oficial (cosa evidente), la imposibilidad de las sustituciones por parte del CNE, lo cual afectó en los predios opositores, lo puede decir Andrés Velásquez, lo que conllevó al gobierno a proclamar su candidato en horas de la madrugada. Decía el apóstol de libertad cubana José Martí: "Estrategia es política. Los pueblos han de vivir criticándose, porque la crítica es la salud; pero con un solo pecho y una sola mente. ¡Bajarse hasta los infelices y alzarlos en los brazos".

Hoy la situación se agudiza cuando los 4 gobernadores de Acción Democrática decidieron presentarse ante la ANC y juramentarse ante ese órgano, el radicalismo ahora quiere llevarlos a la hoguera; tanto el opositor que ve como una traición infame la decisión de dichos mandatarios - como si hubiese otra salida efectiva para poder asumir el mandato popular- como algunos radicales gubernamentales que morbosamente ven en este gesto el regocijo de verlos humillados, arrastrados, que importa lo que tal gesto aporte al dialogo y a la reconciliación; porque para esos maniáticos el dialogo es una quimera, mejor es la confrontación y si hiede a pólvora, sangre en los pavimentos y deflagraciones pues mucho mejor.

Resulta que ahora son estos cuatro gobernadores los que traicionaron el legado de los muertos en las guarimbas, por lo que cabe preguntarse en este momento ¿Quien o quienes convocaron, incitaron y mantuvieron tan espantosa acción de calle? Incluso haciendo un ejercicio imaginario, si estos gobernadores no se juramentan ante la ANC y esta toma las medidas pertinentes - no pueden asumir el mando por ningún motivo - ¿Que pasaría? Tal vez la calle nuevamente caliente, mas violencia, más muertes, solo para satisfacer las apetencias de grupúsculos radicales, de nuevo la centrifuga en funcionamiento. A la oposición le urge una reingeniería, "Nuevos hombres, nuevas ideas, nuevos procedimientos", como lo proclamara Cipriano Castro.



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Victor Barraez


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