Acción Democrática y Primero Justicia por más brincos que den, así reparen, podrán alcanzar la validación pero nunca recuperaran la confianza del electorado venezolano. Sus fracasos políticos y mentiras impiden que el pueblo crea en ellos, acaso no recuerdan cuando Henry Ramos Allup afirmó que en seis meses sacarían a Maduro de Miraflores. O antes de eso en la campaña para las elecciones parlamentarias ofrecían acabar con las colas. Quien puede creer en un señor como Julio Borges que desde la presidencia de La Asamblea Nacional solamente se ocupó de visitar gobiernos extranjeros solicitándoles el cerco económico para Venezuela. Nada de esto es retorica, los hechos lo comprueban. Quien les marca las estrategias no tiene visión global mucho menos sentido común, planifican dentro de un egoísmo buscando beneficiar algún sector, últimamente los tiros iban a favor de AD, pero Henry Ramos decepcionó el día que se salió de la unidad al participar en las elecciones regionales. Así mismo la repetida incongruencia en el dialogo deja a flor de piel la escasez de liderazgo de la derecha, acompañado de desorientación respecto a las exigencias. En principio pedían elecciones presidenciales a los extremos que esa era la primera razón de las guarimbas, no querían comicios regionales si no votar para la salida de Maduro, ahora cuando se decide realizar elecciones presidenciales, se quejan porque son muy cercanas, bueno acaso no dicen contar con la mayoría del pueblo venezolano. De allí que cada día se crea menos en ellos, en este sentido la organización más golpeada es Voluntad Popular al no participar en la validación, teniendo como excusa que no están dadas las condiciones, pero no fue por eso, saben que no tiene estructuras ni gente suficiente para lograr las metas. Están pagando el error de su convocatoria a lo que llamaron la salida con la respectiva toma de calles e intento de paralización del país. Ya se apagó la llamarada que hacia brillar el liderazgo de Leopoldo López. El discurso derrotista de los representantes de la oligarquía venezolana vende la validación como el primer paso para justificar los resultados negativos del mes de abril, será que preparan desde ya el escenario para protestar ante la venidera derrota, esa posición es seguir lloviendo sobre mojado. La derecha en el fondo está consciente que por votos no van a ganar, esa confianza perdida mientras se mantenga esa dirección política difícilmente la recuperaran, por eso buscan convencer a Lorenzo Mendoza, intentando colocar un comodín manejado por ellos. Al contrario, por el lado de la revolución ya se da como un hecho la candidatura presidencial de Maduro. Se observa como aumenta el liderazgo del chavismo en la calle, la mayor prueba está con el carnet de la patria, apenas se anuncia una nueva apertura enseguida las colas de las personas llenan las plazas para obtener este instrumento que beneficia a todos sin distingo político, ni de raza o credo.
