El Candidato-Presidente Chávez (CPC) reiterativamente en el calor de la campaña electoral nos exige se eleve el debate ideológico y político, profundizando sobre los siete lineamientos estratégicos de la campaña; los cuales han de fortalecer el largo camino hacia la construcción del socialismo del siglo xxi. Requiere el CPC que expongamos y defendamos los significantes logros que el proceso revolucionario ha alcanzado. Solicita también, se debata y nos preparemos sobre la agresión e intervención militar que el imperialismo norteamericano ha venido programando en diferentes escenarios digitalizados y que aún tiene más fuerza, ante el “azulfurado” discurso recientemente elaborado por el Presidente Venezolano en las Naciones Unidas.
La intervención norteamericana no es nueva, dista de año atrás. Subrepticiamente se fortaleció cuando fue electo Alcalde de la ciudad de Maracaibo para el período 1996-2000, el Para-Manuel Rosales (P-MR). Quien además de incurrir en distintos y variados actos de corrupción asentados desde el 2003 y 04 en la Fiscalía General, gerenció y ayudó a consolidar una buena parte de la base social-económica de los grupos terroristas paramilitares. En efecto, la inteligencia social sentencia que legalmente, los paramilitares tienen injerencias entre otros espacios: venta de carros usados y nuevos; casinos y juegos de bingos; caballos de carrera; negocios en bienes y raíces; redes de hoteles, franquicias y expendios de alimentos (frigoríficos y productos lácteos); fincas y haciendas como bases de acciones ilegales, tales como la industria del secuestro; robos de vehículos; vacunas; extorsiones; acciones de sicariato bien conocidas por su asesor y jefe de seguridad el paramilitar López Sisco.
En la campaña electoral del P-MR se ha visto emulada por algunas propuestas del otrora candidato-paraco, el presidente colombiano el Sr. Uribe quien también ofreció la privatización de la educación; el cambio de armas por dinero; el profundizar la economía del juego y el azar, como lo está haciendo el P-MR quien también se ha dedicado a confundir al electorado, con el caudal de mentiras y desinformación,
nutriendo los desacreditados medios de comunicación y bajar los niveles de formación político-cultural de nuestro electorado.
La base social-económica de los terroristas paramilitares carga con otros objetivos de mayor alcance y al parecer les ha llegado el tiempo de ejecución. Algunos de ellos, necesariamente se asocian al resultado electoral venezolano del 3D. Entendamos parte del escenario en construcción: es indiscutible la enorme ventaja que el CPC lleva frente al P-MR. En algunos sondeos realizados por empresas encuestadoras, se calculan en más de 25 puntos que el CPC mantiene frente el paraco marabino. Ahora bien, en la matriz de opinión venezolana, se especula que la oposición política baraja entre sus cartas la opción del fraude; de nuevo desconocer los resultados del 3D, trampeándolos, independientemente de las cifras totales que ellos obtengan. Uno de los pronunciamientos que sortean, será hacer uso del supuesto caudal de votos obtenidos por el P-MR a nivel nacional para confundir y erigirse “La Región Autónoma de la Republica del Zulia. Recordemos que meses atrás el otrora candidato presidencial del secesionista Partido Primero Justicia Julio Borges, lanzo su aspiración presidencial en la ciudad de Maracaibo, actual capital del Estado Zulia. Entonces tenemos que además de la insipiente estructura partidista de Nuevo Tiempo de P-MR, Primero Justicia fortalecería la base política exigida por la secesión e implícita en la intervención norteamericana. De esa forma se conformaría la base socio-económica-político-militar de un nuevo estado abandonando la asociación con los demás estados venezolanos.
El discurso del P-MR que ofertará en su campaña electoral es profundamente insincero; fatuo en su esencia; desubicado en el contexto y cargado de repetidas mentiras. Falsedades que en su conjunto, provocan en P-MR diferentes expresiones sensoriales que hacen descubrírsele, el miedo reflejado en su accionar, al hablar y en el respirar. Miedo que algunos psiquiatras lo catalogan de “miedo escénico” motivado por una acumulación de sentimientos de inquietud e inseguridad causados por un peligro real o imaginario. La actuación de P-MR es de azoró, susto y cobardía. Este miedo lo interpretamos, como la nueva traición a la patria que progresivamente alimenta el P-MR, por cuanto a vivas caras se esta convirtiendo en el sujeto más activo del preludio de la intervención norteamericana en nuestras tierras zulianas.