La oposición venezolana en su afán de conjugar el verbo desconocer

"La libertad del mundo está dependiendo de la salud de América"

Simón Bolívar.



El verbo que más sabe conjugar la oposición venezolana es: Desconocer. La necesidad política más grande de la oposición es la de crear el caos, en un proceso electoral en el cual nunca han tenido intención de jugar limpio de cara al país y a la opinión pública nacional e internacional. Ellos y ellas han acordado desconocer bajo cualquier circunstancia al gobierno legítimamente constituido en elecciones libres y universales.

El veintiún candidato único de la oposición venezolana ha desconocido la efectividad de la verdad, cuando manipula irresponsable e inmoralmente las encuestas que lo dan como gran perdedor, con el fin terrorista de desestabilizar a todo un país y contribuir así a una posible ingobernabilidad.

El Gobernador del estado Zulia ha desconocido de manera indigna e irresponsable el derecho que tienen los jubilados, pensionados y familiares sobrevivientes de la gobernación zuliana a recibir el pago digno a todos sus derechos, después de una vida dada al servicio de las instituciones del estado. Debería comenzar a conjugar el verbo reconocer, ya que el estado Zulia es la región más insegura de nuestro país. Esta es la Gobernación más insolvente con sus empleados, especialmente con sus maestros y los demás empleados de la educación.

Desconocer sistemáticamente al resto de los veintiún candidatos opositores, es una perversa práctica de los integrantes de la oposición venezolana y de los medios de comunicación nacionales e internacionales, en el intento criminal de ignorar a todos aquellos que no representan ningún tipo de interés a ese sistema corrupto ya superado en Venezuela por la revolución bolivariana. Desconocer de manera descarada que ellos y ellas son representantes de una triste realidad política que puso a Venezuela y a toda su inmensa riqueza natural al servicio del imperio y de las transnacionales.

Ellos y ellas habrán de desconocer, en un arranque de un futuro imperfecto, la voluntad del pueblo venezolano, como han desconocido en el presente los logros de las Misiones, que se esfuerzan con éxito a sacar a nuestro pueblo de la pobreza más injusta que haya sufrido pueblo alguno en la historia moderna de la América latina. La oposición se niega a reconocer que en Venezuela y en todo el mundo se levanta una nueva conciencia liberadora que expresa la aspiración bolivariana de un continente y un mundo libre y soberano.

El pueblo se aferra a no olvidar los años de democracia representativa, que los mantuvo en la pobreza más crítica y cruel en el país más rico en todo el continente latinoamericano. El pueblo se niega a olvidar los tiempos de la exclusión de la educación y de la salud. El pueblo se resiste a olvidar los tiempos de la recluta obligatoria solo para la juventud empobrecida por un sistema excluyente y salvaje.

La oposición venezolana sigue desconociendo el golpe mortal que pretendieron dar a la democracia venezolana el 11 de abril del año 2002. Pretende desconocer el triste y criminal papel que jugaron en aquel terrorista golpe petrolero, con el cual pensaban ahogar para siempre a la economía de nuestro país, para garantizar la entrega de nuestros recursos naturales a las transnacionales petroleras y al imperialismo norteamericano.

Desconocieron durante la breve dictadura empresarial de Fedecámaras y la CTV, la vigencia del pensamiento bolivariano al pretender borrar de la memoria del pueblo el ideal liberador de Simón Bolívar, hecho que se evidenció al pretender retirar toda mención y toda imagen del padre de la patria en el ultimo acto público de las dictaduras derechistas y criminales en nuestro país.

Ellos desconocen las reglas del proceso electoral vigente en nuestro país, en su intento de crear las condiciones de cantar fraude y desconocer la voluntad popular, como una crónica de una payasada promovida y financiada por la embajada norteamericana.

Una vez más se equivocan, porque el pueblo no tolerará la campaña perversa de promover una supuesta desobediencia civil, que lleva implícita la violencia de las guarimbas de las clases altas, de los partidos políticos golpistas y de los centros de poder nacional e internacional. La oposición golpista debería empezar a conjugar el verbo: Recordar.

Recuerden que este pueblo está alerta y no tolerará ningún intento de golpe a la constitución bolivariana ni a ninguna otra institución democrática venezolana. Recuerden el 13 de abril del 2002.


¡El pueblo nunca olvida!



Obed Juan Vizcaíno Nájera


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