Los fanáticos del iletrado

La relación de la oposición con su pobre candidato es como la de esas familias de cuyo seno surge sorpresivamente una prostituta y que, luego del terrible trauma que por lo general ello ocasiona, termina por aceptar su infortunio con la más amarga resignación, encontrando a la larga respetable e incluso provechoso el modo de vida de su "bella niña".

Por eso la furia que expresan los acólitos del obtuso cuando de alguna manera se comentan sus inexcusables inconsistencias discursivas o sus recurrentes torpezas gramaticales.

Que el lerdo candidato se moleste cuando su ineptitud queda al descubierto ya no importa ni a los periodistas de sociales. Lo que resulta revelador al país hoy en día, más por patético que por ninguna otra razón, es el triste ridículo que hacen quienes de entre sus filas salen a tratar de defenderlo, argumentando una supuesta capacidad de síntesis o de dominio del lenguaje popular que podría atribuírsele al exiguo abanderado como justificación de su escaso nivel intelectual.

Comparto la discreción de esos periodistas que no se atreven a increpar a Rosales (aún cuando muchos de ellos no lo hacen por puro servilismo), porque en él percibo más un caso de retraso mental que una severa deficiencia política, derivada de su muy sólida y dilatada formación adeca, y eso, en verdad, mueve más a compasión que a cualquier otra cosa.

Que vetustos ex guerrilleros de montañas bajas aparezcan hoy buscando desaforados apenas un roce con el iletrado, pujando manotazos entre lo más repugnante del viejo estamento adeco y los más sibilinos camaleones de la cuarta república, en una tarima pletórica de escuálidos, racistas e ignorantes, resulta en verdad doloroso y sólo explicable por ese empedernido afán de figuración que tanto los ha carcomido a todos ellos durante casi medio siglo.

No puede ser sino lamentable ver a tanta gente que se suponía talentosa y honesta, haciendo tan descabellada filigrana conceptual para tratar de enmendarle el capote al menguado dirigente a punta de mentiras y falsedades. Algo que sólo se explica por el odio tan profundo que sienten hacia el presidente Chávez por haber logrado en poco tiempo lo que ellos no pudieron hacer durante más de cuatro décadas... ganarse el afecto del pueblo.

aaranguibel@msn.com


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Alberto Aranguibel B.

Comunicador social e investigador. Conductor del programa Sin Tapujos, que se transmite por Venezolana de Televisión. Asesor Comunicacional y de Imagen en organismos y empresas públicas y privadas.

 albertoaranguibel@gmail.com      @SoyAranguibel

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