Ante la propuesta de Rosales de enfrentarse en un debate electoral, sano equilibrado y equitativo, propongo que el Presidente Chávez solicite un debate frente a frente con el Presidente George Bush en una localidad cercana a la ONU y que Manuel Rosales debata con el gobernador Luís Felipe Acosta Carles en la nueva sede del Nuevo Circo.
Tratándose de un debate equilibrado y equitativo que debe respetar la majestad del cargo y las jerarquías respectivas lo más sano es que debatan Presidente con Presidente y Gobernador con Gobernador.
Me imagino la sonrisa tiesa de Manuel Rosales cuando lea este artículo, pensando que Luís Felipe Acosta Carles no esta a la altura de su envestidura y me adelantaré a decirle que el entendimiento y la capacidad del Gobernador de Carabobo debe considerarlo, él no lo puede medirse por el eructo que fatigó a Globovisión durante mucho tiempo y que le sumó la popularidad suficiente al General, activo entonces, de la Guardia Nacional, para hacerse de los votos necesarios y obtener la suficiente popularidad para ganar la Gobernación de Carabobo. Ello demuestra la capacidad del señor gobernador a la hora de “trabajar” los medios inteligentemente. ¿Cómo no podemos pensar que el Gobernador Acosta Carles no tiene capacidad para debatir con uno de similar jerarquía y envestidura como Manuel Rosales?.
Además del respeto a la majestad del cargo, esta la expectativa pública sobre un debate de esta categoría. Si Rosales llega a acorralar al Gobernador Acosta Carles, ello implicaría un porcentaje de amplitud que con seguridad afectaría las encuestas a favor del Gobernador del Zulia. No queremos pensar si ocurre lo contrario. Agregado a esto la desventaja que resultaría debatir con el Presidente Chávez, no tiene posibilidad de arrinconar al presidente, no hay argumentos posibles que le den ventaja a Rosales, las debilidades son muy pocas ante las fortalezas de Chávez que son muchas.
Pensándolo bien, yo estando en las medias de Rosales, no me pongo a regar la especie de debatir con el águila, porque ni que las peras al horno fueran buenas, y ni que los cantos de ballena fueran tan bonitos.
Ni pensar en la simpleza espasmódica de sus adjetivos calificativos: “este es un gobierno malo porque yo voy hacer un gobierno bueno”
Señor Rosales, debata, pero equilibrada y equitativamente, Luís Felipe es un buen candidato, para el debate.
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