Cuando el Gobernador del Zulia quedó como solista del trío de
candidateables que integraba junto a Teodoro Petkoff y Julio Borges, mucha
gente se figuró que la campaña electoral estaría sazonada con expresiones
propias de la Tierra del Sol Amada.
De antemano me preparé a disfrutar algunos maracuchismos y
otros términos singulares que, por lo demás, se oyen en todo el país en esta
época del año, cuando empiezan a sonar las gaitas.
Para desilusión de los propios y sorpresa de los extraños,
Manuel Rosales resultó ser un candidato recatado y hasta pudiéramos decir
amorfo; lo que en criollo denominan ni chicha ni limonada.
Los columnistas que esperaban una campaña salpicada con
vocablos propios de la idiosincrasia zuliana se quedaron con los crespos
hechos. A estas alturas el candidato no ha dicho ni una sola vez váis pues
primo, mucho menos ¡qué molleja!, por no hablar de un vocablo tan expresivo
como ¡vergación!.
Los asesores de Rosales se equivocaron al presentarlo como un
modelo de circunspección con la intención de diferenciarlo del candidato
oficialista, a quien consideran chabacano, confianzudo y ordinario.
Faltando poco para el 3-D se ha podido establecer que a Manuel
Rosales lo que le falta de procaz lo tiene de engalletado. Sus frases para
la prensa son aptas para todo público, no contienen sexo ni violencia y,
aunque exhibe fallas de lenguaje, no requieren el asesoramiento de padres,
madres o representantes. El único detalle es que resultan ininteligibles.
Así pues, para evitar confusiones, intentaremos aclarar el
sentido de algunas palabras o expresiones enigmáticas:
CANTOS DE BALLENA: Versión rosalista de los cantos de sirena que atraían a
los argonautas, que en este caso podrían ser narconautas.
CHUQUI: Personaje similar al temido Coco, utilizado para asustar niños
traviesos y usuarios de las captahuellas.
ORÁCULO DE EDELFO: Oratorio u oráculo construido por Edelca, dedicado a los
elfos.
PARÁSITO: Tercio vividor o mantenido por el gobierno, muy distinto a quien
reciba la tarjeta Mi Negra.
PEDIR PERAS AL HORNO: Variante del refrán que consiste en pedirle perras al
horno.
augusther@cantv.net