El Voto Rojo, Rojito

Este próximo domingo el pueblo venezolano le va a pasar tremenda factura a la oligarquía venezolana, a los medios partidistas de comunicación, a la rancia oposición y sobre todo al imperialismo gringo cuando la mayoría de los revolucionarios salgamos a depositar nuestro voto rojo, rojito. Ya hemos dado una pequeña demostración el pasado domingo cuando la capital del país fue desbordada por el Tsunami que dejo boquiabierto hasta los mismos chavistas.

La marea roja fue impresionante, yo apenas pude llegar al final de la avenida bolívar, ya que ese domingo estaba en una fiesta preescolar de mi hija en una zona del este de la Ciudad, acto por lo demás hermoso y mágico quedando un poco turbio al final del mismo cuando la disociada gente presente comenzó a gritar la consigna “¡Atrévete!, cosa por lo demás innecesaria porque nada tenía que ver la magia de los cantos de los niños con la politiquería, pobre gentuza que no se pueden contener, no pueden separar las cosas.

¡Atrévanse a llorar! Porque le vamos a dar una paliza que jamás podrán olvidar y dudo que después del 3 de diciembre tengan después ánimo de salir a las calles y autopistas a querer marchar. Estuve por allí el pasado sábado mirando el caminar apesumbrado de los marchistas de Rosales, caras tristes porque era evidente que la derrota de su candidato era evidente. Siempre he considerado que lo de la oposición a Chávez es una moda mediática, por lo menos deberían de agradecerles a Chávez que por estos años los sacó de sus casas a conocer a pie un poco Caracas, a que existe el centro de la Ciudad, de que sepan que hay pobres con muchas esperanzas, de que el este no es Venezuela.

El problema con los habitantes de las zonas del este de la ciudad es que viven desconectados de la realidad y del pueblo, son gente encerradas en su comodidad, llegan a un nivel de vida de bastante apariencia, como bien lo dice Chávez, viven una vida privatizada; todo lo deben, los gastos de alquiler y colegio son enormes, y eso que no hablemos de los automóviles. No quita que una familia viva bien, pero estar inmerso en una existencia privatista debe ser fuerte.

A mi me fascina la urbanización del Este, quien no desea vivir por allá, pero no hay como disfrutar el palpitar de la gente, estar en el centro de la ciudad rodeada de personas, ver la sencillez de la vida en las plazas, la camaradería, los bares llenos con sus borrachos o gente disfrutando de una bebida, ver a los niños corriendo con sus patines, bicicletas, disfrutar de los grupos de personas que se reúnen a dialogar, compartir.

Cuanto disfruto la vida en un barrio; casas sin rejas, gente en libertad por allí, por acá. Cosa maravillosa fue ver el domingo por la tarde, a eso de las 5 p.m. en San Martín, camionetas de pasajeros llenas de gente de rojo, alegres, cantando, parejas de motorizados con sus banderas rojas. Son esos momentos que te demuestran la sencillez de las cosas, uno absorbe el calor de la gente, sus esperanzas, sus alegrías y aún sus necesidades.

El pueblo que salió a marchar y a concentrarse en las distintas avenidas son las que han sabido valorizar el proceso, sin miedo, sin traumas, sin rabia, salieron simplemente porque están llenas de esperanza. Que diferencia a las marchas y concentraciones de la gente del este con la pobre gente de las clases populares engañada mediaticamente, quienes unos temen un gobierno y que totalitarista que quiere quitarle sus hijos, carros y casa, pero a los otros qué. Es estupido esa forma de pensar la política.

Que satisfacción salir a votar con una conciencia clara en lo político, esto no quiere decir que la mayoría de los chavistas tengan tal claridad, eso se ve cuando los periodistas le preguntan a la gente por qué apoya a Chávez; unos dice porque me dio una casa, otros dicen porque obtuve esto o aquello, aunque a mi parecer debe haber razones ideológicas e históricas porque uno vota por éste o por aquel. En eso si tengo mucha paz porque desde el año 1988 he evolucionado en ese pensamiento, claro Chávez en estos 8 años ha sido para mi un tremendo tutor político.

Voto por él no porque haya recibido cosas de su gobierno; hasta el momento no poseo casa propia, tampoco he logrado algún crédito familiar o empresarial, la cooperativa que dirijo a dependido más de los pagos por servicios de PDVSA que de otra cosa, me beneficia mucho comprar en Mercal, no son muchas las cosas que he obtenido, no porque no las tenga, sino porque nunca he relacionado beneficios personales con el Estado, más bien me satisface es que la gente más necesitada, especialmente los de pobreza extrema puedan asirse de la justicia venezolana a través de este gobierno.

El voto rojo rojito es un voto de conciencia, un voto para la liberación poli partidista, un voto que va más allá de una casa a obtener, de un empleo en algún ministerio, de alguna dadiva del estado, es un apoyo a un política de estado que está fundamentado en una constitución que garantiza la libertad y felicidad del ser humano y del colectivo social. Si alguien tiene duda de lo que Chávez busca para la nación es porque no ha leído la constitución, se fundamentan en hipótesis y temores.

Lo triste en todo este proceso es como sectores de Clase Media, Iglesia Católica, Clase alta se unen para solo defender sus privilegios y propiedades, eso es todo, no soportan que un negro verrugoso que habla golpeado los represente como primer mandatario, se acostumbraron a los tipos de buen hablar, educados, perfumados, equilibrados, de buen vestir, no importa cuanto hayan desangrado al país y lo hayan llevado a la miseria. Pero Chávez no, ese marginal que puede convertirse en tirano, acaso no tuvimos tiranos en nuestra nación que solo gobernaron para las elites.

Con ese voto rojo rojito estaremos garantizando un gobierno de 14 años y más porque para sacar al país de abajo necesitamos 20 años más de gobierno con Chávez, de que vale repetir el sistema del pasado donde cada 5 años un nuevo gobierno llegaba y tumbaba lo bueno que hizo el anterior. Necesitamos un estado que de seguimiento a las políticas que ahora las hace la gente. Esa es la otra cosa que no llegan a comprender, la ignorancia la reflejan cuando temen de que Chávez se atornille en el poder, pero resulta que lo que más desea él es que sea las personas desde los estratos bajos los que construyan las políticas de servicio, resguardo en la sana administración de los fondos públicos.

Como no huelen a gente ni a pueblo llegan entonces a desestimar a los desposeídos calificándolos de ignorantes, corruptos y populistas, y uno se pregunta, ¿En 50 años de democracia representativa, a dónde carajo estaban estas luminarias de empresarios?, si hacen alarde de sus conocimientos gerenciales porque dejaron hundir un país así. Ahora que las masas de organizan y van asumiendo protagonismo se les acusa de comunistas y populismo.

Pueblo hay pa rato, serán estos 7 años de gobierno revolucionario donde las masas van a crecer en experiencia gerencial, van a saber cómo gobernar desde abajo, como levantar nuevas estructuras y mecanismo para solucionar sus problemas, cómo elevar el nivel cultural y político de la gente, como ir creciendo con conciencia socialista a la clase media, cómo ir siendo un pueblo totalmente libre.

Juliocesar1221@yahoo.es


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Julio Cesar Colmenares

Comunicador alternativo.

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