La rueda de la vida da muchas vueltas. Gira y gira sin cesar, y en cada vuelta una sorpresa. O como dice la canción "La vida te da sorpresas, sorpresa te la vida, ay Dios…". Quien lo iba a creer. Nadie daba medio por Henrique Capriles. Y de pronto nos informamos que se ha sentado frente a Nicolás Maduro, o a su lado. ¿Quién sabe? La buena noticia no solo para Venezuela, sino para el mundo que esta pendiente de lo que sucede, en materia política, en este país latinoamericano, es que hay un diálogo serio y productivo entre un vasto de la oposición venezolana y el gobierno que preside Maduro.
En efecto, ha sorprendido al mundo político nacional e internacional la reaparición de quien, por largo rato fue el líder opositor más relevante en décadas recientes. La rueda de la vida hizo que desapareciera su liderazgo, y saliera de la oscuridad, por arte de magia, el "liderazgo" de Juan Guiadó, en quien miles y miles de venezolanos depositaron su confianza y su esperanza. En especial aquellas personas que visceralmente dejaron en creer en el chavismo. Pero Guaidó, no cuajó. A pesar del descomunal apoyo del presidente Donald Trump, así como de los gobiernos de derecha nucleados en el Grupo de Lima, no pudo con la múcura. Y se desinfló.
Mientras tanto, desde su trinchera oscura y olvidada, la figura de Henrique Capriles, esperaba con paciencia su oportunidad. Y llegó el 2020 sin que apareciera un líder en la oposición capaz de ponerse al frente de los grandes sectores oposicionistas. Y, de pronto, cambian al CNE, con miras a las elecciones de diputados, y fija una fecha: el 6 de diciembre. Y se dio inicio a las declaraciones. Guaidó, llamó a no votar. Lo siguió Henry Ramos Alllup, y, por ende, los radicales de Voluntad Popular. Pero, por debajo, surgió un diálogo entre opositores y el gobierno. Y había llegado la hora de Capriles. Y no la desaprovechó. Todo lo contrario.
En ese orden de ideas, Capriles volvió a la palestra pública de manera contundente, y aseguró que no debería ser sorpresa que él presente propuestas diferentes para enfrentar al gobierno de Maduro, ya que la ruta trazada por Juan Guaidó "se agotó". Y enfatizó: "Nadie puede sorprenderse por lo que estoy diciendo, pues, siempre he dado un paso al frente con responsabilidad. En un acto de desesperación llamé a rectificar. Y ahora vuelvo con una propuesta que está lejos de la de Guaidó. Llamo a los venezolanos a votar el 6 de diciembre. "No le podemos regalar la Asamblea Nacional a Maduro". BUENA NOTICIA…
