Cuando el Guarimbero Mayor se levantó de la silla de las visitas incómodas, entró inmediatamente al estatus de socio. Al diablo ser un terrorista, hijo de un diputado del Partido Popular (enemigo sólo nominal de los pesoistas); eso poco importa en el Reino, donde todos llegan cargados por la cigüeña o en avión. Se abrió una nueva "geometría de poder" que no es precisamente la que planteaba Chávez, que construiría ciudades socialistas y otras fuentes de poder local y regional, ajenas por completo a las ideas de la burguesía revolucionaria. El Guarimbero que se sentó allí fue otra figura política al levantarse: "Hasta luego, Señor Comisionado del Centro de Gobierno Interino de Venezuela, Don Guarimbero. Lo esperamos otro día".

Los ecos de protestas de ultramar, cuyas últimas silabas sólo se escuchaban de refilón, "...quivocas....", "...informarte..."... daban cuentas de un Presidente legítimo que en el Reino se ha dado órdenes de desconocer. Frente a sí, el arsitocrático obrerista tenía al representante último que interesaba, el Señor Comisionado, Don Guarimba. Ahora hay que darle un carácter verdaderamente colonial a un nombre que suena tan aborigen; sería mejor un Don "Guarimbez", y así solucionan los temas de la colonialidad, la resistencia indígena ante el genocidio que hay que olvidar, etc. Un buen toque de imposición de ideas sin que suene a reconocimiento como Presidente Interestúpido a WhiteDog, es desconocer la base republicana del Presidente legítimo: las elecciones. Por cierto, se pregunta el elegante obrerista, "¿Qué es una República y qué una elección?", porque en el Reino la gente vota pero no hay gobierno hasta que le sale del forro a otra gente, al Rey y a las Cortes medievales.

Don Guarimbez, Comisionado del Centro de Gobierno y más allá, salió de la sede de los obreristas que le dieron lustre a sus preocupaciones internacionalsocialistas en su capítulo anticomunista, buscando una oficina para el ejercicio oficial del cargo de la nueva geometría de poder diseñada para dedicarse a la extracción de recursos y negociar otros con el Reino. Para aumentar su estatus internacional como representante de gobierno, el Reino ha decidido debilitar la institucionalidad del gobierno legitimo de Venezuela nombrando únicamente un Encargado de Negocios en Caracas que se ocupará de las no ventas de petróleo y otras menudencias logradas. Lo importante será negociar con el Señor Comisionado Don Guarimbez, quien tendrá la representación de Citgo y otras empresas robadas. De refilón, habrá ganancias para las familias aristocráticas que venden armas, porque eso siempre fue negocio reservado a la nobleza.

El grupo G4, compuesto por unos bandidos cuentabilletes de la marginalidad política venezolana, han dado un sesgo en la creación política, impulsados por los aprendizajes de los guarimberos de base que ahora hacen más vida en Miami. Así como Chávez nos dejó las ideas sobre la Nueva Geometría de Poder, los guarimberos nos traen otra: el Centro de Gobierno, cuya figura del "Comisionado" aumenta la letalidad de sus acciones; no es otra cosa que un negociador de poderes de quienes han usurpado las funciones públicas de gobierno. Aquí no hay retóricas posibles, ni retorcidas ideas acerca de lo que es un gobierno, por malo o bueno que sea.

Se avizora en el Reino una oficina de negocios de los recursos robados a Venezuela, y un importante centro de poder ilegítimo manejado por el G4, que desde hoy rotará el representante presidencial del "Interinato". En estas aguas turbias de la Europa mercantilista que sigue en su mentalidad de hace quinientos años, desaparecen de la vista nuestros recursos.

En enero no habrá desaparecido WhiteDog, y habrán nacido nuevos candidatos al Interinato Rotativo de Extracción de Recursos venezolanos, y nuevos Comisionados del Centro de Gobierno Interino para Norteamérica, Asia, Oceanía, África, El Caribe, la Antártida y el Polo Norte. Si no hay Poder Popular, seguiremos siendo emboscados.