Que bueno que a la oposición venezolana le preocupa la corrupción en el medio político en nuestro país, considero que ya ha comenzado a influir sobre ella el pensamiento político de Simón Bolívar y los postulados de la revolución bolivariana. Quizás ahora comiencen a colaborar con las autoridades nacionales e internacionales para que se logre apresar y llevados a juicios los políticos, banqueros, industriales e inversionistas corruptos que tanto proliferaron en la cuarta república y que ellos saben donde están estos señores y señoras y donde están esos capitales.
Ahora veo que pueden colaborar eficientemente, para poder traer a la justicia venezolana a los expresidentes corruptos y sus barraganas que se enriquecieron groseramente con los dineros de las partidas secretas y de las comisiones de los negocios del gobierno nacional.
Creo que podemos dar gracias a Dios, porque la oposición venezolana no seguirá viendo a Carlos Andrés Pérez como referencia golpista contra el gobierno revolucionario del presidente Chávez.
Creo que ya podemos traer, con la ayuda de estas personas de la oposición, al expresidente Jaime Lusinchi y a Blanca Ibáñez, a Vinicio carrera y a todas aquellas personas que se llevaron impunemente los reales de la nación para amasar fortunas personales que sirven para financiar a la oposición terrorista en Venezuela.
Por fin la oposición denunciará los ilícitos de SUMATE, y nos ayudará a denunciarlos frente a la justicia norteamericana para que sean investigados por el uso ilícito de los fondos de los contribuyentes norteamericanos por esta operaria político-electoral del Departamento de Estado norteamericano en suelo venezolano.
Que bueno que por fin la oposición venezolana hable de malversación de fondos, porque así podríamos demandarle las pruebas que ellos y ellas tienen de los Jeep de Ciliberto. Podemos por fin saber que están dispuestos a decir la verdad del caso RECADI, para avanzar más allá del Chinito que pagó los platos que quebraron los grandes funcionarios públicos que fueron los grandes beneficiados, conjuntamente con empresarios y grandes inversionistas venezolanos, de los dineros públicos.
A lo mejor reconozcan que en Venezuela si hubo en el año 2002 un golpe de estado y no una acción de beneficencia de un grupo de gorilas preñados de buenas intenciones planificaron apresar y asesinar al presidente de la república. Quizás ahora si recuerden los nombres de los políticos y militares golpistas que contrataron y pagaron a los francotiradores-contratistas extranjeros, que asesinaron impunemente a los marchitas tanto simpatizantes de la Revolución como opositores a estas.
A lo mejor ahora si puedan convencer a Manuel Rosales a pagar a los jubilados y pensionados de la gobernación del estado Zulia, sus jubilaciones y prestaciones sociales que supuestamente se gastó en la pasada campaña electoral, en el supuesto negado que funcionara la mentira de su triunfo, que cocinaron en la embajada gringa en Caracas.
Lo triste de todo esto es que la oposición venezolana ve malversación de fondos públicos, en la labor que realizan en beneficio del pueblo venezolano las diferentes Misiones de salud, Educación y vivienda. Ven malversación en la solidaridad que presta nuestro gobierno a los pueblos de la América latina, África y en otras regiones del mundo. ¿Por qué será que les duele a estos grupos el auxilio a pueblos hermanos?
Se olvidan que estas ayudas a pueblos hermanos están basadas en hechos históricos de profundo valor bolivariano. Jamaica, es la tierra que acoge al Bolívar perseguido por el imperio español y le brinda su apoyo material y moral.
Haití, Tierra inmensa de solidaridad en los albores de nuestra patria, tanto Miranda como Bolívar fueron receptores de la solidaridad inmensa de la patria primogénita de la libertad de América.
Bolivia, Hija predilecta de Simón Bolívar, engendrada en el amor y en la pasión liberadora del padre de la patria. Pasión última y más reciente del genio de la libertad de los pueblos de nuestro continente.
Argentina, Cuando el territorio venezolano fue invadido por las grandes potencias europeas del tiempo del general Cipriano Castro, solo un puñado de naciones latinoamericanas levantaron la voz a favor de nuestro país. Entre estas la gran república Argentina. Recordemos la Doctrina Drago, promulgada por Luís m. Drago, en la cual se condena el saqueo de las naciones del mundo por causa de las deudas externas que imponen injustamente las grandes potencias a los pueblos de economía débil.
África, cuna de la humanidad y continente que fue escenario del más grande genocidio y holocausto cometido contra la raza humana. Tierra de donde proviene gran parte de nuestra carga genética. Tierra de donde proviene la inmensa mayoría de los trabajadores que por obra y gracia de la esclavitud construyeron la patria y la economía que hoy disfrutamos los venezolanos y venezolanas.
No es extraño que la oposición venezolana se comporte de esa manera, porque llevan impreso en sus corazones el estigma de la traición y el desagradecimiento de Judas. Ellos están acostumbrados a vender la patria y los ideales que esto pueda tener implícitos.
Lo que si es verdaderamente curioso es que a esta misma oposición no le moleste todo el terrorismo y destrucción que causaron Fedecamaras, la CTV y la gente del petróleo en la economía nacional con el fracasado paro nacional, el golpe petrolero y los continuos saboteos a instalaciones y acciones del estado venezolano.
El pueblo nunca olvida.
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