Desde aquella absurdidad eufemística que calificó como ³vacío de poder² el
clásico golpe de Estado a lo gorila, ocurrido en abril de 2002, los
adversarios del gobierno en Venezuela han acuñado términos cada vez más
surrealistas intentando desvirtuar las vainas que ellos le echan al país.
Para que el contrasentido sea mayor recurren a fórmulas como denunciar la
falta de libertad de expresión a través de los medios de comunicación que
supuestamente están censurados y que, por lo tanto, no deberían mencionar
temas prohibidos por el régimen totalitario.
En el seno de la ultra derecha ha surgido un sedicente ³Comando de la
Resistencia². Dicha ³resistencia² pretende evocar la actitud de ciertos
adecos durante la dictadura perezjimenista, la mayoría de los cuales, por
cierto, se pasó a la izquierda al término de dicha época. Aquellos, a su
vez, se inspiraron en la ³resistencia² francesa bajo la ocupación germánica,
cuando la Gestapo demostraba su eficiencia en materia de torturas y
persecuciones.
Este ³Comando de la Resistencia² no actúa en la clandestinidad, enconchado
en sitios secretos. Muy por el contrario, los ³mártires² o jerarcas de dicho
tinglado convocan ruedas de prensa donde acuden hasta los periodistas de los
medios oficiales, quienes son, a la postre, los que resisten la andanada de
monsergas planteadas por los valerosos exponentes de presuntos hechos
heroicos.
Desde hace años hablan de ³presos políticos² cuando se trata, en algunos
casos, de políticos presos, que no es lo mismo ni se escribe igual.
Cierto es que derrocar al gobierno legítimo es un acto político, pero, más
que eso, es un delito contemplado como tal aquí y en cualquier otro país. El
golpista es un delincuente común, por más antipático que sea el gobernante,
así se llame George W. Bush, por quien el desprecio resulta ser universal.
Ahora les dio por llamar ³desaparecidos² a los evadidos de las cárceles,
connotación doblemente cínica pues, por un parte, no reconocen el delito de
la fuga y, por la otra, solapadamente hacen ver que podrían haber sido
secuestrados para liquidarlos.
Menos mal que eso no se lo traga nadie.
augusther@cantv.net