Mientras Nicolás Maduro se consolida y es proclamado como candidato único del chavismo, la oposición sigue extraviada en el laberinto de sus contradicciones y no logra hilvanar respuestas ante la compleja situación que vive el país. La desgastada maquinaria del G4 pretende imponer a Manuel Rosales como candidato y María Corina Machado se resiste e insiste en buscar un(a) emergente para llegar hasta un final (tan incierto) que pudiera conducirla al abismo. La oposición sigue “atrapada sin salida”.
La presión de distintos factores de oposición sobre María Corina Machado para forzar su renuncia es muy fuerte. Unos le piden que se haga a un lado para despejar el camino y encontrar la salida, otros insisten en que reconozca que no puede inscribirse porque está inhabilitada. Los “alacranes” denuncian sus acciones contra la patria con ánimo de ganar indulgencia popular. En esos vericuetos de la oposición el corrillo y la zancadilla tienen más valor que la organización y la razón política. María Corina Machado insiste en buscar un(a) candidato(a) emergente que le permita mantener su liderazgo en la oposición mientras espera, pacientemente, las instrucciones de Washington.
Manuel Rosales se atrinchera en los pasillos de los partidos tradicionales para buscar apoyo a su candidatura, aunque tenga que hipotecar su alma. El desgastado G4 (Ad, PJ, VP y UNT), en su diatriba interna, reconoce que no es posible inscribir a María Corina Machado, advierte que se aproxima la hora decisiva y la oposición solo tiene dos tarjetas para postular, una perteneciente a un UNT y la otra a la desaparecida Mesa de la Unidad Democrática (MUD). En ese escenario de emergencia electoral aparecen dos alternativas: fragmentarse con varias candidaturas o llamar a la abstención para jugar al caos social. Nada es casual, Washington dará la orden final.
María Corina Machado no acepta colocarse a un lado para dar paso a una candidatura que le quite su liderazgo en la oposición y lanza al ruedo a una vocera alternativa, Magali Meda, con quien pretende convertirse en la reina tras el trono. Su verdadera estrategia es prepararse para un escenario posterior a las elecciones en el cual se plantean profundizar tensión política, aumentar de la confrontación interna y consumar la amenaza de reinsertar las sanciones con una eventual victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU.
El país con su debilitada institucionalidad que contrasta con una indiscutible lealtad democrática, su inocultable descontento popular y sus ligeros síntomas de recuperación económica es el gran ausente del escenario electoral. Los grandes problemas de la nación no son parte esencial del debate electoral y el pueblo trabajador sigue esperando que las elecciones presidenciales se conviertan en garantía de mayor estabilidad institucional y se acelere la naciente recuperación económica con la esperanza de recuperar el Estado de Bienestar Social.
En 1975 se hizo popular la película “Atrapado sin salida” basada en la novela “Un vuelo sobre el nido del cuco” de Ken Kessey que describe las vivencias de un grupo de enfermos mentales encerrados en un hospital psiquiátrico que en su lucha por salir a la calle enfrentan a quienes los dirigen, se matan entre ellos y al final rompen una ventana que los conduce a un vacío en el horizonte. Así luce la oposición venezolana aislada soñando con un final incierto y “atrapada sin salida” …
MENSAJE CON DESTINO
“Lo bueno viene con lo malo de la mano. No hay el mundo perfecto de lo anodino. Hay suma y resta. Tenemos que integrarnos por nuestro propio desarrollo, pero el desarrollo no es solo sumar riquezas, aumentar consumo...es la lucha por la felicidad humana”
José “Pepe” Mujica