Reciba cordiales saludos.
Lo primero que deseo saber, Edmundo, es quién es usted. ¿Puede decirme a mí y a todos los venezolanos quién es usted? Seguro está consciente de que los venezolanos no lo sabemos y que la inmensa mayoría no habíamos oído hablar nunca acerca de su persona. Ahora, una vez nombrado candidato "tapa" por parte de la oposición recalcitrante y ultraderechista, sé que fue embajador en Argentina del fallecido presidente Hugo Chávez Frías, de donde fue "relevado" al reconocer a Carmona "El breve", y averiguando un poco más en internet, encontré que también sirvió como diplomático para el gobierno de otro presidente venezolano fenecido, Carlos Andrés Pérez, como embajador en Argelia en el período comprendido entre 1991 y 1993. Es, entonces, diplomático de carrera.
Más allá de los datos que podamos encontrar en la red, los venezolanos deseamos saber quién es usted. Queremos que hable, que se dirija al país, que exprese sus ideas si las tiene o, en su defecto, que reafirme lo dicho hasta ahora por quien lo llevó a ser candidato, la señora Machado. Lo anterior lo digo no para faltarle el respeto, no, sino por el hecho de que usted, en repetidas oportunidades, ha declarado que es un candidato provisional y que la verdadera candidata es la mencionada ciudadana.
Creo que estará de acuerdo con que los venezolanos no debemos elegir a nuestro presidente por consejo de nadie, ni mucho menos por pendones o fotos que nos muestren en concentraciones políticas. Es por eso, que le pregunto ¿cuál es su programa de gobierno? ¿Tiene, en verdad, programa de gobierno? ¿Qué piensa hacer, de resultar electo, en materia económica? ¿Tiene en mente una política privatizadora? ¿Se considera neoliberal? ¿Cree en la mano invisible del mercado? ¿Cuáles son sus principales referentes en materia política y económica? ¿Qué piensa hacer con la educación venezolana? ¿Qué piensa en relación al seguro social?
Señor Edmundo, además de las interrogantes planteadas, hay otras que es necesario hacerle, ya que conllevan una elevadísima importancia para nosotros, el pueblo venezolano. Como dije anteriormente, usted viene de la mano de María Corina Machado y, por tal razón, es fácil inferir que en la mayoría de las cuestiones está de acuerdo con ella. Ahora bien, en este orden de ideas, ¿está usted de acuerdo con las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, las cuales fueron solicitadas una y otra vez por Machado y otros tantos dirigentes de la oposición de extrema derecha? ¿Estuvo usted de acuerdo con el llamado interinato del ahora prófugo de la justicia Juan Guaidó? ¿Lo obligó Guaidó a salir a hacer campaña por Venezuela después de que dijera que no lo iba a hacer y que no estaba en condiciones de hacerlo? ¿Estuvo usted de acuerdo con quienes, como María Machado, pidieron intervención militar usamericana en Venezuela? ¿Qué tiene que decir acerca de informaciones que lo relacionan con hechos de sangre ocurridos contra religiosos en El Salvador en la década de los ochenta? ¿Está usted en condiciones de salud como para dirigir los destinos de un país que posee las mayores reservas de petróleo del mundo, las quintas de gas y muchísimos minerales estratégicos junto a reservorios de agua? ¿Apoya el genocidio israelí en Palestina? ¿Perseguirá, de ser electo presidente, todo lo que huela a chavismo? ¿Qué opina de figuras como Bolsonaro, Milei, Bukele y Trump? ¿Disminuirá la inversión social en el país? ¿Qué opina de un mundo multipolar? ¿Cómo lidiará con el problema de la diáspora venezolana? ¿Será usted conciliador y se deslindará de aquellos opositores llenos de odio? ¿Cuál es su postura en relación a la Guayana Esequiba? ¿Qué opina de lo sucedido con CITGO y con el oro venezolano retenido por Inglaterra? ¿Qué piensa de movimientos que enlutaron al país como el golpe de los plátanos, las guarimbas y La salida?
Como verá, son muchas y muy importantes las preguntas que tenemos los venezolanos en torno a su candidatura. Debe saber, que desde el lado de la oposición de extrema derecha, se quiere crear con su figura un nuevo mesianismo. Esa idea de que viene a salvarnos del madurismo y que va a enderezar todos los entuertos del país causados durante los veinticinco años de chavismo-madurismo, como si la mayor responsabilidad de la situación que vive Venezuela no se debiera a los desaciertos y crímenes de esa oposición anti venezolana y entreguista y a las continúas intervenciones y ataques estadounidenses en contra del país. No queremos más mesías, ese no es el camino, está bien demostrado. El que muchos venezolanos aún busquen mesías, demuestra que, a pesar de todo lo vivido, no hay en ellos madurez política.
Entenderá, Edmundo, que después de tantos años de traumas, los venezolanos necesitamos conocer a los candidatos que están optando por la primera magistratura nacional y que no nos es suficiente, como ya señalé arriba, que nos muestren pendones, fotos o afiches. Disculpe que le reitere esto, pero es que es totalmente inédito en Venezuela que una persona (María Machado) le haga la campaña a otra (usted). Eso nunca había ocurrido. Soy sincero con usted, hace poco lo vi en una concentración opositora y pude apreciar que entre varias personas lo subían a la tarima armada para el caso y que lo sostenían para que no se cayera. Espero su respuesta en torno a su salud, pues lo veo envejecido y de salud precaria. Edmundo, una gran parte del pueblo venezolano considera que no es digno que le hagan la campaña, pues lo que se desprende de ese hecho es que lo están utilizando, ¿será cómplice de tamaña indignidad? Haga, pues, su propia campaña y demuéstrele al pueblo que está en condiciones de ser presidente.
No me queda sino desearle salud y años de vida de calidad, ya que no puedo desearle éxito en su carrera presidencial, porque de ninguna manera votaría por usted.
Quedo de usted
José Miguel González Villalobos