Rosalio Castillo Lara, era un Cardenal venezolano que alcanzó los más altos cargos en el Vaticano, llegó a ser administrador de la santa sede. Pero luego de su retiro se dedicó a la política valiéndose de su investidura cardenalicia, haciendo una fuerte oposición al Presidente Chávez.
Su delirium seníl lo llevó a convertir un acto litúrgico en un mitin político, esto ocurrió cuando se realizaba la procesión anual de la Divina Pastora en el estado Lara, donde más de un millón de personas manifestaba su fe y rendía sus respetos a la Virgen. En este escenario y de manera absolutamente irresponsable, el Cardenal Castillo Lara arengó a la población contra el gobierno, provocando el retiro masivo de miles de feligreses. Castillo Lara demostró en este acto, que su odio por Chávez era más fuerte que sus convicciones religiosas, demostró además que no le importaba si se presentaban enfrentamientos por razones políticas, lo que pudo generar una estampida humana con muchos muertos. Pero el pueblo venezolano fue sabio y optó por repudiar con gritos la aptitud del cardenal, quien meses despues cayó gravemente enfermo y luego falleció.
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