A Américo Martín, no podemos calificarlo de apostata por la transfiguración histórica de su conducta sino como “un mercenario más” como lo consideran algunos cubanos en Miami, él quien fuera dirigente fundamental en el MIR de los 60 y luego del proceso de “pacificación” vio la “oportunidad” de colocarse en posición de poder con una candidatura que arrojo más tristezas que gozo y que lo lanzó por el bajadero de los olvidos y en las peores condiciones públicas que pueda recibir un dirigente revolucionario que decidió transitar hacia los oscuros caminos de la derecha más cómoda y fascista, hasta entrarse en las madrigueras de gusanos donde se traman trampas, corrupción, tráfico de drogas, contrabando, y toda clase de negocios turbios con el bautismo de la derecha política norteamericana más radical para darle sostenibilidad al bloqueo y la contrarrevolución cubana y latinoamericana.
Américo Martín tocó los extremos de la cuerda floja al colocarse al servicio de los círculos de poder del anticastrismo miamero y escribir uno de los libros más intrigantes que renegado alguno haya escrito titulado “La Sucesión de Castro” de la Editorial Alfadil y que fuera encargado a este abogado venezolano vendido al diablo por quien sabe cuantos dólares, para “recuperar” la memoria que el entonces dirigente del MIR y excomandante del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora, recogió al vincularse con los principales líderes de la Revolución Cubana, para no decir como acostumbra él a señalar “a mi no me lo contaron, yo lo viví” y ahora lo escribió en la “prosa” más vergonzosa indigna de lectura, salvo que sea para sentenciar a un traidor convertido en conspirador asociado a los grupos más extremos de la derecha latinoamericana y especialmente venezolana.
Su fuente de documentación viene del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, Florida en los Estados Unidos y sin duda bajo contrato encargado por los agentes diseñadores de las estrategias de guerra psicológica que hoy tiene como laboratorio y escenario principal Venezuela.
Es bueno recordar para tener una mejor idea de cómo se expresa el fascismo cubano en Miami es reconocer los principios que orientan a los grupos de cubanos-miameros que hoy hacen investigación y estudios sobre lo que ocurre no solo en Cuba sino en América Latina en una visión globalizante orientados con textos muy elocuentes como este del Instituto de Estudios Latinos en la Universidad de Notre Dame y de la Universidad Internacional de Florida: “Los cubanoamericanos se diferencian de otros grupos nacionales de origen latino porque han desarrollado un conjunto de instituciones políticas y culturales basadas en su identidad de exiliados. Esta cultura política la han definido los grupos más conservadores y le han dado un rostro anticastro, y cualquier visión que difiera de la suya automáticamente le denominan “comunista” o de “izquierda”. Esto ha hecho que la mayoría del voto cubano haya sido y siga siendo republicano, distanciándolo de los otros grupos latinos que mayoritariamente han votado demócrata.”
Américo Martì esta calificado por algunos dirigentes cubanos políticos del anticastrismo residentes en Florida como “un mercenario más” al servicio de los grupos más radicales de Miami, pero peor aún, entre los grupos de los llamados “gusanos” hay tremendas disputas por la forma como han administrado los dineros que les entrega la USAID (US Agency for International Development), para financiar sus actividades pero que han sido desviados por actos la corrupción y despilfarro y que ha traído como consecuencia que el Departamento de Estado los haya presionado cambiando la entregas de ingentes y multimillonarias cantidades de dólares para financiar actividades fuera del ámbito de Miami y de Florida y ahora ensayan la posibilidad de abrirse a financiamientos fuera de los Estado Unidos.
No extraña que este viejo zorro de la oportunidad conozca lo que vendrá y se coloque el cartelón de “oferta” para continuar la lucha contra la “Revolución Latinoamérica” porque el Gobierno Norteamericano saben que estas tàcticas no le han dado resultados satisfactorios y con los créditos de haber colaborado con organizaciones como el Instituto de Estudios Cubanoamericanos de la Universidad de Miami para dar “luces” sobre lo que sucederá en Cuba tendrá el camino hecho para hacerse de algunos recursos.
Aunque esta ya entrado en los setentas no se ha “jubilado” sabe que las malas noticias lo obligan a migrar especialmente con notas como la que emitió el Miami Herald en marzo de 2008 al indicar: “El cambio de orientación ha causado incertidumbre entre personas y entidades que reciben subsidios en Miami, especialmente académicos que no tienen trato directo con grupos de la sociedad civil de Cuba.”
“Jaime Suchlicki dice que seguirá operando su Proyecto de Transición Cubana (CTP), una unidad del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami (UM) sin importar lo que haga el gobierno de EEUU.
"El CTP no se acabará, lo mismo si recibimos fondos que si no", dice Suchlicki, que es historiador y ha dirigido el instituto durante mucho tiempo. "Es demasiado importante para acabarse. Esperemos recibir algún dinero del gobierno".
“USAID suministraba $500,000 anualmente para costear a siete analistas con un enfoque en la Cuba poscastrista. A fines del año pasado, USAID dijo que el programa no se iba a renovar, aunque Suchlicki planea solicitar de nuevo subsidios del gobierno este año.”
Sin dudas Américo Martì es uno de esos “académicos” que recibió subsidio del USAID sino que todo el apoyo directo del propio Suchlicki para producir un pusilánime documento titulado la “Sucesión de castro” y que lo ha llevado a ser calificado de “un mercenario más” entre los tantos que financia el Gobierno de los Estado Unidos. Que cosas tan sorprendentes tiene la historia para pasmo de los hombres, quien fuera ayer un enemigo acérrimo de Rómulo Betancourt y un paladín de las luchas revolucionarias con discursos incendiarios, admirado por el propio Ché Guevara, hoy baja la cabeza ante Imperio y se pone al servicio de la defenestración de la lucha de los pueblos latinoamericanos.
Lo que ponemos en duda es que quien fuera Comandante del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora y ahora “académico” al servicio de gusanaje cubano, trabaje gratis para nadie, si valoramos que los mercenarios (ahora llamados contratistas) trabajan, traicionan, asesinan, expían y venden información por dinero y por más nada. Razón histórica tenia Fidel en aquella frase pronunciada en 1967: “Algún día tal vez el pueblo venezolano les exija cuentas de los millones que recogieron por el mundo en nombre de un movimiento guerrillero…”
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