La oposición siempre juega a la desestabilización

Una nueva campaña electoral de autoridades regionales en Venezuela

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, dio el visto bueno para nuevas elecciones, se elegirán Gobernadores y Alcaldes a nivel nacional, las mismas serán realizadas el 23 de noviembre. Los distintos partidos políticos inscriptos han comenzado a desarrollar sus campañas proselitistas. El Oficialista Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), organizó un acto de masas en Caracas, el Polo Patriótico (PPT y PCUV), partidos que apoyan el proceso revolucionario bolivariano también convocaron a sus equipos para la campaña. Mientras la oposición realizaba caminatas en barrios y sectores de Caracas, para conseguir apoyo a sus postulantes.

Esta nueva convocatoria a elecciones, no ha estado exenta de presiones internas y externas, las constantes campañas mediáticas contra la democracia venezolana han tratado de desdibujar la seguridad de los sistemas del votación electrónica, como con el ataque a la denominadas máquinas capta huellas, sistema que garantiza la confiabilidad de identificación de cada votante. El CNE ha llamado ha respetar las normas de publicidad y el respeto a los candidatos, para alcanzar unas elecciones transparentes.

La figura de la desestabilización sigue en lo planes de la oposición

Las investigaciones sobre un golpe de estado y magnicidio, han demostrado un plan organizado por oficiales retirados, algunos militares en actividad y civiles, que tenia como objetivo el asesinato del presidente Chávez. La oposición niega este hecho y aduce que es un intento para no realizar las elecciones regionales, pero se contradicen en sus declaraciones, demostrando la poca confianza que se tienen en su posibilidad de lograr obtener una mayoría de gobernadores y alcaldes, ya que apostaron a crear una desestabilización, similar a la de los intendentes en Bolivia.

También la oposición negó el golpe de estado de abril del 2002, tratando de mostrar la figura de vacío de poder, mientras se mentía sobre la renuncia del presidente Chávez, que había sido secuestrado y cuyo destino final sería EEUU, para ser juzgado por algún delito creado por el Departamento de Estado. También negaron la incursión de mas de 100 paramilitares colombianos, pese a su existencia real al ser detenidos, además de confesos sus intentos de magnicidio del mandatario venezolano.

EEUU juega su estrategia para atacar Venezuela

La actitud de la administración Bush ha sido bien clara en sus ataques a Venezuela:

Primero armar su estrategia de gobierno autoritario, tratando de crear una visión anti democrática, de que no respeta a la oposición, con un ataque constante a los medios privados de prensa, como forma de establecer una censura de prensa. Pone como ejemplo de autoritarismo la expulsión del embajador de EEUU, tratando de concebir el modelo venezolano, como un peligro para la región.

Otra de las estrategias del gobierno de EEUU ha sido dentro del Plan Colombia, intentar vincular históricamente al presidente Chávez con las FARC, cuando las intenciones de Venezuela de apoyar la libertad de los rehenes, se convirtieron en acusación del gobierno de Uribe, de ser socio del movimiento guerrillero. Situación que derivó en el conflicto fronterizo con Ecuador, debido a la masacre ocurrida en su territorio, que de no mediar el Grupo de la Cumbre de Río, hubiera llevado a un conflicto bélico regional.

Otra de las tácticas es acusar a Venezuela de tránsito de la droga, para lo cual el presidente Bush, colocó a esta nación en la lista negra, por no colaborar “suficientemente” en la lucha contra el trafico de estupefacientes. Sobre este tópico. analistas internacionales valoran la posibilidad que EEUU pueda realizar una acción de secuestro, como lo hicieran con Manuel Noriega presidente de Panamá, al cual acusaron de narcotraficante.

Como parte de una nueva campaña en acusar a Venezuela de ser la segunda nación mas corrupta del Continente después de Haití, según Latinbarómetro. Llama la atención que naciones acusadas históricamente de corruptas, no sean reflejadas en la consulta o reflejen parámetros aceptables.

En ese marco de ataques mediáticos se desarrollan las elecciones

Los sectores que defienden el proceso bolivariano buscan un contundente triunfo, que les permita seguir avanzando en la construcción de la nueva sociedad bolivariana. El PSUV, el PPT y el PCV, así como otros grupos menores que conforman el Polo Patriótico, trataran de marcar la diferencia, concientes de los nuevos desafíos y la necesidad de lograr una mejor y eficiente administración pública, talón de Aquiles en muchas alcaldías y alguna Gobernación.

Mientras, la oposición juega a dos puntas, se presenta a la elecciones, pero también maneja la posibilidades de impugnar las elecciones, si el resultado no conviene a sus intereses. Además manejar la tesis que las 26 leyes habilitantes son una reforma constitucional camuflada, para lo cual la figura de una ruptura de la institucionalidad podría garantizar sus intereses seudo democráticos.


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Diego Olivera

Periodista. Director de Barómetro Internacional

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