Uno se sorprende de ver la cara y que democrática de la ultraderecha venezolana cuando se ven perdidos, arrollados electoralmente, cuando la derrota se les refleja en la frente posterior a los comicios del pasado domingo. Por un lado caras tristes, frustradas y silenciosas, por el otro quienes no pierden las ganas de gritar ¡Fraude!, mientras otros, un poco menos inteligente, llaman a tender puentes, proclamar conciliaciones y hasta unidad nacional como si fuesen ellos los arquitectos de la voluntad popular de refundar nuestra República.
Desde que Chávez se lanzó al ruedo político y electoral la oposición ha sido inclemente con él y todo lo que representa. Su comportamiento ha sido mezquino, velando más por los intereses de las grandes corporaciones norteamericanas como ese gobierno, han formado alianzas poderosas con los centros de poder económico venezolano, estrechado lazos con la oligarquía criolla, han recibido la bendición arzobispal del Clero Católico anti patria, impulsaron y apoyaron un golpe de Estado y luego un paro petrolero y económico. Han traído paramilitares para asesinar al Presidente y muchos de sus ministros, asesinaron a Danilo Anderson, se han refugiado en los medios de comunicación de la Derecha para engañar y confundir a los menos preparados en entender el proceso revolucionario y a todos aquellos que se les opone.
Todo esto grosso modo. No creemos que sectores de la derecha estén convencidos de que una sana alianza social y política con el Gobierno sea sincera, de hecho, silenciosamente han penetrados las zonas populares disfrazándose de reformistas de la revolución, usando nuestro discurso, colores, música presentándose ellos como tolerantes donde dicen que solo buscan mejorar las cosas buenas del Gobierno como son las misiones o que buscan darle más fuerza a los concejos comunales, han aprovechado los errores de gobernadores, alcaldes y concejales para pescar en río revuelto. Son ovejas disfrazados de lobo que al llegar a controlar un concejo comunal penetran ideológicamente a nuestra gente, la más incauta, desinformada, frustrada.
Tienes años trabajando de esa manera y lo hemos permitido. Ellos saben que no pueden presentarse ante una comunidad pobre con un discurso violento contra Chávez, pero sí saben cómo llegarles de acuerdo a sus necesidades utilizando nuestras herramientas e ideas. Así lo han hecho en sus recientes campañas. Lo peor aún han llegado a los sectores de los estudiantes de clase media alta en contraposición de la juventud bolivariana de la que está inundado el proceso revolucionario.
Ellos persisten en dos objetivos; eliminar políticamente y físicamente con nuestro comandante. Eso lo tienen entre ceja y ceja, para eso les ha pagado la ultraderecha norteamericana y no descansaran hasta lograr lo que quieren, pero no lo lograrán porque Chávez es una expresión popular y cojan el atajo que busquen les saldrá el tiro por la culata como así se viene observando desde el golpe de Estado del 2002.
Los peligros de la revolución son muchos, desde afuera como desde adentro, por eso tener confianza de hombres y mujeres que quieran tender puentes de amistad, colaboración y apoyo no lo creo mucho. Tienen que demostrarlo con hechos, como bien lo plantea el presidente, aunque han demostrado todo lo contrario en aquellos estados donde se impusieron en las elecciones regionales, cerrando CDI, atacando al Pueblo Cubano que solo se han dedicado a servir, sacando a los abuelos y abuelas de sus centros, atacando otras misiones y tantos hechos delictivos como bien lo hizo el Alcalde Antonio Ledezma votando de un plumazo a 7 mil trabajadores de la Alcaldía Metropolitana. Son tan brutos que el poder los enloquece, hambrientos de cargos, ansiosos de acabar de un hachazo el proceso revolucionario. Menos mal que lo han hecho de entradita ya que de esta manera se confirma una vez más lo que Chávez viene diciendo hasta la saciedad, de que llegando ellos en un día muy lejano de pesadilla, al poder nacional arremeterían contra todo lo que huela a revolución, mataría por enésima vez a Simón Bolívar, desaparecerían a líderes bolivarianos, qué no haría esta derecha fascista en el poder.
No es que uno se cierre al dialogo, creo en eso, amo la paz, el perdón, opto por la razón y la madurez, pero tenemos ante nuestros ojos una clase política violenta, deseosa de sangre, de poder, del dinero público. No son personas aptas para volver a gobernar porque saben que si dejan 10 años más de chavismo en Venezuela, jamás volverán a gobernar y administrar la hacienda pública.
Ellos conocen nuestras debilidades, saben cómo atacar por allí, cómo entrarle al pueblo, cómo camuflajearse para ir ganando espacios. Allí debemos estar preparados, mosca, atentos a sus pasos para detenerlos, cercarlos, no con violencia, sino con hechos, logros, debates, coherencia y ética socialista. Nuestro grave problema es la formación ideológica de nuestra gente. Es como si una persona decide cambiar de Fe católica a la evangélica, pasan los años y esa persona poco le interesa un compromiso más a fondo con su Fe, mucho menos la estudia, analiza y se comporta coherentemente en lo que cree. Tendríamos solo a un pseudocatólico, pero todos sabemos que en la iglesia evangélica jamás dejaran su objetivo de formación al nuevo converso, de hacerle ver las diferencias entre su antigua fe y la que pregona, le enseñarán, lo guiarán y hasta lo discipulará.
En nuestro proceso hemos visto multitudes que han puesto en Chávez su esperanza, pero se han limitado solo a eso, a ver al Comandante, mientras que no toman interés en prepararse en materia ideológica, entendamos análisis y conocimiento del proceso bolivariano, de su historicidad, de la política económica del Imperio Norteamericano, de lo que se plantea como "Hombre Nuevo", de tomar con mayor conciencia los cambios que se requieren, no solo en la actitud y función de los que trabajan en las instituciones públicas y del Estado sino de nuestra conducta y coherencia en lo que impulsamos y creemos.
Que creamos que la oposición tenga ahora una noción de paz institucional, respeto a la Constitución Bolivariana, aceptación del mandato de Chávez y conciencia de las necesidades del Pueblo y su Revolución me cuesta creerlo. Ellos más bien han profundizado sus análisis del socialismo y sus peligros para el sistema que defienden, El Capitalismo Neoliberal. Optan por ciertas reformas, pero se oponen a los cambios profundos. Sus mentes están tan limitadas de que piensan que Chávez representa un partido más del que se puede negociar, y no entienden que un Pueblo excluido ha despertado, que lucha por su libertad en todos los sentidos, que no quiere las políticas del pasado del pillaje, el robo, la matraca, la ineficiencia, el populismo, el engaño, la entrega de nuestros recursos materiales a naciones extranjeras.
Ellos buscan los atajos porque saben a ciencia cierta que por la vía electoral no podrán vencer a la revolución. Ahora exigen al presidente que debe gobernar para todos, y que se ponga a trabajar, que la oposición deje sus discursos divisionistas y agresivos.
Ellos buscan con eso del supuesto "Dialogo" es una negociación donde se comparta cuotas de poder, y lograr beneficios a las clases privilegiadas. No debemos caer en la trampa. ¿Quieren Dialogo? Que moderen a la prensa opositora, que Globovisión opte por una política comunicacional equilibrada como bien lo hizo de alguna manera el canal 4 de Venevisión y Televen, acepten que es el Pueblo el que está construyendo n nuevo país.
¿Quieren diálogo?, ¿Quieren Puentes tendidos?, que renuncien a esa macabra actitud conspirativa, que no sometan a las barriadas en el trafico de drogas y la siembra de paramilitares, que respeten la voluntad de las mayorías, que desistan de la política terrorista del acaparamiento, en pocas palabras, que ejerzan la política como seres normales y que regularmente visiten un psiquiatra para que les dé un buen tratamiento.
Esperemos que el dialogo que exigen no sea un atajo más para acabar con un proceso tan hermoso, único en el mundo como es la revolución socialista y bolivariana.
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