A lo largo de la historia, y en distintas partes del mundo, los pueblos han ensayado diversas alternativas en la construcción de una sociedad genuinamente democrática, donde la gente asuma directa y colectivamente el poder.
Aunque distintas entre sí, estas experiencias de gobiernos populares comparten una misma búsqueda por alcanzar nuevas formas de organización que superen la verticalidad, la representatividad y la jerarquización impuestas a la sociedad por los centros de poder convencionales.
Hoy, en Venezuela, con el nacimiento de las Comunas Socialistas y el desarrollo del Poder Popular Comunal, creemos importante detenernos en estas referencias, conocer sus aportes y continuar su legado.
Una de estas referencias es La Comuna de París, que fue una breve experiencia de gobierno autogestionario a finales del siglo XIX. Surgió luego que el pueblo de París se alzara en armas en contra de la rendición de los franceses en la guerra con Prusia. Para el 26 de marzo de 1871, los sublevados convocaron a elecciones libres y se instaló el Consejo de la Comuna.
Durante su corto gobierno, la Comuna tomó importantes medidas populares: Reformas laborales en cuanto a los horarios y las condiciones de trabajo; tomas de fábricas abandonadas; remuneración de todos los funcionarios administrativos y del gobierno, igual al salario de un obrero; educación laica gratuita y obligatoria; sustitución del ejercito regular por el pueblo en armas.
A pesar de la heroica resistencia de los Comuneros, las fuerzas de la monarquía lograron tomar el control de París, tras varias semanas de intensos combates que finalizaron con la muerte de más de 30.000 personas.
Los proletarios de París… se han dado cuenta de que ha llegado la hora de salvar la situación tomando en sus manos la dirección de los asuntos públicos. Manifiesto del Comité Central de la Guardia Nacional, París, Francia, 1.871.
Divulgado por José Amesty del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, Venezuela, 2012.
joseamesty1@gmail.com