Recientemente, participamos en una de las elecciones más activas de los últimos tiempos en nuestro estado Bolívar. Chavismo Revolucionario y Oposición se midieron en buena lid, con la participación real de los 11 municipios del estado.
Por primera vez nada se prorrateó. Todos fueron votos escrutados y pertenecientes a corazones que laten y que tienen cédula de identidad. No fueron actas forjadas, ni mucho menos como en el pasado, fallecidos que votaban.
Irónicamente, quienes practicaban estas acciones para “abultar” los votos de sus seguidores de Acción Democrática, Copei y sus derivados, hoy acusan al Chavismo Revolucionario de aquellas acciones minusválidas que el mismo Presidente sugirió al CNE se erradicara.
En Venezuela ya no votan los muertos. La data ha sido depurada. Cada votante inclusive puede auditar a qué horas votó, por quién votó y si el sufragio está sumado al sistema. Hoy, poseemos un sistema moderno y automatizado para la transmisión electrónica del centro de votación a la sede del CNE central, por muy alejado sea el centro.
No hay marcha atrás, el pueblo ratificó a Francisco Rangel Gómez, gobernador reelecto y son las bases quienes con su participación en la mesa de votación expresan de manera directa quien se queda o se va.
Aplaudimos al pueblo de Bolívar por su alta participación y porque ratificó la confianza hacia el gobernador Rangel, su esposa Nidia y una gestión que avanzará mucho más en obras para el poder popular.
(*) Lcda
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@MarthaSierra65