Con respecto a los CLAP

¿Podemos pasar de un Estado Centralizado a un Estado Comunal sin pasar por un Estado Federal?

Comuna o nada, fue el grito de batalla del comandante supremo Hugo Chávez, comuna o nada; un fin especifico de un proyecto macro llamado Revolución Bolivariana.

La federación necesaria como proyecto de país tiene etapas previas que deben ser cumplidas, ningún niño puede correr sin antes haber perfeccionado el caminar y si lo hace, como normalmente ocurre, caerá y caerá hasta que perfeccione su andar.

La República ha caído y caído en su proceso de querer correr antes de caminar; eso lo vivimos en pleno inicio de la Revolución independentista de 1810 cuando, como explica Bolívar en su "Manifiesto de Cartagena" de 1812, una de las causas de la perdida de la república fue la adopción del sistema federal como forma de gobierno en momentos en que la sociedad recién emancipada venia de más de 200 años de esclavitud y no estaba preparada para administrarse en parcelas independientes.

"Pero lo que debilitó más el Gobierno de Venezuela fue la forma federal que adoptó, siguiendo las máximas exageradas de los derechos del hombre, que autorizándolo para que se rija por si mismo, rompe los pactos sociales y constituye a las naciones en anarquía. Tal era el verdadero estado de la Confederación. Cada provincia se gobernaba independientemente; y a ejemplo de éstas, cada ciudad pretendía iguales facultades alegando la práctica de aquéllas, y la teoría de que todos los hombres y todos los pueblos gozan de la prerrogativa de instituir a su antojo el gobierno que les acomode. El sistema federal, bien que sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros nacientes estados. Generalmente hablando, todavía nuestros conciudadanos no se hallan en aptitud de ejercer por si mismos y ampliamente sus derechos; porque carecen de las virtudes políticas que caracterizan al verdadero republicano; virtudes que no se adquieren en los gobiernos absolutos, en donde se desconocen los derechos y los deberes del ciudadano".

Después esa lección, a pesar de semejante caída, logramos la emancipación definitiva del imperio español y Bolívar pospuso la maravilla del estado federal para cuando las circunstancias tanto políticas, como económicas y por sobre todas las culturales lo permitieran; de esa manera nacimos como una nación libre y centralizada. "La Gran Colombia" fue un país formado por regiones definidas bajo un solo gobierno. Al separarnos de ese gran país surgió una vez más la propaganda de la federación como forma de gobierno y las regiones iniciaron un proceso de avance hacia ese fin, con esto en mente vino la Guerra federal liderada por Ezequiel Zamora.

Triunfando la federación en 1863; bajo la acción traicionera de Juan Crisóstomo Falcón; en la constitución de 1864 se incluyó la federación como forma de organización político-territorial de la República pero se engavetó el proyecto y de el sólo quedó la inscripción en nuestro Escudo Nacional mientras el gobierno centralizado se negó a ir educando al pueblo a la verdadera independencia de las regiones y preparándolo para el sistema federal.

Tiempo después, en la constitución de 1961, se establece la elección de autoridades para las regiones como parte del respeto que debíamos a la constitución federal que nos dimos desde 1864, pero sólo para los Consejos Municipales se hizo efectiva en 1974.

Muchísimo tiempo después, en 1984 bajo el recién instalado gobierno adeco de Jaime Lusinchi, apareció la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), proyecto que venía madurándose durante el gobierno copeyano de Luis Herrera Campins; a pesar de la instalación de la comisión que buscaba instaurar en la República la libertad de por lo menos elegir los gobiernos regionales, el presidente Lusinchi rechazó el informe final y nombró a dedo como gobernadores a los secretarios generales de Acción Democrática de cada estado. Tuvo que ocurrir el Caracazo en 1989 para que el gobierno de Carlos Andrés Pérez aceptara la elección de los gobernadores en cada estado, como una medida de tratar de calmar a las regiones.

Hasta ahora seguimos con ese calmante, donde "elegimos" gobernadores bajo el mismo formato de la cuarta, es decir, elegimos votar por el que el partido nos indica. Como si esa fuera la máxima de la Federación.

Aun no hemos caminado en el sendero de la federación, el único avance hacia ese sentido lo es la elección de alcaldes y gobernadores en formulas partidistas. La federación es el poder regional de la mano de los ciudadanos y ese ciudadano con mucha madurez y cultura, con mucho camino andado en el sistema federal debería avanzar hacia el estado comunal como máxima aspiración para el logro del gobierno que mas suma de felicidad reparta entre sus conciudadanos.

Aun nos falta mucho por caminar para dar el salto al poder comunal, si pegamos una carrera como la que estamos intentando, la caída será inevitable; nuestra sociedad no está preparada ni culturalmente ni sociológicamente para administrar sus recursos en la forma liberal que propone el poder comunal; de ahí que los CLAPs estén mostrando ya su cara de corrupción y despilfarro que podrían rematar el proyecto que inició el comandante Chávez.

El Estado Comunal es propio de una civilización muy avanzada donde el bien común sea un objeto intrínseco en la conducta personal; los venezolanos estamos plenos de vicios heredados y adquiridos que nos dan poca posibilidad de supervivencia en semejante modo de gobierno, por ahora.

Antes de pegar una carrera hacia el Estado Comunal profundicemos el Estado Federal, donde las regiones dejen de ser esclavas del presupuesto nacional y los gobernadores y alcaldes más que administradores de lo que les llega vía situado constitucional, sean propulsores de la captación libre de inversiones y modelos de producción territorial, bajo las condiciones propias de cada región y bajo el manto de la Constitución Nacional como enlace indisoluble de la nación.

Mientras no avancemos en una verdadera revolución educativa para la creación del hombre nuevo, mientras en los colegios y universidades se sigan impulsando antivalores patrios contra los que tenemos que lidiar los padres y madres de familia en nuestros hogares, donde cada día hay que plantearse la lucha de corregir el torcido rumbo que traen los hijos de la calle y la escuela.

Cada día que pasa es más común oír comentarios adversos a la revolución y a la patria misma traídos de la calle a los hogares por niños, adolescentes y jóvenes que regresan preñados de comentarios capturados de compañeros y muchísimas veces reforzados por los propios maestros.

Cada día que pasa es más difícil para los padres y madres participar en la guía del rumbo de jóvenes que a través de las redes antisociales ven un mundo totalmente diferente al que aspiramos como sociedad.

Sumémosle a todo esto el mal ejemplo de muchos de nuestros "gobernantes" y "lideres", y los actos de los nuevos "líderes comunitarios", siendo los voceros del CLAP los más cercanos, tan cercanos que ya opacaron a los del Consejo Comunal con una imagen muchas veces tan turbia como lo es el mismo efecto de que en pleno siglo 21 alguien tenga que llevarte una bolsa de comida a tu casa.

Con todo ese escenario, sin plena consciencia cívica, sin solida moral del pueblo; con una juventud que aun no se forma como es debido; podríamos decir que, así como en 1810 no estaban dadas las condiciones para una federación y eso llevó al traste aquellos sueños de libertad; hoy, cuando aún no hemos probado la verdadera federación, no estamos en condiciones de avanzar al Estado Comunal y si lo hacemos por propaganda política esa terquedad podrá llevar al traste estos nuevos sueños de libertad.



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Oscar Jiménez


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