Pese a los ataques al Gobierno por parte de aquellos “oficiosos analistas” que niegan el poder del pueblo organizado y creen que solo con objeciones teóricas, criticas malsanas y deseos sin sustento dialectico, se construye la patria socialista que nos proponemos lograr. El gobierno del Presidente Maduro, ha planteado como objetivo central de la Revolución, la profundización de la democracia participativa y protagónica, invocando la organización del poder popular, como arma para combatir las arremetidas del modelo capitalista decadente y su violencia contra el pueblo.
Una tarea inalienable que involucra más allá los intereses electorales de los círculos políticos interesados en su éxito, al hombre común, ya que a los fines de la vida cotidiana, la lucha revolucionaria es una inspiración – acción para todos lo que asumimos y reconocemos, que la libertad es un principio irrenunciable y el buen vivir un objetivo permanente en nuestro desarrollo histórico social.
En ese marco referencial surgen los CLAP. Una propuesta que trasciende lo urgente y redistributivo de la alimentación como derecho humano, para convertirse en una plataforma de producción autogestionaria, que por un lado satisfaga las necesidades materiales para la existencia, y por el otro, eleve los niveles de conciencia de clase, necesarios para el diario combate contra los mercaderes y hambreadores proponentes del libre mercado.
En consecuencia es importante destacar, que con los CLAP se empodera al pueblo como protagonista de su historia, a la vez que permite, una formación ideo política, teórica y práctica necesaria para la elevación de los niveles de conciencia en pro de la consolidación de la revolución como forma de vida.
Ahora bien, le corresponde a las bases organizadas asumir con responsabilidad y compromiso la terea encomendada, lo que implica de entrada, arreciar la lucha contra las corruptelas que en algunos casos se derivan por parte de aquello cuyos niveles de lealtad con sus compañeros y vecinos, son muy escasos cuando no inexistente. Y de igual forma, le corresponde al Estado Bolivariano promover con toda sus fuerza la participación de todos, por todos y para todos en pro del éxito de este nuevo impulso político social.
Estamos frente a una gran oportunidad para avanzar, por ello es imperativo que nos posicionemos en vanguardia de la lucha, para el combate contra los desmanes de la crisis económica inducida. Solo con más organización, resistencia y claridad de conciencia, superaremos esta crisis del sistema capitalista y su consecuente saldo de miseria y destrucción.
No es una obra mágica, que va a suceder por la gracia de algún poder supra humano, sino una tarea diaria que implica despejar la paja del grano con disciplina, lealtad y compromiso de patria.