El miembro número 10 a agregarse al Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) es el formador, formador CLAP. Se sumará a los miembros de la estructura, a saber, el líder territorial, el fiscal, el activador productivo, el comunicador, el miliciano, una representante de UNAMUJER, el vocero comunal, un miembro del Frente Francisco de Miranda y un representante de UBCh
Ello por la necesidad palpable que hay de explicar al pueblo las causas de la severa crisis productiva y económica que vive el país. . No se consiguen alimentos en un país que produce el 88% de lo que se come, lo cual, inevitablemente, es sospechoso. Si se dijera que es un medicamento el que falta, no extrañaría tanto dado que el país importa el 67% de lo que consume. ¡Pero la comida, el sagrado alimento, tanto más cuanto se trata de un país con fértiles tierras y espacios productivos, en el pasado cabeza en café, segundo en producción de conejos en otro tiempo, por dar dos ideas casi olvidadas! Siéntese un rato a leer y a consultar los reportes del Instituto Nacional de Nutrición.
De acuerdo con estudios, más del 50% de la población no cree en la guerra económica, según soltó hace un mes la encuestadora Hiterlaces.
Ello es indicio de que, mediáticamente, la derecha política ha ganado esa batalla con su manipulación y ha inducido a la población a creer con luz corta que el problema es nuestro, puramente interno. Si hablamos de otros aspectos, un daño ya hizo con sus medios al poner en fuga a un contingente de jóvenes hacia otros países, pintando a Venezuela como el averno y como paraíso a otros países en peores condiciones, como Colombia.
¡Tenemos un sector económico apátrida y burgués que, confabulado con la fuerza injerencista imperial, solapa la riqueza nacional y juega al fracaso de la revolución bolivariana con el afán de entregar a Venezuela al pasado y a intereses extraños!
Esa sería la misión del formador CLAP: quitar máscaras a la mentira, ir a las comunidades y explicar, reforzar nuestra batalla comunicacional e ideológica. La Ley Constitucional del Comité Local de Abastecimiento y Producción (30 enero 2018), en su artículo 7, deja abierta la posibilidad de agregación de este miembro, y así lo impulsa el ministro de agricultura urbana, Freddy Bernal, cuando inaugura el Plan de Formación Política y Capacitación Técnica, y cuando declara con preocupación que los CLAP no son solo distribución de alimentos, sino también "formación ideológica para ejercer resistencia y derrotar la guerra no convencional" (Ciudad Caracas, 21 de marzo 2108, http://ciudadccs.info/integrantes-los-clap-iniciaron-proceso-formacion-politica-tecnica/).
En efecto, los CLAP no han de ser sólo repartición de cajas, como en una primera fase apunta la pura distribución. Pero esa primera fase es estrictamente necesaria: en medio de una guerra económica vil, ensañada contra un pueblo que siempre vota por la revolución, el Estado está en la obligación de actuar y proteger, y es así como compra el alimento y lo distribuye entre la población atacada.
Pero no se puede eternamente distribuir lo que no se produce. Y he allí la reflexión capital: hay que producir. De la distribución en puro hay el paso necesario hacia la producción. Es la "p" de CLAP en acción. Hay que sentar que existe un trabajo en curso, aún en ciernes todavía sin significativas estadísticas productivas (recuérdese que los CLAP apenas tienen un par de años desde sus lanzamiento por Nicolás Maduro). Hay un trabajo de zapa, fundacional, de instalación real entre las comunidades organizadas. La gente está sembrando y criando en pequeños espacios, urbanos para mayor especificidad. Porque la revolución CLAP tiene un sello sorprendentemente urbano, un sentido contrahistórico, que devuelve la pelota agrícola desde la ciudad hacia el campo.
En fin, CLAP es una estructura que llegó y ya se entronizó mediante una ley entre las comunidades para quedarse. La satanización procede de la misma guerra mediática, sembrada con malevolencia por los mismos que han empezado a beneficiarse de las bendiciones del CLAP. CLAP, concluyentemente y con voz dirigida al flamante formador, ha de ser producción y formación conducentes hacia la luz de la independencia nacional.
Blog del autor: Activación productiva