En el congreso fundacional del PSUV, estaremos debatiendo y elaborando los programas de lucha para avanzar hacia el socialismo. Entre esos programas, el estado comunal como expresión del poder popular.
Hablar del estado comunal es hablar de un plan para sembrar la revolución, un plan de gobernabilidad revolucionaria para lograr la satisfacción plena de necesidades y aspiraciones de las comunidades, con el enfoque de la participación comunitaria de un pueblo organizado y consciente, que da respuestas alternativas, solidarias y autogestionarias.
La revolución debe buscar, en las comunidades, resultados con mayor eficacia política y calidad revolucionaria que los alcanzados con los consejos comunales. Para eso necesitamos una propuesta transformadora para trascender la vieja distribución vertical del poder, que margina y aplasta la organización popular y poner en practica la consigna “Todo el poder para el pueblo”.
El estado comunal es un concepto estratégico que conjuga tiempos, espacios, poderes, saberes y voluntades para que el bien común cubra a Venezuela, con el impulso de una sociedad democrática, participativa y protagónica. Vamos a romper el paternalismo estatal con el autogobierno.
El estado comunal es una vía para que cada comunidad dirija su destino, disfrute sus derechos, busque su felicidad y sobre todo ejerza sus poderes. Sin Mesias, sin clientelismo político. También es un instrumento para atacar el burocratismo y la corrupción. El estado comunal debe nace con una Ley Orgánica del Poder Comunal, que anime la participación ciudadana enunciada en la constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela(art 62,70,184,299.etc);en tres aspectos :a)devolviendo todo los poderes al pueblo, b) permitiendo el protagonismo popular en los procesos de formación, ejecución y control de la gestión publica y c) uniendo al pueblo en redes sociales.
Llego la hora de darles forma jurídica al movimiento popular.
