Cuando la justicia hace intentos por no ser una palabra hueca y sus dolientes comprometidos con la patria, el camino se visualizara distinto, los culpables empiezan a desaparecer de los puestos usurpados y los sedientos de justicia podrán buscar tranquilidad en su protector, abrigado con el calor de la revolución.
Tienen días contados, empezaron a cavar sus tumbas, cuando decidieron hacerse cómplices de toda la jauría que pulula por los alrededores de una oligarquía rancia que perdió espacios en conspiraciones golpistas y hoy son solo nombres que sirven para asustar momias que aun desean reencarnar en una republiqueta que se quedo en un abril y que nunca volverá.
Ya los nombres que utilizaban para aterrorizar en noticieros sin noticias, están desaparecido de la palestra, la protagonista está encontrando un nuevo rostros y la verdad solidarizándose con su completa desaparición; ellos a pesar de las oportunidades que les dio el pueblo haciéndoles sentir el amor que proporciona el espectro radio eléctrico, decidieron sepultarse en el estiércol que formaron y del cual hoy no pueden salir, porque el despertar del pueblo los evidencio sucios hasta el cuello de su propia porquería.
Se maquillaron de payasos grotescos con lenguas largas y viperinas, para ser graciosos ante unos amos, que ahora los desconocen como cómplices y los acusan como palangiristas que fueron de una vitrina que se rompió, perdieron la voz que acompañaba y justificaba su estadía en los medios, ya no son lo mismo, porque verlos produce asco y ya los inocentes son inmunes al veneno que perdió potencia en cuerpos que se hicieron consientes.
La hora de la cuenta regresiva los está apurando, para ver si da tiempo de utilizar los últimos cartuchos en un resto que se ve difícil, la desesperación y el asomo de la justicia los obligo a preparar pasaportes despatriados que ganaron por lame suela y saben que quedaran solos, en una patria que trataron de pisotear, por limpiarle el piso a unos dueños que le negociaron el alma al diablo; en su afán de utilizarlos le hicieron creer que eran iguales a ellos y hoy no tienen la posibilidad ni siquiera de expatriarse como lacayos y buscan formas como explicar a la patria, que fueron engañados por una fuerza que se hizo más poderosa que su ambición de figurar en una pantalla, que se quebró para dar espacio a una generación emergente que recupera lo que le dejaron deteriorado, para empezar a construir convencidos que saldremos de este trance porque, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.
machucamelo@cantv.net
