Vayanse a La Base

Cuando uno jugaba con pelota’e goma allá en la Tacarigua de Margarita, no nos quedaba otra que colocar como base los postes de luz ya que era lo único fijo que existía entonces. Como los postes estaban en línea recta y quedaban distantes uno del otro, se establecía como regla una sola base. La pelota era prestada casi siempre por alguien poco habilidoso en el juego pero que ponía como condición su inclusión para poder soltar la bola.

Por supuesto, aunque el poste quedaba ahí, la base desaparecía una vez terminado el juego, lo que ocurría tan pronto la pelota iba a caer encima de las tejas de alguna casa vecina. Esto dejaba dos ronchas: la calentura de los que iban ganando y la del dueño de la pelota que ya no tendría más chance que lo volvieran a meter en un equipo, a menos que consiguiera otra bola.

En esos tiempos salió a flote una especie de coalición política mentada “La ancha base” con Burelli Rivas a la cabeza. Después de recibir poco apoyo de parte de los votantes de la época, también desapareció al igual que las pelotas de goma, sin hacer mucho ruido. Sin embargo, al igual que éstas, quedaron algunas ronchas entre “joviteros” y “ Mepistas”, ya que los primeros aspiraban a que fuera Jóvito Villalba el candidato de consenso.

Mi compadre Héctor López, que es lo más grande que me ha dado Dios, tenía la mala costumbre de cambiar la posición de las bases del stadium de San Tomé de acuerdo a su conveniencia. Esto ocurría cuando sus hijos y los míos se juntaban para montar una caimanera. En cada inning el pícaro sacaba un escobillón y comenzaba a limpiar las almohadillas con la única intención de rodar las bases, hacia el home play o hacia los fielders, dependiendo del equipo al que le tocará el turno de batear.

El truco le funcionó hasta que lo descubrimos y para que no quedaran asperezas decidimos amarrar con una sola cuerda todas las almohadillas incluyendo la del home play, de manera que éstas se movieran al mismo tiempo hacia arriba o hacia abajo si alguien intentaba repetir la trampa original de mi compadre.

Ahora escucho que los vecinos del partido de al lado quieren iniciar un juego de pelota caliente prestando una bola de su territorio para montar bases gringas. He de imaginar que por el alcance también deben ser anchas las condenadas bases y por ser aéreas se podrán mover de lado a lado a conveniencia, como en el caso de mi compa. Esta situación está provocando la ruptura de algunas relaciones, las que llaman diplomáticas. De manera que los afectados por el asunto, están tejiendo una cabuya para unirse todos y jalar, jalar duro hasta que se rompan las bases y desaparezcan los partidos. Solo así lograremos que se consolide la unión

salazarfu@pdvsa.com
PDVSA - Caracas


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Freddy Salazar


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