La dinámica de la política mediática en la cual estamos protagonizando con los medios del golpismo, no dejan que tomemos en cuenta acontecimientos importantes que en esta patria deberían y tienen que ser relevante en beneficio del esfuerzo.
Los terroristas de los medios privados exageran cualquier pendejada para sacarnos de los eventos importantes, que los revolucionarios deberíamos tomar en cuenta y no seguirle el juego golpista; nos llevan obligando a defendernos, porque en el fondo de nuestra conducta somos y estamos acostumbrados a los vicios que dejo la IV, nos entretienen en una competencia sin final, por ahora, que nos hace estar perdiendo tiempo, siguiéndole el juego que nos mantiene en estado de alienación y poca fuerza para enfrentar la batalla.
Esta reflexión la hago con la intención de recriminar el contenido de la información de los que escriben del lado de la revolución y hacen escritos “revolucionarios”
Como es posible que aparte de la diatriba de la LOE, la decisión de un tribunal en defensa de la infancia, la hayan pasado por alto y el detalle más grande que puede haber tenido en los últimos días la batalla, no se haya resaltado el heroísmo de Rosa, para mostrarlo en la guerra mediática; su espontaneidad fue valiente, se noto el principio y la formación que trae, digno de estudio es averiguar, porque esa demostración de lucha a esa edad y tomarlo como ejemplo para incentivar ejercicios, que es bueno llevar hasta la última escuela, el ultimo caserío; mostrar el video en todas las pantallas que podamos, en los salones, en los ministerios, los sitios de espera de cualquier dependencia revolucionaria y que la mayor cantidad de gente, sepa que es lo que está construyendo la revolución y los ejemplos de cómo lo está haciendo para que sirva de muestra al mundo, que trece años no es para estar absorbiendo alienación metida en un centro comercial, es para estar preparando el nuevo hombre que necesitamos para este esfuerzo que estamos construyendo, que esos trece años deben tener una forma de estar bien plantado, que seguramente no es el azar, de esperar que de la nada nuestros hijos sean como ROSA LEONETT.
El escalofrió que sentí cuando vi y escuche hablar a esa niña, salida de cualquier sitio del estado Monagas, me lleno el cuerpo de una satisfacción inmensa que solo me permite llamar la atención sobre la cantidad de banalidades que estamos tratando, cuando la más importante pasa inadvertida por los vicios mediáticos, sin tomar en cuenta que hay un pueblo que viene arrastrando un aprendizaje que nos hace saber, que lo profundo es lo que nos puede garantizar mañana, que nuestra consigna es la verdad más grande del universo, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.
Antonio Machuca
machucamelo@cantv.net
