Escuché en La Hojilla decir con vehemencia al conductor del Programa, que con las comunas sembramos Socialismo Bolivariano. Añadió que no las hemos copiado de ningún lado: son creación nuestra, de la experiencia venezolana. Mario Silva dijo estas o parecidas palabras: “El Socialismo se debe construir desde abajo, allí están las comunas”. Esto manifiesta un resteo con lo que es base de la sociedad que estamos construyendo y vamos a construir con la Revolución.
Si traigo a cuento la referencia a Mario Silva, es porque quiero pedirle por este medio que preste un nuevo servicio al proceso de cambio, abriendo su tribuna a las comunas y a los consejos comunales. ¿Qué pasó con las comunas? me pregunto con frecuencia. Veo con preocupación que la palabra y empeño del Presidente por hacer de las comunas y los consejos comunales expresión del Poder Popular, no ha tenido en la mayoría de los dirigentes del proceso, en los parlamentarios y concejales, menos aún en los burócratas oficiales, el respaldo necesario. Pocos hacen su parte.
Mario, déle calor de pueblo a las comunas, que La Hojilla sea difusora de las bondades de esos instrumentos fundamentales para la nueva sociedad. La Revolución necesita escuchar más, capacitarse más y formarse más en materia comunal; interiorizar los valores para darle un parao a egoísmos e individualismos.
El tiempo pasa. Con él los avances se hacen realidad, se concretan. Pero no estamos satisfechos. Esta Revolución no es para hacer las cosas un poquito mejor, sino para transformar la sociedad. En eso esta claro Chávez, y por lo que he escuchado, creo que Mario Silva también. Tenemos que empujar la pesada carreta que integran los camuflajeados de la Revolución, los que no pueden generar cambios hacia afuera, porque no hay cambio en ellos. Nadie da lo que no tiene. Los que quieren un poquito de transformación, los que se conforman con un poquito de revolución, es para que nada sea revolucionado, para que continúen los privilegios, y no se logre la emancipación real del pueblo.
Con firmeza -y tal vez con cierta angustia- escuchamos decir al Presidente, cuando comenzaba este año, el pasado 9 de enero: “Está negada la idea del fracaso en el proceso de organización popular. Planificación comunal y desarrollo productivo van de la mano. No hay revolución sin moral revolucionaria!!! Por eso pido, como si pidiera por mi vida: ¡no podemos fallar en esto! ¡No podemos fallar!”
Mario Silva voy con usted, ya que usted es, de todos los nuestros, quien tiene la tribuna más escuchada en la televisión venezolana, sin desmeritar a “Aló Presidente” que es harina de otro costal. Mario Silva, aborde con persistencia el tema de la organización popular del pueblo. Se que usted lo hace de tanto en tanto. También se que La Hojilla es tribuna para muchas angustias e inquietudes, para atender diferentes frentes. Si ahora le solicito mirar hacia las comunas y consejos comunales, hacia el Poder Popular, es por la urgencia en formar un nuevo hombre, una nueva mujer, ciudadanos comprometidos con la Revolución, que como hemos dicho, pasa por el Poder Popular, por las comunas y consejos comunales.
La comuna que queremos es la de las empresas socio productivas, la que genera empleos, resuelve problemas sociales y coloca en mano de los humildes trabajadores la producción agrícola e industrial. Que bueno sería que el tiempo nos permita ver y escuchar a Mario Silva, en programas especiales destinados a siembra de Socialismo, a la creación de la mujer y hombre nuevos.
No creo sea una deformación profesional, la convicción que tengo de que sin formación y capacitación los procesos sociales y políticos terminan muriendo, y esta Revolución llegó para quedarse. No extraña pues mi reclamo, después de trece años dedicados -en INFOPRESCO, institución que presido- a la formación y capacitación de municipalistas y dirigentes comunales. Así lo reitero en mis dos más recientes libros, en el “MANUAL DE LOS CONSEJOS COMUNALES” y en “LAS COMUNAS SOCIALISTAS A LO CHÁVEZ”.
Mario, se que usted y yo compartimos con el Presidente, lo dicho a sus ministros, a propósito de educar para el cambio: “Los invito a que lo hagamos con rigor no sólo desde el gobierno. Todos debemos asumirla”. Es ese mismo Chávez quien escribió: “Un luchador, un revolucionario, tiene que estudiar todos los días de su vida, todas las noches de su vida; tiene que estudiar la teoría y la praxis; navegar en las aguas de la dialéctica”.
La Hojilla tiene un fin informativo y político, también es tribuna para la confrontación y la polémica. Ha tenido y tiene, igualmente, espacio para la educación. Por eso se que mi invitación tendrá acogida en usted, quien hace suyas las palabras del Presidente: “Educación Popular en todos los momentos y en todos los espacios. Educación, educación, educación, hemos dado muchos avances, pero aún nos falta mucho por profundizar en la educación , la cultura, la ciencia, la tecnología, la conciencia, la ideología, los valores, los nuevos valores”.
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