El próximo 5 de diciembre tendrá la oportunidad el pueblo de Maracaibo de recuperar y poner orden en la alcaldía de Maracaibo y su ciudad, el próximo 5 de diciembre el pueblo tendrá en su sagrado derecho al voto la posibilidad de sacar de esa ayuntamiento tan importante para la ciudad y su pueblo a esa cuerda de “delincuentes adecos y copeyanos” disfrazados con otro nombre, o sea Un nuevo tiempo y Primero Justicia, delincuentes políticos de cuello blanco y verde que llevaron al municipio Maracaibo al caos, al desastre total de la primera ciudad de Venezuela, la opción la tienen, esa no es otra que el camarada Gian Carlo Di Martino.
El camarada Gian Carlo tiene los meritos reconocidos por todo el pueblo de Maracaibo, su gestión como burgomaestre de la ciudad capital
del Zulia dejó constancia de su capacidad gerencial, dejó a esa cuerda de delincuentes una ciudad limpia, ordenada, con un cuerpo policial
que daba seguridad y orden, un cuerpo de bomberos atendido y equipado para combatir los siniestros, una ciudad limpia por un grupo de
trabajadores y trabajadoras del barrido manual, salcerines, reconocidos como trabajadores de la alcaldía de Maracaibo, sin violación a sus derechos laborales y salariales, una gestión de desarrollo social eficiente y comprometida con el pueblo más desposeído y la revolución bolivariana y socialista que lidera el comandante Hugo Chávez, ese fue el alcalde Di Martino durante su dos períodos como alcalde de la ciudad de Maracaibo.
El pueblo revolucionario y no revolucionario (oposición) pero consciente y digno deberían el 5 de diciembre salir bien temprano a depositar su voto por la opción que le da la democracia participativa de nuestra Constitución para acabar con la era de “Manuel y sus 40
ladrones”, ya basta que desde su guarida en Perú y/o Panamá este delincuente imponga a sus lacayos, lacayo que seguramente será su
“amada esposa” Eveling Trejo de “Prófugo” Rosales, y digo seguramente porque dudo que le den el “testigo” de la carrera por la alcaldía al cómplice y vende candidatura de Juan Pablo Guanipa, seguro estoy que una vez más le pondrán el “pie en el cuello y una bola de billetes en las manos” a este títere político para callarlo.
Ahora ¿Qué dirá y hará el pueblo digno de Maracaibo al ver que impongan a la esposa del prófugo con unas primarias chimbas de Súmate
el 31 de octubre? Seguro que algunos “gritaran para adentro”, o sea callarán por miedo a que los boten o despidan de sus puestos de
trabajo en la Gobernación, Alcaldía de Maracaibo, Secretaria de Educación, Policía Regional, Bomberos de Maracaibo, Sistema Regional
de Salud, Aseo Urbano, o sea todos los empleados y obreros regional y municipal están coartados a votar por la “amada” esposa del prófugo Rosales el 31 de octubre y el 5 de diciembre, pero resulta que el Voto es secreto, todos esos empleados y obreros de la alcaldía y de la gobernación pueden dar el voto el 5 de diciembre para su seguridad ciudadana, para un buen servicio de recolección de basura, de calles y avenidas limpias y bien asfaltadas, con buena iluminación y ornato, de tener una buena relación laboral y salarial, el 5 de diciembre esos hombres y mujeres de la oposición tienen la oportunidad de “revertir el error garrafal” que cometieron en el 2008 al colocar en esa
alcaldía al delincuente de Manuel “prófugo” Rosales y por carambola por la huida del “Sr. Alcalde” al otro delincuente de Daniel Ponne, el
5 de diciembre eso se puede revertir o componer con el “voto consciente y digno” de la oposición y de la revolución.
Seguro estoy del pueblo revolucionario, seguro estoy que ese pueblo saldrá unido y alegre a apoyar al camarada Di Martino, todos los y las aspirantes y sus seguidores le darán el apoyo político y moral desde ya para derrotar al lacayo, perdón a la lacaya legal de la señora de
Rosales, vamos pues juntos, unidos, alegres, con pasión revolucionaria y chavista a llevar al camarada Gian Carlo Di Martino a esa alcaldía de Maracaibo que fue saqueada por Un nuevo tiempo y sus cómplices de Primero Justicia.
¡Patria socialista o muerte!
¡Venceremos!
27 de octubre de 2010