Al estado Táchira le han sucedido las cosas más inverosímiles y contradictorias que se pueda imaginar, a pesar de su ubicación geográfica estratégica, de sus riquezas naturales, minerales, educativas, culturales, y sobre todo la laboriosidad de su gente, siempre echada pa’ lante, no ha podido despegar de esa modorra que es el subdesarrollo, y estructurar una economía socio – productiva, sólida y estable.
Tuvo la posibilidad de dinamizar su economía con las cuatro grandes agroindustrias que se instalaron geográficamente en cuatro polos de desarrollo que se visualizaron para el Táchira y solo sobrevivió una que está en manos de una trasnacional; la autopista San Cristóbal - La Fría, nunca se ha terminado en su construcción, la carretera expresa San Cristóbal – Rubio – San Antonio, a pesar de haber contado con recursos, fueron desviados y dilapidados, y tampoco se concretó una obra tan importante desde el punto de vista social y estratégica para el proceso de integración en el corredor fronterizo, la ensambladora de artefactos eléctricos en Rubio (Rotel Rubio) cuya calidad fue inobjetable, también desapareció.
El hotel El Tama, construido en el gobierno de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, fue inaugurado en 1957, representando para el momento y para casi 40 años después, la principal industria sin chimenea del Táchira y particularmente de San Cristóbal, su impacto económico y social fue notorio, por lo que representó no solo para la villa de San Cristóbal, sino para el resto del occidente venezolano.
Han pasado unos 15 años de estar durmiendo el hotel Tama, icono del Táchira, sin poder despertar de ese letargo y volver a ser la locomotora que ayude a mover el turismo regional, cuenta con instalaciones refaccionadas y sus 112 habitaciones, 13 suites y una presidencial, esperando su reapertura.
Se intentó en vano reactivarlo cuando se celebraron los juegos Andes 2005 y nada, vino La Copa América 2007 y se perdió esa otra oportunidad, de volver los tachirenses a contar con su hotel legendario y tradicional, generador de empleo y activador de la economía; los indicadores dicen que 20 turistas generan un empleo directo y 4 indirectos, lo que puede representar para San Cristóbal otra fuente generadora de empleo digno y estable.
El Táchira cuenta con una oferta turística de infraestructura en buena parte de sus municipios, que pudieran perfectamente conectarse con la red de hoteles de San Cristóbal, de manera que se hicieran oferta de paquetes turísticos de acuerdo a las zonas geográficas: turismo de montaña para conocer las bellezas naturales, su clima y su gente, paseos por senderos hacia las lagunas que se encuentran en El Páramo El Batallón, en La Cimarronera, turismo religioso, de aventura; visitas guiadas a San Pedro del Rio, Peribeca, Borota, San José de Bolívar, Queniquea, El Cobre, San Simón, pregonero, La Grita, conocer sus museos; a quienes les gusta la pesca de rio, la zona Sur del estado es su destino. etc.
Hay que ponerle empeño y ayudar a que estas infraestructuras vuelvan a resonar en la economía regional, es muy peligroso acostumbrase a ver como cosa normal lo que es anormal, hay que combatir el pesimismo con entereza y seriedad, ya deben desaparecer las promesas y convertir los sueños en realidades, porque asi lo requiere este estado que siempre puja por un destino mejor.
No es justificable desde ningún punto de vista, que la inversión actual que tiene el estado Táchira en infraestructura hotelera y en posadas, funcione a media máquina, que la gente por la necesidad de empleo, se distraiga en otras actividades, que solo le dejarán con el tiempo miseria y desesperanza.
Por eso la necesidad de tener una visión colectiva y sin sesgo de lo que el Táchira tiene y lo que puede potenciar para lograr bienestar y calidad de vida de su gente; el diferencial cambiario que hoy se tiene con Colombia, es la oportunidad de oro para estimular la economía local con la industria hotelera, y que El Páramo el Tama allá en plena montaña vuelva a rugir y despierte a quien lleva su nombre, el icono de siempre, su hotel El Tama.
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