Nuestro comandante eterno se quejaba de no poder caminar las calles como un ciudadano común, explicaba que le hacía falta ese contacto directo con la gente pero su envestidura le imposibilitaba ese placer. Con toda su formación política el gran éxito de Hugo Chávez estuvo en esa facilidad de compenetrarse con el pueblo llano. Entender la política como una actividad alejada de las clases populares significa no tener bien claro el concepto de democracia, creerse activista o dirigente político porque se es buen conversador en la esquina, licorería, panadería o despacho de un funcionario necesariamente no involucra a este actor con la comunidad en general, a la gente se le conoce a plenitud es en la calle allí conoceremos su problemática, necesidades y alegrías.
Algunos se dan cuenta de esto demasiado tarde pretendiendo corregir a última hora, aquellos que le dieron más importancia a conferencias, viajes al exterior y reuniones con las cúpulas partidistas, llegan al momento de campañas con el firme propósito de hacer milagros tal como le ocurriera a Eduardo Fernández al quedarse durmiendo por una noche en un rancho de un populoso barrio capitalino, de nada le valió, todos lo vieron como un demagogo. Maduro ha reafirmado su gestión en el gobierno de calle siguiendo el ejemplo de nuestro líder supremo como una forma de vida que obliga a estar pendiente de lo que necesita el pueblo. En el PSUV nos diferenciamos de la derecha entre otras cocas por nuestra visión de la actividad política, visitar los barrios, saludar casa por casa es algo cotidiano en el actuar de un dirigente chavista al igual que compartir nuestro plato de comida con el vecino, en el entendido que el socialismo quiere el bienestar para todos. Cuando estamos en la calle realizando asambleas, reuniones nos encontramos en nuestro ambiente, ese contacto permanente con la gente nos oxigena animándonos con mayor fuerza a seguir luchando.
No creemos, como los políticos de la burguesía que solamente se visita a los sectores populares en campaña, porque generalmente piden mucho, no nada de eso como dirigentes estamos obligados a escucharlos y por supuesto a tramitar soluciones para eso se es político, para buscar el bienestar de los demás en un apostolado diario, de lo contrario si no se está de acuerdo con esto entonces métanse a comerciantes, contratistas para que hagan dinero a costilla del esfuerzo de los demás en medio del capitalismo, Visitar las UBCH teniendo suficiente paciencia para oír sin prisa sus propuestas es un deber, ya que ellos también plantean soluciones por vivir dentro de la realidad social y por tanto sienten en carne propia analizando con propiedad para hacernos planteamientos en pro del colectivo. En eso andamos y al igual que Chávez también creemos en ellos.
@andresmarquez07
