A poco más de un año de haber vivido el estado Táchira aquella lamentable situación de desorden público casi convertida en caos, acentuada con mucha intensidad en San Cristóbal y toda su área metropolitana, junto a los municipios fronterizos; el gobierno nacional y estadal tomó la iniciativa de entrar en un proceso de dialogo con la ciudadanía.
Dialogo que se concretó en las llamadas "Conferencias Regionales de Paz" que se caracterizaron por sentarse a conversar gobierno y ciudadanos, para oírse en sus planteamiento y en conjunto buscarle una salida a la situación que vivía el Táchira de casi ingobernabilidad.
Fue un ejercicio interesante, muy propio de la sociedad tachirense de sentarse a conversar y que permitió escudriñar algunas de las razones que llevó a una parte de la ciudadanía a tal situación; esos conversatorios duraron varios días, fueron intensos y tensos en discusión, a los que asistieron ministros y otros personeros del gobierno nacional, lo que permitió tomar decisiones y llevar otras a La Presidencia de La Republica.
El 12 de Marzo de 2014 se produce el documento final: "Declaración Conferencia Regional Por La Paz" en el cual se resumieron un decálogo de necesidades que fueron acompañadas por los 11 ministros que asistieron a las jornadas, con la asistencia de 957 personas en representación de 254 organizaciones que hacen vida en este estado y que se distribuyeron en 9 mesas de trabajo, que dejaron como resultado 167 "Propuestas"
Traer este tema nuevamente a colación es importante, porque pareciera que poco ha cambiado la ciudadanía en general a la hora de reclamar, aporta y exigir soluciones a sus inquietudes y problemas; sigue estando presenta aquella mala costumbre y casi que maña de que si las cosas no se quieren solucionar se nombra una comisión y hasta ahí llegan los reclamos.
Las nueve mesas fueron etiquetadas de acuerdo a las prioridades que los mismos asistentes fueron desarrollando en los conversatorios, por lo que organizaron en mesas de: salud; transporte terrestre y vialidad; seguridad y frontera; industria, comercio y turismo; educación, ciencia y tecnología; abastecimiento y alimentación; agricultura y tierras; medios de comunicación; juventud, cultura y deporte.
Ahí quedó plasmado un diagnóstico de la real situación que para el momento se vivía en el Táchira, con las posibles soluciones que se desprendieron del conversatorio y donde privó el compromiso de ir paulatinamente buscándole las respectivas soluciones.
Lamentablemente otra de las costumbres que siguen vigentes es la mala praxis de no hacerle seguimiento a las decisiones que se toman, por lo tanto se sigue perdiendo la fe, la esperanza y hasta el respeto entre los gobernantes y gobernados.
Hace falta que el gobierno estadal, los gremios y personas que estuvieron involucrados en estas conferencia de paz, volvieran a sentarse a evaluar qué se ha cumplido y qué debe no; produciendo con ello un verdadero ejercicio democrático, digno de estos tiempos, para que no siga rondando en el subconsciente de la gente ¿Y Las Conferencia de Paz qué?