El título es prestado a Juan Rulfo, pero esa es la verdadera situación en la cual se encuentra la Sierra de Coro fuente del recurso hidrológico de los principales municipios e industrias del Estado Falcón.
No ha bastado que el articulo 127 de la Constitución Azul establezca que debemos conservar y preservar el ambiente para nosotros y las futuras generaciones, eso no lo han entendido las autoridades y funcionarios regionales de ambiente, ni los alcaldes de los municipios Colina (Medina), Petit (López Colina) Y Federación (Arcaya), la situación es bastante preocupante y ya debería pasar a ser un problema de estado, en Santa Ana de Coro por ejemplo existe un racionamiento de agua y no se avizora una mejora a mediano plazo desde las perspectivas del acueducto El Falconiano y esto se torna grave si consideramos que el agua es el nuevo recurso estratégico del siglo XXI .
Cuando en la Gaceta Oficial 37.074 del 9 de noviembre del año 2000 aparece el Plan Nacional de Gestión Ambiental por un monto de 6.108 millones de Bolívares para la recuperación y la conservación de cuencas tuvimos un respirito, por que en el mapa del plan con el número 3 aparecía la Cuenca del Río Hueque, además el plan incluía 1.739, 10 millones para la educación ambiental, hoy al menos que sea algo oculto, esto no se cumplió, por que a la vista lo que está presente es una profundización de la tala, destrucción masiva de la capa vegetal, la quema es un protagonista de todas las semanas y la fundación de nuevos potreros en las zonas altas de la sierra y no es que talan de noche, y no es que queman de noche, es durante los días de la semana y a plena luz del día, pero ni los alcaldes de los municipios involucrados se dan cuenta de nada, ni el Director Regional de Ambiente, ni la guardería ambiental de la Guardia Nacional, todos son ciegos, refiriéndose a uno de ellos el camarada Beto Zamora (asesinado en febrero de 2003) decía que las autoridades de ambiente actúan como Forense I, por que llegaban solo cuando el delito ambiental estaba consumado, eso lo decía el Beto Zamora en el 2002
El problema de las cuencas del estado Falcón y en el caso particular de la Sierra de Coro se puede resumir en explotación irracional de los bosques, ampliación de fronteras agrícolas con practicas inadecuadas, contaminación de aguas, activación de procesos erosivos, cambio de uso de las tierras principalmente para uso ganadero y el factor que mas afecta es la deficiencia en los mecanismos de control y vigilancia institucional.
En el caso del embalse Barrancas, ubicado en el Municipio Colina, pertenece a la cuenca del Río Ricoa hasta su desembocadura en el mar Caribe incluyendo sus afluentes como lo son los ríos Macoruca, San Pablo y Acurigua tiene una superficie de 1.246,96 kms2 y abarca los Municipios Zamora, Colina, Petit y Tocópero. En los últimos años la tala y la quema son el común denominador en la cabecera de este embalse, inclusive está rodeado por fincas dedicadas a la explotación bovina, en los últimos meses han aumentado las labores de quema y tala en los alrededores de esta represa, lo cual atenta contra su vida útil, cuya proyección era para 50 años de los cuales ya se han cumplido 28 pero los restantes 22 (se cumplirían en el 2029) estarían en riesgo si se continúan las labores destructivas del medio ambiente, labores que se están acometiendo bajo la mirada permisiva de las instituciones del estado que tienen en su haber el cumplir con esta misión que además tiene carácter constitucional. Que debe suceder para que funcionarios del ministerio del ambiente, alcaldes y guardia nacional se sensibilicen y se den cuenta del grave daño que se le está haciendo no solo a la sierra sino a todo el estado Falcón, cuando estamos dejando que se destruya un recurso importantísimo y que como lo hemos calificado arriba es el recurso estratégico del siglo XXI, por que en este siglo además de guerras por petróleo (Irak, Afghanistán) se dará el caso de guerras por el recurso hídrico.
En el anexo fotos de las actividades de quema en los alrededores de la represa Barrancas, se requiere dejar de pensar en el día a día y ubicarse por un momento en los años venideros e imaginarse como quisiéramos ver la sierra de coro, lo bravo por utilizar un término doméstico es que quien hace el daño ecológico no le alcanza la vida para ver las consecuencias de su acción y son los que vienen atrás los que sufrirán el descuido al cual sumimos a nuestra Sierra de Coro.