La ciencia y el desarrollo tecnológico para la agricultura, base para la lucha contra la escasez de alimentos

Atención Ministerio de Educación Universitaria Ciencia y Tecnología, Ministerio de Agricultura Productiva y Tierra; en tiempos de constituyente

No hay ninguna duda de la relevante importancia de la ciencia y la tecnología, para la seguridad y soberanía alimentaria del país; supra determinante en la superación de la crisis actual de la agricultura y del sector agroalimentario, dada la escases de insumos tecnológicos para la siembra y cosecha y de materias primas para el procesamiento de alimentos, con sus negativas consecuencias en el desarrollo y estabilidad política del Estado Venezolano por la vulnerabilidad en el abastecimiento de la población.

En dicho sentido vale recordar que los requerimientos de Investigación e Innovación Tecnológica Agrícola, surgen de la necesidad de los países en garantizar seguridad y estabilidad en la producción agrícola, para el consumo interno y la exportación de excedentes que contribuyan al equilibrio comercial.

Bajo esta óptica es necesario precisar los principales criterios que determinan la Soberanía Agroalimentaria, a nuestro juicio es un proceso permanente y diversificado; tan diverso como la dieta de sus habitantes, las condiciones agroecológicas para la producción y la fortaleza tecnológica para enfrentar los retos que surjan de la positiva interacción entre la naturaleza y la sociedad, es decir "producir alimentos con sanidad y calidad nutricional, bajo el mínimo deterioro de los recursos naturales que la soporta e ingresos suficientes a los productores y su familia, para que se convierta en modo de vida digno y atractivo".

Ha de resaltarse que la fortaleza de las instituciones de investigación, la organización, motivación y formación de los agricultores, para asumir los conocimientos e innovaciones tecnológicas mejoradoras de los procesos productivos agrícolas; es en cualquier circunstancia, clave en el desarrollo y estabilidad política de los países. Aspectos que no solo dependen, del conocimiento sobre el manejo de los cultivos y especies animales; involucran también factores como: la economía, la salud, la alimentación, la cultura y la ecología que se entrelazan en los planteamientos de investigación.

Es un hecho real que los países, que han logrado superar deficiencias y riesgos de inseguridad alimentaria; es porque han definido políticas claras para la generación y adopción de tecnologías, con acentuada participación de los Institutos Oficiales de Investigación Agrícola (INIAs), Universidades, Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y Agroindustria, con el propósito de buscar respuesta a los problemas de productividad y sustentabilidad de la producción nacional y el consumo

En cumplimiento de tales aspectos, el Estado debe velar por la eficiente organización de Los Institutos Nacionales de Investigación y por asignar recursos para el cumplimiento de su misión, especialmente en el fortalecimiento de áreas disciplinarias y rubros estratégicos, donde destacan: La conservación y valoración de la biodiversidad vegetal y animal, mediante programas de mejoramiento genético, de protección y manejo de cultivos y rebaños; la sanidad y nutrición de especies animales y vegetales; la evaluación y el manejo de los recursos físico-naturales en que se soporta la agricultura (suelo, clima, vegetación), determinantes a su vez, de la antes nombrada biodiversidad.

Sobre estas últimas consideraciones ha de destacarse, que Venezuela se ubica en el décimo lugar de los países con mayor diversidad biológica en el planeta y el segundo en el continente americano; reporte de informe sobre la Biodiversidad Venezolana MARN 2001; e igualmente manifiesta en su gran diversidad agroecológica, sobre la cual estudios del FONAIAP e INIA, reportan la identificación y cartografía de más de 700 unidades agroecológicas, al norte del Rio Orinoco, con relativa homogeneidad interna en suelo clima y biodiversidad; que determinan variaciones en las condiciones de aprovechamiento agrícola.

Otro factor a considerar es el cambio climático (CC), derivado del incremento de la temperatura, por el desequilibrio en las emisiones de gases de invernadero (CO2, N2, NO, NO2, NH2, Amoniaco y Metano) debido a actividades humanas, relacionadas con el uso de energía fósil o petrolera y la destrucción de las formaciones vegetales; dichas variaciones de temperatura afectan al ciclo hidrológico, con consecuencias sobre el crecimiento y rendimiento de los cultivos y de la producción pecuaria, que requieren de estudios pormenorizados para su minimización con tecnologías de mayor adaptación a los diferentes eco territorios, en base al manejo eficiente del agua y de las tierras que los conforman .

Vale mencionar sobre la última consideración, que el Plan Nacional de Recursos Hidráulicos, elaborado en la década del 70 por COPLANARH, Comisión de Nivel Presidencial, con asesoramiento y consulta a la experticia nacional en Climatología e Hidrología, Suelo y Evaluación de Tierra, Geología y Geomorfología; se adelantó en más de 40 años a la imperante necesidad actual. Identifica y valora la disponibilidad de recursos hídricos (superficiales y subterráneos), sus demandas y proyecciones, en función del crecimiento de los principales sectores de la vida nacional. Entre sus datos relevantes indica que el 90% de las aguas del país, se ubican al sur del Rio Orinoco (Estados Amazonas y Bolívar) y el 10% restante en los territorios al norte de dicho Rio, de los cuales entre el 40 y 50% se ubica en las cuencas de los ríos andinos que drenan hacia los Llanos y al Sur del lago de Maracaibo, lo que determina que solo entre el 5 y 6 % de las aguas se ubican en el resto del territorio nacional, coincidente con las áreas de mayor concentración de la población nacional.

A esta situación, que ya era crítica al momento del mencionado análisis; el reporte de la Primera Comunicación Nacional del Cambio Climático (MARNR PNUD-Caracas Venezuela 2005), indican que entre los periodos 2005-2020 y en los intervalos 2040 y 2060, una de las áreas que van a ser afectada por disminución de las lluvias, es la región nor-occidental, los andes y el piedemonte de los llanos occidentales, donde se prevén consecuencias para la mayoría de los cultivos de la zona, especialmente los de ciclo permanente (plátano, palma aceitera y cacao), y la sucesión de cultivos con riego, principalmente hortícolas

Dicha afectación es muy preocupante por tratarse de la principal área al norte del Orinoco con mayor disponibilidad hídrica y varios embalses multipropósito (Consumo humano e industrial, hidroenergia y riego); así mismo es preocupante la degradación de las cuencas en todo el territorio nacional y muy especialmente en la región Guayana, que contiene la mayor reserva de agua del país (90%), cuya área es coincidente con el "Arco Minero"; surge entonces la interrogante de su priorización en: la ampliación de la capacidad de producción hidroeléctrica, unido al manejo y conservación del potencial hídrico con utilidad para superar crisis en otras regiones del país; o la intensificación de la explotación del arco minero?

Conjunto de temas que para el área agrícola, son fundamentales y requieren de una discusión abierta, considerando la situación actual de la investigación y los requerimientos de innovación, particularmente para apalancar la agricultura en un futuro no lejano y la atribución de recursos para su desarrollo

En tal sentido es importante recordar, las recomendaciones de la UNESCO de invertir al menos el 1% de su producto interno bruto (PIB) de los Estados, en investigación y desarrollo tecnológico, visualizando un sistema científico consistente o equilibrado para los países. Venezuela se encuentra por debajo de dicha cifra y en consecuencia las instituciones de investigación, son afectadas en la adecuación de infraestructuras y actualización de equipos, el suministro de los insumos y materiales requeridos por la investigación y los servicios especializados a la producción; así como para la necesaria actualización y renovación de cuadros o talentos para la investigación.

Sobre el área agrícola han de destacarse, procesos claves como el desarrollo y la producción de semillas (sexual y asexual), los fertilizantes (inorgánicos, orgánicos y biológicos), la protección y sanidad de los rebaños zootécnicos y el manejo y conservación de las tierras agrícolas. Factores o procesos, sin los cuales no podemos aspirar a la estabilización y mejoramiento de la agricultura y el consumo de alimentos

Para soportar esta gama de planteamientos, conviene reflexionar sobre: Los Actuales y Potenciales Escenarios para el Desenvolvimiento Agrícola; El balance de la Gestión de Investigación y las Prioridades para los Nuevos Escenarios. Foros sobre esta temática, resultarían beneficiosos y se podrían equiparar o confrontar propuestas, de Nuevos Modelos de Producción Agrícola para el país, sobre los cuales seguramente hay varias; una que puede ser referencia es la del INIA, disponible en su página Web, / http: /www. inia. gob .ve

Investigador en Ciencias Agrícolas, Jubilado del INIA

Antoniojsanchezs1@gmail.com


 



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Antonio J. Sánchez S.

Investigador Agrícola, jubilado del INIA, Participante y Relator del Trabajo sobre “Aproximación Agroecológica para el Nuevo modelo de Producción Agrícola en Venezuela”

 antoniojsanchezs1@gmail.com

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