Con este calor y la curiosidad en su máxima expresión, me ocupa el pensamiento toda la información y contrainformación generada sobre el tema de la salud que a su vez está regulado en organizaciones multilaterales como la ONU y todos los acuerdos y decretos que contrastan con el carácter público y privado dependiendo del país y su propia naturaleza legislativa.
La OMS anuncio recientemente el fin del COVID 19 y días después alertaron del surgimiento de una nueva pandemia, el asunto no está claro para quien es indiferente pero 10 enfermedades que ya fueron erradicadas están en la agenda macabra para continuar reduciendo la población mundial.
El gran problema de fondo es que todos los seres vivos dependemos de la tierra: de ahí venimos y hacia allá vamos pero no le damos su justo valor al hecho de que la tierra nos alimenta y da de beber, todos los medicamentos provienen de la tierra.
La misma tierra de la que "nos desconectaron" progresivamente: nadie puede andar descalzos pero el material del calzado es cancerígeno, envenenaron el agua con cloro supuestamente por nuestra salud y modificarlo genéticamente las semillas para que nadie más pueda producir alimentos, por dónde busquemos encontramos razones para pensar.
"Como es arriba es abajo, cómo es abajo es arriba".
Es el código de una cuestión espiritual para llegar al estadio superior que nos permitirá la preservación de la especie humana.
Al faraón y los egipcios les cayeron 7 plagitas y pidieron cacao, vengan para Venezuela para que vean rostro, nos han caído 999 plagas y seguimos de pié, anoche nada más y nada menos nos cayó un diluvio, claro después del racionamiento eléctrico de tortura que nos correspondía porque sino no funcionamos.
De panas que anoche me di cuenta que sabía rezar cuando vi que se me iba a caer el techo y mí hijo bien relajado disfrutando de su noche de lluvia, tengo "los ojos cuadrados" de sueño.
Me acordé del vídeo en el que bromeamos sobre el tifón que se devolvió decepcionado porque se le habían adelantado en la destrucción, pensé que el fulano tifón había regresado de incógnito para agarrarnos fuera de base pero no fue así.
Del dicho al hecho todas las civilizaciones han coincidido curiosamente en la misma historia repetida con una brecha de tiempo y espacio: los babilonios, sumerios, egipcios, hindú coinciden en la misma historia del principio de la humanidad y parece curioso que desde que comenzó a tener auge la TV y muy especialmente entre los años 70 y 80 la pauta principal era el adoctrinamiento, que la gente adoptará múltiples personalidades, algo que es normal por la influencia mediática dirigida por factura de poder que le añadieron el ingrediente de la psicología. Otra cosa muy recurrente eran las predicciones del futuro que hicieron hasta con los dibujos animados, algo impensable como una videollamada ya en los 80 era normal verlo en las caricaturas dirigidas al público infantil y que nos da la idea de la existencia de grupos de poder que tienen tecnología que aún no ha salido a la luz, como la inteligencia artificial.
El asunto es que como dije al principio, nos contaminaron el agua con cloro supuestamente por nuestra salud y con la modificación genética han destruido todas las formas de producción artesanal de alimentos porque ya no se consigue algo que fue muy tradicional en otros tiempos, en cualquier patio la gente tenía espacios destinados para la siembra de árboles frutales, entre ellos el limón que tiene propiedades medicinales y múltiples usos domésticos.
La modificación genética de los productos del campo tiene su lógica en los dueños del capital porque es un mecanismo mediante el cual los productores se hacen dependientes de las grandes corporaciones que venden las semillas y pesticidas que no renuevan las cosechas y que ponen en riesgo nuestra salud.
El asunto es tan grave y no veo en el horizonte a gobierno alguno ocuparse algo tan sagrado como lo es la producción de lo que come, lo que bebé y lo que cura a su población porque de alguna manera ú otra están metidos en el laberinto de la mano invisible del mercado.
Como es arriba es abajo es un código que representa la idea de que si en el cielo nuestro universo es perfecto, brilla con su propia luz, tiene toda la energía que requiere y la satisfacción de todas sus necesidades, con más razón nosotros pero eso no lo enseñan en la iglesia.
Recuerdo que tendría 5 años o algo así y jugando con mis primos inventamos un juego que consistía en el reto de pedir el mejor deseo y cuando me tocó el turno mi deseo fue: "deseo tener todo el poder del mundo para que todos los niños y niñas tengan a su papá y su mamá, que nunca las falte la comida y que tengan a sus abuelos. Que nadie en el mundo tenga problemas y que nosotros no crescamos más nunca".
Así sería aquí abajo igual que arriba pero todavía hay muchos obstáculos por superar como la ignorancia colectiva con la que tienen dominados a la mayoría.