El teatro cotidiano muestra la cruda realidad que enfrentamos,
nadie la puede obviar porque de alguna manera nos toca. Los organismos
internacionales creados después de la Segunda Guerra Mundial, para
garantizar la paz y el equilibrio en el reparto del mundo o el Nuevo
orden Económico Internacional (NOEI); desangra a los pueblos y les
saquea sus riquezas.
EEUU ganó
la guerra a Alemania Nazi juntos a los aliados, fue el momento histórico
más importante para los EEUU, su hegemonía en ascenso lo llevó al
dominio de la energía nuclear, espantando al mundo con la destrucción
de Hiroshima y Nagasaki; todos comprendieron quien era el más fuerte
y como satélites estos países aliados sobreviven apoyando la crueldad
institucionalizada por estos organismos.
La extinta
Unión Soviética contribuyó en la lucha por la paz en contra
del fascismo, más temprano que tarde fue acusada de comunista y alejada
de nuestra órbita; sin embargo mientras existió, fue el contrapeso
en las relaciones internacionales; existían dos potencias y se temían.
Desde los años 80 EEUU asumió ser la única potencia y el desbarajuste
neoliberal se acentuó, el derroche, la banalidad, la influencia del
sionismo en el gobierno hizo lo demás, es decir quebró la economía
norteamericana.
La temible
industria militar cada día tiene más presupuesto, es decir el dinero
de los contribuyentes estadounidenses va a parar al pentágono, a las
partidas asignadas a los países con proyectos militares comunes como
Colombia, Israel, Egipto etc; para llevar a cabo proyectos como la destrucción
de Palestina, Irak, Afganistán y ahora Libia; con la licencia para
matar que expide la OTAN (países del norte) y las otras instituciones
que ahora cuentan con la aprobación de China y Rusia que dieron
carta blanca a la invasión del pueblo libio.
China es la
primera economía del mundo y seguramente tuvo razones de peso para
no vetar la resolución, probablemente las saludables arcas del pueblo
libio le paguen las cuantiosas deudas contraídas por los gobiernos
de turno que quebraron el Estado estadounidense o temen que les propaguen
una ola expansiva desestabilizadora tanto financiera como climática
(HARRP, proyecto de manipulación climática)
Rusia sufrió
el año pasado la ola de calor más intensa, con incendios que destruyó
su producción cerealera, además de un terrible atentado en el aeropuerto
internacional de Moscú en enero de este año, dejo 35 muertos y cientos
de heridos, la prensa reseña como responsable a un joven caucásico
de veinte años, pero el mundo entero sabe que el terrorismo internacional
tiene grupos especiales para intimidar a través del miedo; o tal vez
el acuerdo del tratado START o rectificación de armas nucleares, firmado
recientemente con Obama; no obstante la historia no los absolverá.
Un poco más de historia
La política
exterior de EEUU siempre ha sido expansionista y cruel, está determinada
por lo que los fanáticos protestantes que colonizaron América del
norte llamaron el Destino Manifiesto o sea que encontraron el Paraíso
Terrenal que Dios les mostró en la biblia; por lo tanto son los elegidos
para gobernar, en esa creencia han despreciado cualquier otra religión.
No obstante
desde la creación del Estado de Israel y el fortalecimiento del sionismo
internacional (capitales transnacionales) que poco tiene que ver con
el pueblo judío, los gobiernos estadounidenses y británicos hicieron
suyo el proyecto único del sionismo de dominación planetaria, tal
como lo concibe el Destino Manifiesto. Esta confluencia de
intereses religiosos, político-económicos marcan la estrategia
geopolítica del momento; sustentado en la hasvará o propaganda
sionista que involucró a occidente en la búsqueda insaciable del poder.
Esto debe explicar
el deseo de exterminar a Palestina que según la historia es la tierra
sagrada, tiene la memoria de pueblo que no posee el joven Estado guerrerista
de Israel. Por otro lado occidentalizar al mundo islámico (musulmán)
a la fuerza, lo más pronto posible dado el descalabro económico; siendo
esta la religión más numerosa del mundo, tiene títeres pro-occidentales
gobernando Arabia saudita (mar de petróleo), donde nació el Islam.
Geoestrategia conjunta
El poder de
los lobbies sionistas en las decisiones del gobierno estadounidense,
el predominio en los centros de poder como los Think-thanks donde se
tomó la decisión de golpear la cultura musulmana; es de allí donde
sale la Islamofobia. A partir de la publicación de los Versos
Satánicos de salman Rushdie en 1.988 en Inglaterra (obra que descalifica
a Mahoma), Y que despertó una ola de protestas en el mundo musulmán;
que dejó muertos, heridos y conflictos diplomáticos.
Según el
músico y filósofo Israelí Gilad Atzman es el momento en que comienza
la descalificación del mundo musulmán por occidente y, que lleva a
la satanización como terroristas a los musulmanes con la caída de
las Torres Gemelas. Abren camino hacia Irán, invaden Irak, Afganistán,
buscando el control de Asia central y sus inmensas riquezas. En este
escenario de guerra es que le doran la píldora al Coronel Gaddafi en
África (frente el mediterráneo) después del 11de Septiembre con Al-Qaeda
y lo hacen cómplice para perseguir terroristas; la decisión fue tomada,
la invasión de Libia fue planificada armando las fuerzas retrógradas
en nombre del Islam.
El fanatismo
religioso y político-militar- económico de este binomio los coloca
como pueblo elegido, superior a los demás y es el cemento que
mantiene unido a los gobiernos (no a los pueblos) estadounidenses e
israelí desde hace algunas décadas. Ya lo dijo en su momento el autor
de los Versos Satánicos que “detestaba el fanatismo cristiano de
Tony Blair y Bush”.Recientemente la periodista decana de la casa blanca
Helen Thomas, perdió el cargo por referirse al tema de Palestina.
Proyecto Único
El relato de
la Tierra Prometida (versión sionista) y el Destino manifiesto, se
han unido peligrosamente para darle peso histórico y sentido de unidad
a la dominación más extraña de superioridad humana y control
permanente sobre los pueblos del mundo, el terror y el miedo sembrado
por décadas en los territorios musulmanes recrudecido hoy por las protestas
populares antioccidentales, anuncian el nuevo reparto del mundo, como
si fuera la continuación del proyecto Nazi de Hitler y sus adláteres.
Estados Unidos
se ha convertido en un Estado espía, lleva implícita la ideología
de la judeidad, que como explica Atzman no tiene nada que ver con la
espiritualidad del pueblo judío, pero es lo que caracteriza a los sionistas,
la acumulación de grandes capitales en pocas manos; aunque tengan que
sacrificar su propio pueblo, como ocurre con las protestas en Wisconsin,
Michigan, Pensilvania, Indiana y Ohio; silenciadas por la gran prensa.
Mientras la humanidad se conmueve por el desastre en Japón, las hienas se enriquecen con la venta de armas que destruyen las culturas que se resisten al Proyecto Único de dominación. El premio Nóbel de la guerra se luce en las favelas brasileñas demostrando control en su área de influencia; mientras centenares de personas protestan su visita. En el otro extremo del mundo se cumple su mandato de apoderarse de las sumas millonarias del Estado libio y el despojo de sus territorios en nombre de la Cruz y la Estrella de David.
*comunicadora Social UBV/Mérida
almendralibros@yahoo.es