Esta vez no haré alusión a las armas, el dinero y los comandos que envía los Estados Unidos y aliados de la OTAN para Siria en el afán de hacer caer al gobierno y todo lo que representan; esta vez hablare más de lo humano, de eso que sucede más allá de los discursos y análisis de las consecuencias políticas de la guerra, hablare de los mayormente afectados en esta situación y confieso que lo hago horrorizada y conmovida por lo que ese pueblo vive a consecuencia de ese conflicto que supera los dos años.
En un documental preparado por la cadena de televisión Siria "Al Ekhbaria" entrevistaban a víctimas del conflicto en ese país, y las mismas relataban sus traumáticas vivencias. Mujeres narraban como los mercenarios o los llamados por algunos medios "rebeldes" en su gran mayoría extranjeros, en nombre de Dios cometen grandes atrocidades, entre ellas, violaciones a mujeres, niños y jóvenes. Decían los entrevistados, "Me leía las palabras de Corán con su mano sobre mi cabeza, para supuestamente esposarme, y luego se atribuía el derecho de violarme para luego, después del hecho, desposarme y otro del grupo hacia lo mismo conmigo, de esa forma es que fuí violada por varios hombres"; " Entraron a mi casa, dispararon contra los hombres y degollaron a los que aún estaban con vida, luego nos violaron a mi y a mi madre"; "Yo como padre no soporte el hecho de pensar que frente a mi violarían a mi hija, por eso le disparé y cuando intente hacerlo conmigo, uno de ellos se adelantó y quedé inconsciente"; "Cuando los terroristas llegaron a nuestra zona y nos reconocieron como católicos, nos dijeron que debíamos escoger entre convertirnos al islam o morir, muchos debimos decir que si nos convertiríamos y nos leían palabras del Corán y a algunas mujeres de la comunidad eran esposadas"; "Yo a mis 15 años fui secuestrado con mis compañeros del barrio por un grupo para luego entrenarnos y ponernos como carne de cañón en los enfrentamientos con el ejército, sin embargo pude escapar para no correr la misma suerte que mis amigos"; Los precios de los alimentos y el gasoil están por el cielo, ahora hay que andar con cuidado en las calles porque puedes ser víctima de un secuestro y los corruptos además se aprovechan de la situación para cobrar a los especuladores y callar, por eso no se controlan los altos precios".
Estos y otros relatos más fueron los transmitidos en el muy real y doloroso documental sobre el día a día del conflicto sirio y que levantaron aún más mis sentimientos de dolor y rabia porque a diario vemos la hipocresía occidental al decir que intentan defender los derechos humanos del pueblo árabe y por ello apoyan a los llamados "rebeldes sirios", cuando todos sabemos que son comandos extranjeros de Estados Unidos y países aliados donde también participan integrantes de redes islámicas fundamentalistas que en nombre de la religión cometen innumerables delitos contra personas inocentes de esa población.
Esto me trajo a la memoria el llanto, el dolor y la desesperación que mostraba un opositor de Gaddafi en Libia, luego de que su casa fue bombardeada por aviones de la OTAN, el mismo gritaba con su niño muerto entre sus manos contra sus atacantes y juraba pelear con Gaddafi, y me llevo a la conclusión que una guerra o conflicto no discrimina a nadie en lo absoluto, ahí no importa de que lado se está, los afectados son los pueblos.
Ademas de ello, resalto la inmoralidad que tienen los Estados Unidos y las naciones europeas para hablar de derechos humanos cuando envían a mercenarios a Siria. Hay que generar reacción mundial sobre el doble rasero y falso discurso de "respeto" a los derechos humanos de estos países. Lo que sí puedo decir es que ya resulta imposible engañar a pueblos como el afgano, iraquí, libio, sirio, y a todos los que fueron invadidos o atacados por el Imperio en nombre de la libertad.
En cuanto a mi patria, a los que hacen llamado a la invasión yankees, deben verse reflejados en lo que en otros países sucede y no deben creer que pueden ser la excepción. Los Estados Unidos actúa de la misma forma en cualquier parte del mundo, y en nuestro país lo harían con los mercenarios paramilitares colombianos, quienes a cambio de dinero pueden hacer cualquier atrocidad para generar terror en la población y luego culpar de ello a la Revolución, así ha sido siempre su forma de actuar y para ello no tendrán contemplación sobre cual es la posición política de los que atacan, al contrario, si se es opositor es mejor, porque ello contribuye al estado de conmoción y desestabilización que se requiere.