Quinto malo

¿Vuelve el águila a comer carroña?

Cuando la CIA denominó, en sus códigos de contrainsurgencia, "Operación Condor" a las acciones planificadas y ejecutadas para detener el avance de los movimientos de izquierda y guerrilleros, al sur de Nuestramérica, era porque sobre estos ya se había desatado una inmensa cacería, torturas mediante, para su exterminio.

El águila, el ave de rapiña con la que siempre le ha gustado identificarse al imperio yanqui, se revestía de cóndor en la década de los 70, para actuar en toda la franja andina, de donde es originario y tiene su hábitat el ave carroñera más grande del mundo. "En un lapso de pocos años, una lista extraordinaria de líderes políticos y militares de los países del extremo sur de América perdieron sus vidas o fueron blanco de intentos de asesinato", comienza diciendo John Dinges el primer capítulo de su libro Operación Cóndor, una década de terrorismo internacional en el Cono Sur.

No es la primera vez que citamos la obra de este periodista y aludimos sus contenidos, como una forma de no olvidar un pasado, relativamente reciente, que dejó huellas traumáticas en nuestros pueblos, justo cuando estos avanzaban abriéndose caminos de libertad e independencia al enfrentar al neocolonialismo y a la fiereza imperialista que les dominaba.

"Los años del cóndor", que es como Dinges denomina al período comprendido entre 1973 y 1980, se caracterizan por la ejecución de asesinatos masivos de "líderes militares y civiles que intentaban resguardar o recuperar la democracia" y a quienes "por comunistas" se debía detener a toda costa. Nuevas organizaciones y acuerdos secretos sin precedentes le dieron cuerpo a una táctica que el Departamento de Estado yanqui había diseñado cuidadosamente para afianzar su poderío en los que siempre tuvieron por su "patio trasero". "El cóndor implicaba un gigantesco paso adelante en la coordinación policial y el intercambio de inteligencia" que, en el caso de Venezuela, tuvo por interlocutores a agentes de origen cubano como Orlando García ¿(recuerdan su juicio por las armas qué este terrorista calificó como "unas navajitas"?) y Rafael Rivas Vásquez (responsable directo de desapariciones, torturas y asesinatos en Venezuela, durante la década de los 70).

"Hacía tiempo que la CIA alentaba la idea de una mayor coordinación entre las fuerzas militares de la región, especialmente en el área de inteligencia y comunicaciones" y lo consiguen al camuflar su imagen imperial de águila por la de cóndor, un ave caracterizada por alimentarse de cadáveres que "otros" generan al matar para su servicio.

Las víctimas ofrecidas en bandejas de plata al cóndor en plena operación imperialista, provenían del trabajo especializado y minucioso que la CIA logró desplegar en países como Chile, donde la calidad de su democracia auténtica había permitido que llegara al poder, por vía electoral, el primer gobierno socialista, encabezado por el compañero presidente Salvador Allende, quien resulta ser una de las primeras víctimas ofrecida en holocausto al cóndor.

El desabastecimiento, la guerra económica, la infiltración de las organizaciones de izquierda, la manipulación asegurada de las organizaciones de izquierda más "ultrosas" a las que hacían juntarse, en los extremos, con sus antagónicos derechistas, crearon el apropiado caldo de cultivo para asestar el zarpazo (los zarpazos, si enumeramos todos los países que fueron cayendo en manos de dictaduras ultraconservadoras y fascistas) a las democracias de nuevo tipo, alejadas del calco impuesto por los EEUU y fundamentadas en la participación del poder popular.

Hoy, el águila a la que Alí Primera aludía en la esperanza de verla arrastrarse para poder "cantar a la paz", pareciera resurgir amenazante con nuevo ropaje de cóndor, queriendo acabar con los nuevos signos de libertad, soberanía e independencia, alentados por la Revolución Bolivariana y Chavista.

Hoy es la hora de reaccionar ante tantos signos evidentes y repetidos de un águila que quiere volver a ser cóndor. La operación está en marcha. O la detenemos ahora o terminaremos poniendo la carroña para su alimento. ¡No es juego!



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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