El Espejo

Asalto (a mano armada) a la razón

1 ¿Qué es la oposición venezolana? ¿Cómo definirla políticamente? ¿En cuál tendencia ideológica ubicarla? ¿Es, acaso, una oposición democrática? ¿O una oposición antidemocrática? ¿Es simplemente fascista? ¿O neofascista? ¿En realidad qué es? Lo cierto es que resulta difícil, por no decir imposible, su clasificación. A la hora de buscar algún tipo de definición no hay manera de lograrlo. Porque en el conjunto de factores que la integran hay de todo. No hay manera de catalogarla por la orientación político-ideológica, porque en su seno existe una variedad de posiciones que algunos pretenden justificarla dándole rango de pluralismo, pero que en la práctica más bien es el resultado de una caótica concentración de múltiples posturas que conviven en razón del mandato de permanecer unidos, dejando de lado profundas diferencias. Pero, sin duda, la oposición es una realidad, caracterizada por la falta de programa, de proyecto de país, de un liderazgo coherente. Que carece de calidad democrática. Que irrespeta a las instituciones. Que se acoge a la Constitución de manera oportunista. Que por igual actúa políticamente a través de la vía legal o recurre a la violencia, bien sea apelando al golpe de Estado o al terrorismo en sus variadas manifestaciones. No es un capricho destacar lo que se puede tildar de visión deformada acerca del comportamiento de lo que solemos definir en Venezuela como oposición. En este mismo espacio he expresado que la oposición que se conformó luego de la derrota que le propinó Chávez en diciembre de 1998 a los factores que gobernaron durante la IV República, no encarnó principios sino odios; no fue expresión de la voluntad de velar por el rumbo democrático de la corriente política que irrumpíó con una nueva conducción, sino producto del más torvo de los revanchismos.

2 Por esta razón -en base a esa partida de nacimiento-, la oposición que funciona en Venezuela en los 18 años de gobierno bolivariano es la negación de lo que se conoce, en la doctrina y praxis de la política mundial, como oposición. Es todo lo contrario: es el atajo, la irracionalidad, la emboscada, el constante desafío a la norma y a la lealtad republicana. Es la oposición que comenzó a conspirar antes de que Chávez tomara posesión de la presidencia; que tres años después promueve el golpe del 11-A; que luego del fracaso convoca a una huelga general y paraliza a la industria petrolera; que recurre al terrorismo desde Plaza Altamira; que en el 2005 se niega a participar en las elecciones parlamentarias para darle argumentos al golpe en marcha; que en el 2014 monta una guarimba terrorista que deja un saldo de 43 asesinados y más de 800 heridos, así como la destrucción de instalaciones públicas y privadas. Es la oposición que promueve la guerra económica y monta con EEUU, la OEA de Almagro y la derecha de la región, el plan para derrocar al presidente legítimo, Nicolás Maduro. La misma que ahora desata la ofensiva que tiene semanas arremetiendo contra el régimen constitucional. La oposición, desesperada porque no logra el objetivo, se une al hampa y protagoniza las más brutales acciones que recuerda en el país, con nuevas formas de lucha, con hombres y mujeres desnudos, exhibición de personas defecando en plena calle, ataques a las autoridades con bombas elaboradas con excrementos y campaña estilo nazi contra el chavismo.

3 Sin duda un comportamiento difícil de definir. A mí se me ocurre llamarlo asalto (a mano armada) a la razón. Porque es lo más insensato que puede ocurrir en política.

LABERINTO

¿Qué pasa con ciertas jerarquías de la Iglesia Católica en la región latinoamericana? La pregunta está relacionada con la actitud, en Venezuela, de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que en forma insolente desoye la recomendación del papa Francisco de tender "puentes al diálogo".

Posición que da la oportunidad a que dirigentes de la oposición como Capriles Radonski tenga expresiones de burla y desprecio hacia la propuesta del Sumo Pontífice, o que la señora Lilian Tintori manifieste que la posición de Francisco es inaceptable…

De igual manera está la reacción en la Argentina gobernada por el neoliberal Mauricio Macri, mostrándose de acuerdo -al igual que los obispos argentinos- con una decisión del Tribunal Supremo, mediante la cual a los represores de la dictadura militar, condenados a largas sentencias por delitos de lesa humanidad, se les reduce la pena mediante la aplicación del 2×1, objetado por Francisco desde el Vaticano y por el pueblo, así como por organizaciones de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo…

También es interesante la siguiente observación: mientras el papa Francisco, que pertenece a la congregación de los jesuitas, mantiene un posición progresista y es partidario a fondo del diálogo, dos connotados jesuitas en Venezuela, los padres Ugalde y Virtuoso (rector de la Universidad Católica Andrés Bello), descalifican el diálogo, secundan las críticas a esta iniciativa y apoyan las posiciones más duras de la oposición contra el gobierno de Maduro, incluyendo las que plantean su derrocamiento…

Es evidente la reacción de rechazo y molestia de amplios sectores de la comunidad nacional con motivo de las diarias convocatorias que la MUD realiza para manifestar, y por el carácter violento de tales acciones. La ciudadanía ya no se traga el cuento de que se trata de actos pacíficos. Las mismas son cada día más violentas y ya existe en el pueblo el convencimiento de que la dirección de esa actividad de calle está en manos de los radicales, así como de un elemento que ha surgido a medida que se repiten las marchas: la aparición de personas ligadas al mundo de la delincuencia…

Por cierto, en el ambiente viral que se impuso en las movilizaciones y una dirección irresponsable se empeña en forzar a diario, ocurren hechos extraños. Algunos tienen que ver con el equipamiento de los sujetos que protagonizan las acciones más audaces y violentas, provistos de equipos costosos, máscaras, guantes, botas, capuchas y armas como carabinas, chopos, fusiles, pistolas. ¿Quién los financia y dónde guardan esos implementos? También el entrenamiento que demuestra quién lo imparte y en qué lugares. Hay otro hecho relevante que requiere una investigación seria: las muertes extrañas ocurridas últimamente: el asesinato de los jóvenes Juan Pablo Pernalete, Armando Cañizales y Miguel Castillo. La similitud de los crímenes, del procedimiento, de las armas empleadas y las características personales de las víctimas. Todo lo cual da pie a muchas conjeturas y obliga a que la investigación de los hechos se haga con rigor científico y con el ánimo de arribar a la verdad y a la determinación de responsabilidades…

Interrogante obvia: si el proceso constituyente convocado por Maduro, de acuerdo a la constitución bolivariana cuaja -como todo parece indicarlo-, ¿qué harán los líderes de la oposición después de declarar que la convocatoria es inconstitucional y negarse a aceptarla? Su liderazgo está ante una tremenda disyuntiva: o participa y tiene que tragarse el rechazo expresado, o se abstiene y le pasa lo que le sucedió en el 2005, quedarse sin representación. El dilema es el de siempre, ¡o corren o se encaraman!..

Tom Shannon, del Departamento de Estado de EEUU, le dijo a un líder opositor que lo visitó recientemente: "El problema es de ustedes y lo resuelven ustedes. No se hagan otras ilusiones"…

Ante el fracaso de la primera fase del plan golpista de calle para derrocar a Maduro, viene otra etapa, el foquismo, más agresiva, y se prepara otra para rematar: atentados contra personalidades para crear el caos. ¡Mosca!



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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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