La última cena

A diferencia de aquella célebre pintura de Da Vinci -La última cena- que le costaría cerca de tres años lograr pintarla -1495 a 1497-, por no encontrar el adecuado rostro que debía personificar a Judas Iscariote y simbolizar a perpetuidad la conspiración y traición más famosa que sensiblemente la humanidad recuerde; con parecidos propósitos y tramoyas, pero desde la antinomia de los rufianes y traidores que acuerdan desde las tinieblas los Denarios de su futura vileza, se realizó hace poco en la capital del actual Imperio, un festín que mejor encarna la reedición de este fatídico acontecimiento, donde los Judas Iscariotes de nuestros tiempos traman los pasos para "besar" la Traición latinoamericana.

En ella los herederos de Santander, Riva Agüero y Amaury Kruel, es decir: Santos, Kuczynzki y Temer ensimismados por el mayúsculo reconocimiento que les produce entrar al propio "Palazzo Reale", donde se deciden las más crueles guerras y las más atroces hambrunas de nuestra contemporaneidad, entre manjares y exquisiteces, pactaban la manera cómo entregar la Venezuela de Bolívar a los chacales del mundo.

Después que en una de sus canchas de golf dijera el antiguo cerebro del Miss Universo y ahora aprendiz de emperador, no descartar el uso de acciones militares para salir del gobierno del presidente Maduro, esta convocatoria en la Casa Blanca resulta la más inminente y cobarde programación de cómo pretenden llevar a cabo sus planes.

En aquella ocasión, confieso no haber quedado del todo conforme con la llamada que hiciera el presidente Maduro a la Casa Blanca para mediar un encuentro telefónico con Trump, después que éste, como es de su estilo, bravuconamente dijera eso de no descartar el empleo de la fuerza militar para resolver los problemas de Venezuela.

Por supuesto que mi placer habría sido "aleluyano" si de inmediato se le hubiese enviado a la mismísima mierda, como cada vez que puede lo hace su par de Corea del Norte, Kim Jong-un, o en su momento (2006) lo haría el propio comandante Chávez y su célebre "huele a azufre". Pero, en este crucial momento, realmente difícil para nuestra patria, el mismo y propio Chávez resultaría más frío y calculador. Ya que tampoco Norcorea es Venezuela, ni Venezuela se encuentra en capacidad de asumir tan abierta y desafiante (pero igualmente satisfactoria) muestra de hidalguía y pundonor.

Las inmediatas reacciones a nivel internacional, sobre esas aciagas declaraciones, fueron tan inmediatas como inesperadas. Incluso antes que hubiera terminado Trump de realizar el swing, con eso de intervenir militarmente a Venezuela, países como Colombia, México, Panamá, Chile... resueltamente le quitaron "la bola" a su juego, dejándole prácticamente con el palo de golf enrollado al cogote.

En ese momento, con las "tablas en la cabeza", se le encomendó al propio vicepresidente de los EE.UU. una gira relámpago por todos estos países para llamar a capítulo, y poner en cintura, a esos descarriados e indecisos aliados.

Venezuela tanto como no está sola en el mundo, también comporta y confirma su extrema vocación y naturaleza pacifista. Además que con arrojo se declara no estar desarmada ni mucho menos mocha, y que bien sabría afrontar con gallardía y fiereza la defensa de su soberanía y el legado que le ha tocado heredar y comportar. Así como estamos seguros, después del evento Todos Somos Venezuela, recientemente llevado a cabo en la ciudad de Caracas con 197 Delegados Internacionales de los cinco continentes del mundo, que buena parte del resto de los pueblos del planeta también estarían orgullosos y prestos a compartir la gloria y la suerte de este solidario y hermano país latinoamericano.

Los últimos y audaces avances que ha hecho la cancillería venezolana por el mundo, evidencian que el presidente Maduro asume con responsabilidad lo delicado y difícil que se encuentra la realidad política de Venezuela, sobre todo con los último movimientos bélicos que estos países realizan cerca de sus fronteras. Hablamos de las operaciones conjuntas que llevaran a cabo en octubre estos cuatro países en el sector "cabeza de cachorro" muy cerca de la frontera con Venezuela en la amazonía.

La no menos que diarreica manera como Trump asume sacar al presidente Maduro de Miraflores corresponde y evidencia como la revolución bolivariana ha venido alcanzando un sostenido rejuvenecimiento en su voluntad por afrontar los retos que se le presentan.

A medida que el tiempo transcurre cobra más la certeza en el venezolano que el gobierno de encuentra determinado a vencer en esta guerra económica. Al tiempo que no le quedan dudas sobre la participación e interés por parte de la oposición para que sus calamidades se acrecienten y así lograr torcer y manipular cobardemente su voluntad política.

Ha sido tan al descubierto su clamor y súplicas para que las sanciones económicas por parte del gobierno gringo impacten sobre los venezolanos que ya no existen dudas sobre su maquiavélico proceder. Situación que será determinante para que su castigo y revancha se expresen con contundencia y arrechera en los resultados electorales de este próximo 15 de octubre.



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Waldo Munizaga


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