Con la llegada a la Florida del avión de Emtrasur (otro activo Venezolano) robado por el gobierno de EEUU con la anuencia del gobierno de Milei y del propio gobierno de Fernández (que resultó el que permitió que se iniciara tal operación); da comienzo una nueva fase de agresiones imperiales no solo contra Venezuela. La articulación de algunos gobiernos (como los de Perú, Argentina, Ecuador y, además, Uruguay).
Sin los cuales no hubiera sido posible que EEUU (por el Pacífico) lograra ruta segura para alcanzar sus objetivos; deben obligar a Venezuela, Brasil, Bolivia y Colombia (sus blancos ideológicos de primer orden) articular y extremar medidas para que esta operación no se convierta en preparativos de un futuro secuestro y extracción para algún mandatario de estos países. Lo que justificaría la presencia del comando sur.
Y sus no menos sospechosas y secretas reuniones con algunos de estos serviles mandatarios que nada inocentes planes deben estar tramando para la región. Los que requieren e involucran la presencia obligada del portaaviones nuclear del USS J. Washington que estaría por llegar en próxima fecha a los muelles argentinos. En momentos que a Venezuela y Colombia les podrían estar tramando una sorpresa.